La revista Semana publicó en su edición 1790 un artículo con el mismo título de esta nota, el cual está sesgado a favor del triunfo del SÍ; pero contiene, no obstante, algunas oportunas y claras explicaciones sobre los caminos tanto del Sí como del NO. A continuación presento algunas apreciaciones personales sobre cuanto considero clave de tal publicación.

Entiendo que los magistrados de la Corte Constitucional ratificaron que el plebiscito es un acto político -no jurídico- que obliga al presidente a implementar o realizar el Acuerdo Final, si ganare el SÍ. Tanto el presidente Santos como su jefe de debate, el expresidente César Gaviria, atemorizan al país diciendo que, si ganare el NO, al día siguiente desmontarán el proceso de paz, la guerrilla retornaría al monte e iniciaría su terrorismo urbano.

El regreso a la guerra lo considera la revista aludida como muy probable, porque cuando se vote el plebiscito ya deberá estar firmado el Acuerdo Final y las Farc en camino a su concentración.  Todo esto se frenaría en seco, opinan, a menos que el presidente decretara una tregua bilateral financiada por el Estado, mientras se resuelve el impasse político. 

El Centro Democrático, me parece entender, se aferraría a la posibilidad de renegociar, de mejorar el acuerdo, imponiéndoles algo de cárcel a los cabecillas y autorizando la participación en política de algunos guerrilleros que no hayan cometido crímenes atroces; pero eso sí, compitiendo voto a voto con los partidos tradicionales. Sobre la amnistía de los mandos medios y del resto de la tropa no parece existir desacuerdo alguno. 

El problema con la cárcel radica en que las Farc no aceptarán celdas con barrotes, esto es un inamovible. Se ha propuesto como alternativa la reclusión de los jefes en una colonia agrícola. Ellos creen que con su Justicia Transicional estarán blindados frente a una posible intervención de la Corte Penal Internacional, entidad que, en repetidas ocasiones, ha rechazado la impunidad total para los delitos de lesa humanidad. Amanecerá y veremos.

El escenario que no analiza Semana es el de un triunfo del SÍ.  Lo que acontecerá por culpa de las concesiones exageradas de Santos a las Farc. Esto es, caer en una dictadura socialista de las Farc antes de diez años y perpetuarnos en ella. El Bank of America Merrill Lynch considera que la paz tendrá un efecto marginal, solamente del +0,3% en el PIB, porque el país ya obtuvo la mayor parte del beneficio por la mejora de las condiciones de seguridad. Las bondades del acuerdo de Santos con sus enemigos no son tantas como estima la revista mencionada. Por el contrario, los riesgos a mediano plazo son mucho mayores: dictadura socialista.

Casi todas las guerrillas y las izquierdas latinoamericanas han llegado al poder por la vía de las urnas -no de las armas. Generalmente, por medio de su demagogia, aprovechando la ignorancia, el resentimiento y la pobreza de sus gentes.  Ejemplos: Cuba, Nicaragua, El Salvador, Venezuela, Brasil, Uruguay, Argentina, ¿seguirá Colombia?  Dudo que un triunfo del NO sea el último capítulo para una paz verdadera.  Por el contrario, sería esta la oportunidad para legitimar los acuerdos con la aprobación de la gran mayoría de los colombianos.