¿Cuánto se perdió con la venta de Isagén?

No es fácil decirlo, pero se puede afirmar que por lo menos se habría recibido una suma mayor en 150 mil millones de pesos.

Después de más de dos años de cuestionamientos se vendió Isagén, la joya del sector de generación de energía eléctrica, una de las empresas más rentables de Colombia. Quedó en manos de un fondo de inversiones especulativo, Brookfields Asset Management, cuyo papel es el de comprar para vender dependiendo de las expectativas y las rentabilidades mundiales. No compran para quedarse sino para especular y producir los mayores rendimientos a sus inversionistas.

Lo más grave del proceso de venta que se dio el día miércoles 13 de enero es que hubo un solo proponente que ofreció el precio mínimo fijado por el Ministerio de Hacienda de 6,48 millones de pesos. ¿Cuánto se dejó de recibir si se hubieran presentado más propuestas? No es fácil decirlo, pero se puede afirmar que por lo menos se habría recibido una suma mayor en 150 mil millones de pesos. Es decir, que aquí estamos ante la presencia de un deterioro patrimonial que deben investigar las autoridades competentes como la Fiscalía y la Procuraduría.

Ya vendida la empresa los defensores de la operación siguen repitiendo que se cambió un activo por otro y que la rentabilidad de las carreteras de Cuarta Generación-4G es superior a 13,0%. Esto no es verdad: se vendió un activo muy productivo para entregar los 6,48 billones de pesos a la Financiera de Desarrollo Nacional-FDN que los prestará a los constructores con créditos muy blandos a los cuales no tienen acceso los industriales y agricultores. Segundo, la rentabilidad de Isagén fue de 10,0% en 2014 sin Hidrosogamoso que entró en 2015, y considerando otros proyectos que tenía en mente la empresa para el futuro, era de esperar que el rendimiento sobre activos aumentara fuertemente. Tercero no hay ningún estudio conocido que muestre cuál es la rentabilidad de las carreteras 4G excepto los análisis que hacen los privados para determinar su conveniencia de entrar en el negocio de las carreteras. Cuarto, la rentabilidad de la FDN es la que obtiene con sus préstamos que no va a ser superior a 10,0%.

Se perdió un activo clave para el desarrollo hidroeléctrico del país y la implementación de una política agresiva de fuentes nuevas y renovables de energía para entrar en la revolución energética. Los privados extranjeros no construyen grandes hidroeléctricas que tienen períodos de maduración de por lo menos ocho años. Ellos necesitan proyectos de rápida rentabilidad como turbogases o plantas térmicas en general.

Todas las privatizaciones que se han hecho en el país por extranjeros desde los noventa del siglo pasado han cambiado de dueño. La idea es comprar para vender. Especular. Por ejemplo, el propietario actual de Emgesa y Codensa en Bogotá es Entel de Italia, pero fueron compradas originalmente por Endesa España, Endesa Chile, Corporación Financiera del Valle del Cauca y Enersis de Chile. Lo mismo ha ocurrido con Termo Tasajero, Epsa, Electro Caribe, Electro Costa.

En un futuro gobierno habrá que constituir una nueva empresa pública generadora para construir las grandes hidroeléctricas que son numerosas en toda la geografía del país, que Isagén pensaba construir, pero que dudamos mucho ocurra con los nuevos propietarios.

El tiempo dirá quién tiene la razón.

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