El fiscal general, Eduardo Montealegre, paso la segunda mitad de 2015 en el ojo del huracán por cuenta de los polémicos contratos de su entidad con Natalia Springer.

La controversia estalló en septiembre, cuando la opinión se enteró de que la entonces analista de La F.m. había recibido contratos por más de 4.000 millones de pesos para prestar “asesoría y acompañamiento y apoyo jurídico y técnico especializado (…) para el procesamiento de datos en casos de crímenes excepcionales/internacionales cometidos en el marco del conflicto armado”. El escándalo creció cuando se supo que los propios interventores internos de la Fiscalía habían puesto en duda la vinculación de Springer a esa labor y cuando varios conocedores expresaron serias dudas sobre las capacidades de la asesora y los motivos de Montealegre para contratarla.

Este último, sin embargo, la defendió a capa y espada. A pesar de las críticas, ambos viajaron a Estados Unidos y expusieron los resultados de uno de los contratos cuestionados. El 12 de diciembre, Montealegre la condecoró, además, durante la entrega de los premios Enrique Low Murtra, que reconocen a las figuras más destacadas de la Rama Judicial.