En posición patriótica

Produce dolor, por decir lo menos, el himno de las Farc en el recinto del Senado de la República. Aunque el presidente de la corporación negó que él lo hubiera autorizado, después de unos días defendió el haberlo interpretado en el Capitolio Nacional.

No los vi pero supongo que los senadores enmermelados estaban firmes, con la frente en alto, la mano en el pecho para escuchar los latidos de un corazón emocionado, la piel de gallina por tan glorioso acto. El corazón que se quería salir por la emoción de escuchar ese himno de guerra, de una guerra que parece que perdimos y ahora merecen darles todo, el país entero para el cultivo de drogas ilícitas, veredas con posición estratégica para poder sacar esa droga a los países vecinos y a nuestros dos mares para su exportación. ¡Qué felicidad los embargaba, ya hemos llegado a la igualdad! Iguales los guerrilleros a nuestros gloriosos soldados, iguales los himnos: el de la gloria inmarcesible y de júbilo inmortal al de la guerra contra el pueblo colombiano. Iguales los campamentos de la insurgencia al Capitolio Nacional de la República de Colombia. A esto hemos llegado tal como se había advertido.

En los actos oficiales en nuestro departamento, escuchamos el Himno de Antioquia y el Himno Nacional de Colombia. De ahora en adelante, en todo el país, oiremos el himno de las Farc seguido del Himno Nacional de nuestra patria. A eso hemos llegado. Que Dios nos ampare.

¿Qué podemos hacer? Unirnos los que queremos la paz pero no la entrega. Una paz verdadera, que desaparezca el himno de las Farc, que desaparezcan los cultivos ilícitos, que desaparezca la droga, que no haya más secuestro, que entreguen las armas, que no vinculen niños a sus filas y menos que violen a las niñas secuestradas. Que haya una verdadera justicia, verdad y reparación.

No solo el Centro Democrático debe seguir con su posición de hacer respetar la Constitución y las leyes, debemos unirnos los colombianos de bien para oponernos a la entrega que empezó hace cuatro años.

En cuanto al CD tenemos que seguir trabajando al lado de Álvaro Uribe Vélez. Tenemos que apoyar a las directivas del partido, a su director Óscar Iván Zuluaga con sus más de siete millones de votos como cuota inicial para un partido nuevo. Quiero darle la bienvenida a nuestro director, aquí estamos para trabajar con él y junto al presidente Uribe para sacar a Colombia del abismo a donde nos han lanzado. A trabajar para que nuestro Himno siga siendo el de Colombia, el de su heroico ejército y no el que han querido imponer desde el Senado de la República.

Unirnos para que vuelva la seguridad a las carreteras colombianas. Unirnos para que vuelvan las fumigaciones aéreas de los cultivos ilícitos. Unirnos para que no sigan acabando con las selvas para cultivar droga y para que no acaben con las tierras y los ríos con la minería ilegal.

Unidos con Uribe, con Óscar Iván Zuluaga y con quienes queremos una paz verdadera. Unidos con los colombianos que quieren una justicia de verdad.

Unidos todos por Colombia y para encontrar quien nos pueda salvar.

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