El presidente Santos dijo alguna vez, ya siendo presidente, para justificar el abandono de su promesa de campaña de continuar con ´la seguridad democrática del presidente Uribe´, el engaño que lo llevó a ganar las elecciones: “Solo los imbéciles no cambian de opinión cuando cambian las circunstancias”.
Numerosas circunstancias apremiantes le compiten hoy a Santos contra la realización este año de un plebiscito que no es del agrado ni de las propias Farc. Entiendo que consideran ellos que la única manera de blindarse contra la Justicia futura es realizar una “Asamblea Constituyente, con un acuerdo político previo, con el fin de definir sus elementos en torno al contenido, los integrantes y su duración”.
Otra circunstancia que ha cambiado. El plenipotenciario del Gobierno, Sergio Jaramillo sostuvo en su insatisfactoria y extraña respuesta a las 60 preguntas del procurador Alejandro Ordóñez que: “A juicio del Gobierno, el trámite de la ley de amnistía debe surtirse tras la refrendación popular del Acuerdo Final”; es decir, tras el triunfo del SÍ.
En cambio, el negociador por las Farc, alias “Marcos Calarcá”, sostuvo en forma casi inmediata: “No habrá Acuerdo Final hasta que haya una ley de amnistía que cobijaría a todos los guerrilleros que suscriban dicho Acuerdo entre el Gobierno y La Habana…Tampoco ingresaremos a las zonas veredales transitorias de normalización sin contar con la amnistía previa… Ni vamos a continuar nuestra lucha política sin armas en una cárcel”.
El plenipotenciario Sergio Jaramillo enredó más las cosas en su respuesta a Ordóñez: “El Gobierno está trabajando en un proyecto de Ley de Amnistía, sin embargo es importante precisar que de acuerdo con lo establecido en el numeral 40 de la Jurisdicción Especial para la Paz: No serán objeto de amnistía ni de indulto, ni de beneficios equivalentes a los delitos de lesa humanidad, el genocidio, los graves crímenes de guerra, la toma de rehenes u otra privación grave de la libertad, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición forzada, el acceso carnal violento y otras formas de violencia sexual, la sustracción de menores, el desplazamiento forzado, además del reclutamiento de menores conforme a lo establecido en el Estatuto de Roma”.
Conclusión clara: no habrá amnistía ni indulto contra una completa lista de crímenes inhumanos, ¿a quién están engañando Jaramillo y el Gobierno, a las Farc o a los colombianos?
Más circunstancias cambiantes. Una reforma tributaria resulta ser urgentísima para que las agencias calificadoras de riesgo -los Standard & Poors, los Fitch y los Moody´s- no nos retiren el grado de inversión, que califiquen los bonos emitidos por Colombia como ´bonos basura´ y que nadie nos preste dinero. El aumento del IVA del 16% al 19% afectaría a los menos favorecidos y potenciaría el voto del NO contra el plebiscito de Santos.
