¡No se salgan de la ropita!

Cuando los del asfalto tenemos dudas, merecemos respuestas respetuosas de las autoridades. Autoridades: ¿No les parece muy triste y preocupante que les creamos más a los miembros de las Farc cuando hablan desde La Habana o desde quién sabe dónde?

Ustedes, autoridades, primero niegan lo dicho por estos terroristas, pero luego, dicen lo mismo, así usen un lenguaje de más alcurnia, porque parece que tienen comunicadores a quienes también parece que les pagan millonadas para que les acomoden el discurso, lo vuelvan creíble. ¿Creíble? El pueblo no es ni tonto ni bobo y a ellos tampoco se les cree, aunque usen vocablos muy boniticos y eufemismos que pretenden ser convincentes.

¿Cómo podemos creerles a las autoridades si un día dicen una cosa y otro día, otra? ¿Si se contradicen y ni siquiera se ruborizan? Santos dijo que: “el avión Casa de las Farc fue derribado”, y no supo cómo sacar la pata. Les voy a poner otro ejemplo simple pero doloroso: El helicóptero caído en desgracia entre Carepa y Chigorodó, en el Urabá antioqueño. Primero dijeron que había mal tiempo, pero varias evidencias demostraron lo contrario. Hubo campesinos que sintieron sobrevuelos desde que amaneció. Y no solo eso sino tiroteos. Alguien que iba en un helicóptero de apoyo, en su desespero por la suerte de sus compañeros, dijo que el Black Hawk había sido impactado por un tatuco o algo. Y ahora estamos preocupados por la suerte de ese policía. Parece que a ustedes, Autoridades, les interesa más saber quién habló desesperado, que lo que pasó con el Black Hawk.

Ustedes dijeron que había mal tiempo y que el Black Hawk se había estrellado contra un monte. ¿Monte en esa zona? Ahí hay bosques, pero no montes.

¿Y mal tiempo? Perdónenme que siga repitiendo parte de lo que escribí hace ocho días: si hubiera habido mal tiempo no se habría visto la fumarola del helicóptero incendiado. Y se veía clarita, clarita.

Además, quienes lo conocieron, afirman que el piloto era excelente. Y les creo, porque tenía muchas horas de vuelo y de entrenamiento para comandar este tipo de naves, que tienen tecnología de punta para saber con anticipación qué tiempo hace, qué obstáculos hay, si están volando bajo como para ponerse en peligro. Miden hasta el calor del cuerpo humano, si debajo hay personas.

Escuché a la senadora Paola Holguín en “La hora de la verdad” refiriéndose a lo que pasó en la Comisión Segunda. Me quedé aterrada y preocupada. ¿Cómo así doctor Luis Carlos Villegas que usted dio un puñetazo en la mesa y les pidió a los altos miembros de la Fuerza Pública que se fueran? Un consejito: bájele al tonito y súbale al argumento. Y lo más importante: no dé puñetazos. Los senadores merecen respeto. Mejor dicho, lo merece todo el mundo, sea limosnero o presidente. En cambio, usted pierde autoridad si se sale de la ropita.

A los antioqueños nos remedan porque hablamos mucho en diminutivo. Pero ahora en Bogotá a las autoridades les dio por usarlo: que van a hacer un congresito para refrendar los acuerdos de La Habana. ¿Y cuándo cambiaron de libreto? Hasta ahora nos habían dicho de algún mecanismo de participación del constituyente primario. Pero, ¿un congresito? ¿Y quién escogerá a los congresistas? ¿JuanManuelito Santicos y las Farcitas? ¿Así de democrática será la cosita?

Con razón el presidente del Congreso, Luis Fernando Velasco, Claudia López y otros han dicho que entonces haya un gabinetico, unos ministricos, unas cortesitas, un Consejito de Estado, etceterita, etceterita.

Así empezó Venezuela. Chávez sacó una constitucioncita, la repartió y empezó la crisis de su país. Lo volvió un paisito. Y ahora está en la olla. No uso diminutivo por respeto a los hermanos venezolanos que sufren el mal gobierno castrochavistaestalinista donde solo hay un grandulón: Maduro que les echa la culpa de las desgracias que él mismo ha creado a Estados Unidos o al expresidente Uribe, pero no al modelo que, inmadurito, engendró. Colombianos del asfalto: ¡Despertemos ya! ¡No seamos indiferentes! ¡Este país tiene que dolernos a todos! ¡Contribuyamos a crear la Colombia que soñamos para los niños de hoy y de mañana!

PD: Hace ocho días dije que Colombia fue la segunda en crear una empresa aérea, Scadta, después de KLM. Corrijo y agradezco a Lawrence Canney por la precisión. Los antioqueños fuimos los primeros en fundar una empresa aérea en Colombia y el mundo, con el liderazgo de Don Guillermo Echavarría Misas: la Compañía Colombiana de Navegación Aérea, CCNA, el 26 de septiembre de 1919. Scadta fue fundada el 5 de diciembre del mismo año. KLM lo fue el 7 de octubre. Con sano orgullo rectifico: les salimos adelante a los alemanes y a los holandeses.

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