El legado de ‘Tirofijo’ para las zonas de concentración

Las Farc van a lograr el control territorial que no obtuvieron con las armas por cuenta del proceso de paz. Y no es para menos. En la prórroga que aprobó el Congreso a la Ley 418 o de Orden Público, se ‘resucitó’ la autorización que en el país haya zonas de concentración para los guerrilleros que se van a desmovilizar.

Siempre se ha insistido en que estas zonas de concentración deben tener una verificación internacional, con miras a evitar que la guerrilla termine por dominar esos territorios y sometan a la población civil que en ellas habitan.

Sin embargo, existe una amenaza silenciosa. Se trata de unas directrices que trazó el fallecido guerrillero Manuel Marulanda Vélez, alias ‘Tirofijo’, quien en una carta fechada el 18 de marzo de 2005 y enviada a Timoleón Jiménez, alias ‘Timochenko’ le indica cómo será el manejo de las zonas de reserva campesina, que es -en últimas- en lo que se van a convertir los territorios que servirán para la concentración.

En la misiva, ‘Tirofijo’, quien ya completó ocho años de muerto, hace referencia a la forma de cómo en antaño utilizaron las zonas de reserva para la recuperación de sus hombres enfermos o heridos y le manifiesta a ‘Timochenko’ que “teniendo en cuenta una serie de experiencias tomadas de otras regiones organizadas y dirigidas por el Partido del año 50 al 64, convertidas en zonas de reserva por largo tiempo con apoyo de masas donde se prestaba solidaridad a la guerrilla comunista, a partir de los años 64 al 70 y hasta en los centros urbanos donde existían regionales comunistas, eran atendidos los enfermos y posteriormente se regresaban a su lugar de origen”.

Adicionalmente, el fallecido guerrillero enfatiza en la necesidad de organizar a las poblaciones para que apoyen a la subversión, y en este sentido le manifestó a su ‘camarada’ que “en resumen los bloques de acuerdo a la experiencia y división territorial aprobada por la Octava Conferencia donde vean conveniente puedan crear zonas de reserva u otras para poner a funcionar toda clase de organización de masas señalada en los plenos en cumplimiento de los planes de los Organismos Superiores de Farc”.

Paso seguido, ‘Tirofijo’ determina las directrices y ubicaciones de estas zonas que se pretenden ubicar en áreas estratégicas del país, muchas de las cuales son corredores clave para el tráfico de estupefacientes o de naciones que se identifican con la ideología de las Farc, especialmente con Venezuela.

Es así, que en la carta, el entonces comandante de las Farc le indicó a ‘Timochenko’ que “analizando el nuevo fenómeno de hoy en condiciones diferentes a los anteriores hechos, conviene ver qué condiciones tienen los bloques para que preparen zonas de reserva en el país y si ello es posible en las fronteras de Venezuela, Ecuador, Brasil, Perú y Panamá, especie de solución temporal para el desarrollo de nuevos planes a corto plazo como la legalización de cooperativas, transportes, tiendas, incremento de ganadería para el gasto, siembra de agricultura, etc., utilización de medios de transporte a nombre de particulares en cabeza de personal de alta confiabilidad utilizados hasta el comienzo del operativo nacional, volviendo en parte al pasado haciendo efectivo los transportes humanos a corta y larga distancia por el tiempo que sea necesario mientras persista el operativo nacional contra los bloques”.

Así mismo, determinó la manera de cómo se debía manejar a la población civil y la forma de cómo utilizarlos. “En las zonas de reserva debemos conformes las condiciones plantearle a los habitantes más conscientes en forma ordenada y organizada conseguir los abastecimientos, medicamentos, movida de personal civil de centros urbanos que trabajan con nosotros aplicando las diferentes directrices para darle continuidad al trabajo militar y político y al mismo tiempo, recuperación física de personal; para ello se requiere de lugares propicios y muy amplios con cierta seguridad y permanencia de masas organizadas e impidiendo a través de manifestaciones y movimientos cívicos el desalojo de la población civil por parte del enemigo para bloquear la guerrilla como ha ocurrido en sectores y municipios del país. Dando así gran importancia a la política de masas de la cual se nutren las guerrillas de todo lo indispensable para su desarrollo con base en lo señalado atrás, de acuerdo a la historia del Partido y Farc”.

En su legado, ‘Tirofijo’ insistió en la necesidad de tener territorios en las fronteras del país, las cuales facilitarían –además- la consecución de diferentes materiales para ser usados en el conflicto.

En este sentido, determinó que “conviene hacer un breve repaso a nuestra política de fronteras y tratar de convertirlas en lo posible en zonas de reserva con la ayuda de masas, con el fin de buscar contactos y posibilidades de conseguir material bélico y otros elementos y tantear si nos estamos estabilizando en nuestras relaciones políticas tal y como lo señala el Plan Estratégico y al mismo tiempo para analizar el comportamiento y conducta de los nuestros en la frontera con base en orientaciones de Plenos y Conferencias sobre los hechos ocurridos en Venezuela y Ecuador con características diferentes”.

Finaliza la misiva advirtiendo: “Nota: Si este documento llega a caer en manos del ejército revele cual (SIC) es nuestra estrategia frente a la política de masas y fronteras”.

Esta hoja de ruta de ‘Tirofijo’ está más viva que nunca, ya que en la pedagogía que están adelantando algunos frentes guerrilleros es evidente que los objetivos de la subversión están claramente definidos.

De hecho, en un video que circula en las redes sociales se observa y escucha a un comandante guerrillero refiriéndose a la ‘nueva Colombia’ que ellos pretenden.

En dicho video, un comandante guerrillero, aún sin identificar, dice: “Al llegar a la zonas francas de paz, hermano, son coestados, cogobiernos, un Estado dentro de otro Estado. Pequeños estados revolucionarios, pequeños estados socialistas, dentro de un Estado capitalista, entonces debemos mostrarle al mundo y al pueblo colombiano, que ese modelo que nosotros vamos a implementar en esas zonas es mejor que el modelo de ellos; eso lo tenemos que mostrar con hechos prácticos y no con carreta. Entonces tenemos que prepararnos camaradas es para gobernar, para ser gobierno y para ser gobierno se necesitan armas, y las armas las vamos a tener hasta que no se cumpla lo pactado”.

Así, con lo acordado en La Habana queda en evidencia cuáles son los propósitos de la guerrilla, los cuales van a ser avalados con una paupérrima votación de los colombianos que acudan a las urnas a apoyar el plebiscito que impulsan los ‘ñoños’ de la Unidad Nacional en el Congreso, el presidente Juan Manuel Santos y las mismas Farc.

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