¿Blancas palomas?

¿Qué esperaban Semana y los ofendidos del Gobierno que debió decir el general?

En la Casa de Nariño y en la corte palaciega dirán que exagero, que soy uno de los millones de “enemigos de la paz” deseosos de desacreditar el proceso santista. Yo solo pido que lean este confidencial de la revista ‘Semana’, a ver qué opinan. Título: ‘El alto calibre verbal de un general contra el Eln’.

Reza el texto:

“En medio del desescalamiento verbal que hay en las FF. MM., sorprendió la andanada del comandante de la Séptima División del Ejército, general Jorge Arturo Salgado, refiriéndose al rescate de dos conductores. ‘Ellos estaban en manos de los terroristas, extorsionistas, parásitos del Eln’, dijo el alto oficial con un dejo de enojo”.

De pronto lo entendí mal, seguro tengo la mente obtusa. Me cuesta comprender eso de “sorprendió la andanada” porque, según supimos, a los dos modestos trabajadores de una flota se los llevaron monte adentro a la fuerza, bajo amenazas y previa quema de sus buses. Ocurrió a primeros de abril. Los secuestraron para pedir dinero a su empresa a cambio de su libertad.

Uno de los choferes, al regresar con los suyos, recordó que la experiencia había sido “una tortura”, no se la deseaba “ni al peor de los enemigos”. Tener la vida en manos de otros y temer la muerte en cualquier instante fue espantoso. También la mamá de uno de los cautivos recordó que había sufrido lo indecible aguardando que su hijo volviera a su hogar sano y salvo.

Repasemos, palabra por palabra, la manifestación del general o “la andanada” que dice la revista. Empecemos por el vocablo ‘terroristas’.

Si no estoy equivocada, se trata de personas que causan terror por medio de una acción violenta con el objetivo de alcanzar un fin determinado. Montar un retén en una vía, obligar a pasajeros y conductores a salir de los vehículos a punta de fusil, quemar una mano de automotores y secuestrar a dos personas por el delito de laborar como mulas es un acto terrorista aquí y en Sebastopol.

La segunda palabra que ‘Semana’ considera un exceso verbal es ‘extorsionistas’. Debo señalar que pedir plata a cambio de la vida y la libertad de una persona es extorsionar, chantajear; por tanto, quien lo practica es extorsionista.

Última palabra de la declaración del general que tanto alarmó: ‘parásitos’. Dícese de seres que sobreviven sin hacer nada a costa del esfuerzo del semejante. Vacunar campesinos, ganaderos, profesionales y comerciantes que trabajan de sol a sol, pedirles una cantidad por cada peso que obtienen con sumo esfuerzo, es llenarse los bolsillos a costillas de su sudor.

¿Qué esperaban Semana y los ofendidos del Gobierno que debió decir el general? ¿Algo así como: “Agradecemos a los humanitarios compatriotas del Eln que prendieran fuego a ocho automotores para iluminar la oscura noche y escogieran a dos compañeros, oprimidos por el capitalismo, con el loable y único propósito de mostrarles las bellezas ocultas de nuestra Magia Salvaje a cambio de unos pesitos?”.

De pronto también confían en que cada vez que un soldado resulte mutilado por pisar una mina del Eln, el general lo reprenda por caminar despistado.

Si la gran decisión del Gobierno y sus entusiastas aliados consiste en falsear tanto el lenguaje como la realidad para contrarrestar la pérdida de credibilidad del proceso, es que siguen terriblemente desorientados. Observar el país desde la atalaya de su inmenso poder los está mareando.

Y sobre Melissa Trillos, secuestrada en Ocaña. Pablo Beltrán dijo que el sistema financiero internacional no les presta plata y necesitan el secuestro. ¿Saben? Mañana es tarde para dejarla libre.

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