Haciendo mártires

Concierto Farc-ELN
“No debe enaltecerse a quienes tanto dolor causan”

Durante los últimos días el Eln ha cometido 35 actos terroristas: voladura de oleoductos y de torres de energía, emboscadas y asesinatos de miembros de las fuerzas armadas, quemas de buses y de camiones, bloqueos de vías y retenes, paros armados, ataques a escuelas, etc. Sorprendente esta actividad bélica de parte de un grupo de subversivos que, al menos hasta hace poco, no contaba con más de 1.000 hombres en armas, con cabecillas operando notoriamente desde Venezuela y cuyos actos de limitaban a extorsiones a petroleras y secuestros ocasionales. ¿De dónde han salido los hombres y los recursos para estos hechos delictivos? ¿Estarán las Farc disimulando sus actuaciones bajo la bandera del Eln?

Y a propósito de banderas, un comentarista anotaba en programa televisivo que la que habían dejado los terroristas después de un ataque, aunque parecida, no era la que normalmente utilizaba el Eln. No sería de extrañar que en estos momentos las Farc y el Eln estén obrando concertadamente e, inclusive, atribuyéndoles los primeros sus actos a los hombres de Gabino para ayudarlos a obtener una mejor posición negociadora en sus eventuales tratativas con el gobierno Santos. Es también posible que combatientes de las Farc que no quieren abandonar la vida guerrillera estén engrosando las filas del Eln. Parece además obvio que los cabecillas del Eln, antes de iniciar conversaciones con el gobierno, estén esperando a que culminen las negociaciones de La Habana y estos eventuales acuerdos y concesiones les sirvan de punto de partida para las suyas. Lo menos que exigirán serán las mismas ventajas que las que obtenga Timochenko. No nos hagamos ilusiones, la paz será esquiva con Colombia aun después de un acuerdo con las Farc.

Dentro de esta misma idea de fortalecer la posición del Eln, este movimiento le pidió al gobierno identificar la tumba del guerrillero Camilo Torres Restrepo para rendirle homenaje, a lo cual el Presidente accedió y dio orden al ejército para localizarla. Se trata simplemente de darle el carácter de mártir de la revolución a quien el Cardenal Luís Concha Córdoba retiro del sacerdocio diciendo “el padre Camilo Torres se ha apartado conscientemente de las doctrinas y directivas de la Iglesia Católica”. Vale la pena mencionar la actitud de los habitantes del Carmen de Chucurí quienes protestaron enérgicamente contra el homenaje que varios izquierdistas, con Iván Cepeda a la cabeza, quisieron hacerle a Camilo Torres el domingo pasado e impidieron la erección de un busto del guerrillero muerto en la ilegalidad. Para ellos (y para los colombianos) no se puede identificar la violencia con la Iglesia y no se puede enaltecer al miembro de un movimiento que tanto dolor le causó a esa población.

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