A más corrupción y derroche, más impuestos e injusticias

Son tan descomunales los costos del despilfarro y los acuerdos de este gobierno, que es imposible enumerarlos y calcularlos en una pequeña columna de opinión. Solo menciono los infinitos costos de las conversaciones sobre la paz durante casi 4 años, gastos que superan cualquier desvarío, todo lo cual es acompañado de falsos y supuestos beneficios que traerán las posconversaciones, pues posconflicto como tal, difícilmente existirá.

A la copiosa y exuberante publicidad, fuera de las exorbitantes sumas invertidas que llevan a más y más impuestos y más déficit, duele el concepto que parecen tener Juampa y sus áulicos de los colombianos: creen que la mayoría de los colombianos somos estúpidos… pero NO. Nuestros compatriotas son agudos, perspicaces y no tragan entero por más que pontifiquen a mañana, tarde y noche, desde las altas esferas, tanto en Colombia como en Cuba, sobre los beneficios del futuro paraíso que prometen “Timochenko” y Santos. Al día siguiente de divulgado el acuerdo, en una encuesta de opinión por Internet, ganaba por muchos votos el rechazo al pacto con las Farc.

Con la “Publicitis aguda” que tienen nuestros gobernantes (encabeza Juampa), no hay presupuestos que aguanten tales excesos.

Álvaro Ramírez G. escribió hace algún tiempo sobre una información que él recibió sobre El Carrusel de la paz, una lista con algunos de los contratos solo hasta diciembre de 2014. “Nada más apropiado que ese nombre, cuando se analiza la lista de contratos y se ve que lo que Santos hizo fue llenar los bolsillos de los principales medios de comunicación, agencias especializadas y ONG. Estas instituciones beneficiarias de contratos multimillonarios, nos metieron por boca y nariz la idea de una paz que hoy es una estafa, una farsa y una ruina para Colombia”. Esa información solo mencionaba 27 beneficiarios en ese entonces. Hoy el gobierno, en general, se gasta 2.4 billones de pesos anuales en publicidad, según la revista Semana. Y como van las cosas, parece que nos inundarán de más y más propaganda para aniquilar a los críticos de este proceso (practicas parecidas usó Hitler para dominar a Alemania, él y Goebbels fueron pioneros en este tipo de maniobras políticas).

Pero volviendo a los pactos que promueven los FarcSantos, mencionó a dos economistas famosos, Alberto Carrasquilla y Alberto Bernal, quienes dicen que “El famoso dividendo de la paz no existe… La política que generó un dividendo de paz inmenso fue la política de la seguridad democrática y la confianza inversionista, política que logró incrementar la tasa de inversión en Colombia, de 13 a 28%”.

Notas al margen: 1. Aclaro que nadie en la oposición es enemigo de la paz. 2. Uno de los últimos compromisos es una carreterita hacia Anapoima, la cual supuestamente costará $800.000 millones de pesos y pasará por la hacienda de la familia Santos (El Tiempo. 2015/12/1). 3. Cuba debe estar superagradecida con Santos por las inversiones allá.

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