En este artículo intento recoger algunas autorizadas opiniones sobre el estado de las conversaciones de las Farc en La Habana. Algunos de los obstáculos que en ellas se esbozan los considero tan insuperables, que me atrevo a afirmar que las negociaciones de paz de La Habana ya marchan hacia el fracaso, así como fracasaron las reformas del presidente Santos a la educación, a la salud, a las pensiones de jubilación, sus dos reformas tributarias…

“Un buen acuerdo como ha dicho el presidente Juan Manuel Santos desde el primer día de este proceso es el que rompa de una vez y para siempre el vínculo entre la política y las armas… Un acuerdo que implique un cese del fuego y hostilidades verificables con la participación de las Naciones Unidas”. Cada día que transcurre nos apartamos más y más de esto.

“Con toda honestidad, tenemos que informar a la opinión pública que en este momento subsisten diferencias importante con las Farc en temas de fondo”, afirmó el jefe de los negociadores, Humberto de la Calle, como la causa para abortar la firma del Acuerdo Final el 23 de marzo pasado.

El secretario de estado de los Estados Unidos, John Kerry, después de dialogar con las Farc en La Habana admitió que: “Las Farc no están listas para llegar a un acuerdo y que todavía les falta negociar algunos puntos difíciles”. No debe haber tardado mucho tiempo en su diálogo con ellos para darse cuenta de tan innegable realidad.

No les exigió Kerry el desarme completo como sí lo había exigido con claridad el señor Bernard Aronson, enviado especial de Obama para el proceso de paz en febrero pasado: Si las Farc se desarman por completo, se separan de toda actividad ilegal o criminal, entonces se permitirá, sí, la puesta en marcha del retiro de las Farc de la lista americana de organizaciones terroristas.

Human Rights Watch –HRW- estima que “el acuerdo sobre Justicia Transicional es el acuerdo que más impunidad ha concedido en el mundo durante los últimos 20 años. No prestarle la atención debida a dicha impunidad expone a Colombia a reclamar atención de la jurisdicción internacional. El Acuerdo no cumple con los estándares básicos sobre el tema. Si la Corte Constitucional de Colombia hace caso omiso y no reconsidera los Acuerdos HRW promete acudir las entidades internacionales”.

La Corte Penal Internacional también promete abrir una investigación para impedir la impunidad de los altos responsables de crímenes de su competencia. No perdamos de vista que la paz de La Habana gira alrededor de la impunidad total, la no entrega de las armas y el proselitismo político de las Farc por todo el país, sin zonas de concentración y con curules en el Congreso, para aspirar a gobernar a Colombia.

A los pocos días de las celebraciones de los presidentes Santos y Obama de los 15 años del Plan Colombia, informó la Oficina Nacional para el Control de Drogas –Ondcp- dependencia de las Casa Blanca de los Estados Unidos, que el área de los cultivos de coca en Colombia se había elevado a elevadísimas 159.000 hectáreas. No lo mencionó la Ondcp, pero ellos saben perfectamente que esto es consecuencia de la connivencia del presidente Santos con tales plantíos para firmar su paz. Y mientras navegue Colombia en un mar de coca, nuestra paz fracasará.