El salón de clases

El corazón del hombre tiene una capacidad extraordinaria para convertir la tristeza de la vida en una gran fuente de compasión.

Buda

Quien ahora llora en el mundo, /llora sin motivo en el mundo, llora por mí. /
Quien ahora ríe en la noche, /ríe sin motivo en la noche, se ríe de mí. /
Quien ahora anda por el mundo, / anda sin motivo por el mundo, anda hacia mí. / Quien ahora muere en el mundo, / muere sin motivo en el mundo: me mira a mí.

Poema “Hora Solemne”

Por Rainer María Rilke

La vida es un salón de clases, con grados, diplomas, felicitaciones y expulsiones. Claro que nos gustan más los honores que los castigos. Hay una ‘SESIÓN PÚBLICA SOLEMNE’ inventada por el hombre para la literatura (Premio Nobel), la religión, los reyes, estadistas, políticos, científicos, académicos, la mafia, las artes, los camaradas, capitalistas, etc. Hay también un SESIÓN SOLEMNE PRIVADA creada por Dios en el corazón de cada ser cuando atendemos su llamado. El encuentro con AMBAS nos da una gran alegría. Pero dicen que los ángeles del cielo hacen fiesta cuando un pecador se arrepiente de verdad. Por lo tanto, el gobernante ideal sería el que es aclamado en la tierra y en el cielo; es decir, EL SABIO Y SANTO. Fregada esa profesión política. ¿No les parece? Por eso no soy político, ni quiero ser presidente.

Una de esas horas solemnes fue conocer Mateo 25:35: `Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis;” que me enseñó sensibilidad universal, cuando cumplí la edad de responsabilidad y madurez moral. Previamente, a los 20, en la Universidad Pedagógica del Caribe el rector, Prof. Alberto Assa Anavi, nos había formado con la lectura de Rilke; y siendo su mejor traductor, nos recomendaba la lectura de “Cartas a un Joven Poeta.”Assa, como le llamábamos, nunca hablaba de sí, no le gustaban los homenajes, solamente servir en la enseñanza y la cultura; era un hombre sencillo siempre vestido de blanco. Después de su muerte me enteré que, siendo socialista y judío, su mejor amigo Fray Alfredo de Totana un fraile expatriado de la guerra civil española, era su consejero.

Assa había estado en la resistencia francesa, luchado contra la dictadura franquista, condenado a muerte, escapando milagrosamente para venir a dar a Barranquilla en donde transformó la cultura musical clásica, fundó la Universidad Pedagógica del Caribe; fue columnista de El Heraldo; nos enseñó a pensar. Un hombre amado por sus discípulos y la ciudad, creyente de la educación gratuita en todos los niveles, quien a cada uno de sus alumnos ayudó a conseguir beca, trabajo, lo que fuera necesario. Su más famoso examen, que duraba 8 horas, lo llamaba con una sencillez asombrosa: Examen de Cultura General. Uno podía pasar todas las materias, pero si perdía ese examen, no era digno de ser profesor de idiomas, ni de nada. PORQUE UN PROFESOR TENÍA QUE SER UNA PERSONA CULTA. Nos explicaba la diferencia entre estudiante, alumno y discípulo. Y nos decía: Un discípulo debe llegar a ser superior a su maestro. Guardadas las proporciones, porque no le conocí que profesara ninguna religión, me recuerda al Papa Francisco.

El examen de cultura general duraba 10 horas seguiditas. No había clase, salón, ni profesor para esa materia. Buscaba inculcarnos la capacidad de autoformación. Se llevaba a cabo cada semestre para el que existían obras de lectura obligada y otras de libre elección. Teníamos que resumirlas, analizarlas, criticarlas; debíamos dar cuenta de los conciertos de música clásica, conferencias, actividades culturales. Nos planteaba problemas de ética y política. Uno terminaba escribiendo, a mano, unas 10 o más hojas, tamaño oficio de doble cara. Podíamos ir a la tienda de la esquina, comer algo, ir al baño que, en una universidad pública, eran una tacita de plata. Y nos decía: “La cultura de los pueblos comienza en los baños.” El Profesor Assa se leía cada examen, permitiéndole saber lo que pensaba y sentía cada uno de sus estudiantes. Estoy tratando de ser uno de sus discípulos; pero me falta aprender bien alemán, flamenco, ladino, catalán, italiano, turco; fundar institutos y tener las distinciones y reconocimientos que recibió. Pero su principal lección fue esta. Siendo yo uno de sus estudiantes preferidos, una vez fui a pedirle un favor: que dejara ingresar al Instituto Experimental del Atlántico a René, mi hermano menor. Me dijo: “No, Pedro. Tú puedes pagarle un colegio a tu hermano y le quitarías el cupo a alguien de menos recursos que tú.” Sabía que esa negativa era por el bien de mi alma.

Su filosofía de vida era ser útil. Había dejado instrucciones para que al morir su cadáver fuera donado a la facultad de medicina de la Universidad Libre, seccional Atlántico. Militando yo en el Partido Socialista Colombiano, fundado por Antonio García Nossa y perseguido por los mamertos que no concebían una tercera vía, de Cuba me ofrecieron una beca. Consulté con mi maestro. En 1962 cuando ya funcionaba el paredón como algo rutinario, me dijo: “Mi querido Pedro, si esos cubanos son socialistas, yo soy un paraguas.” Sabias y proféticas palabras. Me fui a estudiar, becado por la Fulbright, a Drew University.

Otra experiencia educativa que me marcó, siendo ya profesional, y que viene al caso para nuestro escenario político actual, ocurrió en el Colegio Colombo Hebreo de Bogotá hacia el año 1998 cuando era rector el Dr. Sachs. Dictaba mi primera clase a los alumnos de grado 11, a las ocho de la mañana. De pronto una señora que no sabía quién era, empleada del colegio, abrió la puerta del salón y le dijo en voz alta a uno de los alumnos, algo así como. “Oye, fulano, te esperan en…” Y antes de que cerrara la puerta un grandulón le gritó: “Oiga vieja, no interrumpa. ¿No ve qué estamos en clase?” Tenía yo un dilema: por prudencia quedarme callado, o no dejarme irrespetar, porque si permitía ese irrespeto, ahí moría mi autoridad. Me fui donde el más grandote que yo y le dije: “En mi clase usted respeta a esa dama, y a sus compañeras, no importa cómo se comporten; usted le va a pedir excusas;” se lo dije en tono bastante fuerte y lo saqué de clase. Era uno de los líderes, me enteré después; un gamberro. Al terminarme presenté ante el rector y le dije: “Vengo a que me bote del colegio,” le conté lo ocurrido y me dijo: “No se preocupe profesor, así se hace.” Ese alumno es hoy una persona respetable de la comunidad judía.

Días después me enteré de la siguiente anécdota del rector. En una ocasión un padre de familia se presentó al colegio quejándose de que la profesora de español, se la tenía montada a su hijo, pues lo rajaba. (El chico tenía problemas.) Pidió hablar con ella delante del Dr. Sachs y él la mandó a llamar. El señor, delante del rector, empezó a insultarla. El Dr. Sachs (una persona mayor, de canas) le dijo: “Respete a la profesora, señor.” El otro dijo: “Hago lo que me da la gana. Quién me lo va a impedir.” El Dr. Sachs se puso de pie y dijo: “Yo.” Y sacó una pistola que llevaba al cinto. Encañonado lo sacó del colegio y le prohibió la entrada. La comunidad judía se alborozó. Decían: “Aleluya. Tenemos calzones en el colegio.” Después supe que el Dr. Sachs era rabino y había sido comando israelí de las fuerzas especiales. Me di cuenta que, a veces, lo que un país necesita es alguien que no necesariamente sea santo ni sabio, sino que tenga los calzones para hacer respetar PERSONALMENTE la autoridad de la que ha sido investido. Cuando eso se hace, algunos tontos lo llaman autoritarismo y sufren las consecuencias cuando a ellos los ‘irrespeta’ el terrorismo, pretendiendo gobernarlos.

En esos personajes pensaba y en Rilke cuando veía en Villavicencio el monumento a las 8.472.143 víctimas desde 1985 hasta 2017. Nos leía mi maestro de “Cartas a un Joven Poeta”: "Para esas dos tareas (amor y muerte, que veladas y ocultas llevamos dentro, y que retransmitimos a otros sin descorrer el velo que las recubre) no se podrá dar con ninguna regla común que se funde en algún convenio." Y me dejé acompañar en ese recuerdo por el toque de silencio militar. Fue mi hora solemne. Pero me faltaba el flechazo de Dios.

Porque hay otra hora solemne cuando a través del arte, la poesía, la lectura de un libro inspirado, los acontecimientos, el raciocinio, el argumento, la política, UNA GUÍA PARA PREPARAR LA VISITA APOSTÓLICA DEL PAPA, ves el sufrimiento humano, la injusticia, la trascendencia del hombre, etc. Muchas cosas. Pero todo ese cúmulo de experiencias no te transforman; o si lo hacen, ocurre de tal manera que no lo notas. Le falta el ‘signo vivo’ que yo llamo el flechazo de Dios.

Tenía la sospecha de que el ‘Primer paso’ del Papa Francisco, basado en su Teología del Encuentro, nos preparaba para asimilar una lección académica. Me refiero al Encuentro 8: Sembremos bondad con nuestros actos. La Meta dice: “Renovar el compromiso de ser testigos del amor y la misericordia para con todos, por medio de acciones bondadosas.” Y el Signo es: “Cartelera con fotografías que muestren acciones bondadosas realizadas por diversas personas.” Se sigue una metodología impecable con los siguientes pasos: Oremos, Dialoguemos, Escuchemos la Palabra de Dios, Profundicemos, Para nuestra vida, Celebremos, Recordemos; es decir, todo un entrenamiento intelectual, moral. Lo hice, como buen alumno. ¿Pero me había transformado? No. Y vino el flechazo de Dios, el signo vivo. De igual forma el Papa Francisco también fue tocado por Dios: “Han sido días intensos y hermosos. He conocido realidades que me han tocado el corazón.” El flechazo de Juan Gossain en Cartagena, lo reporta así en entrevista al Contralor Edgardo Maya:

“El episodio de las palomas lo dejé a propósito para el final porque sabía que ustedes no me lo iban a creer, ni Edgardo Maya tampoco, pero pongo de testigos a dos mil quinientas personas que se arremolinaban ese domingo en la plaza de San Pedro Claver y en los balcones del vecindario, por donde antiguamente pasaban vendiendo esclavos, en el centro colonial de Cartagena.

“Lo que ocurrió es que, en el preciso instante en que el papa Francisco hablaba de justicia, verdad y reconciliación, llegaron a la plaza las bandadas de palomas. Eran como trescientas y volaban en formación perfecta, una detrás de otra, sin salirse de la fila, como si alguien las estuviera dirigiendo.

“Luego, de una en una, en perfecta compostura, se posaron en el caballete de tejas coloradas que se abre sobre la esquina de la plaza, mirando a la carpa blanca donde estaba el Papa. Cuando terminó de hablar, las palomas levantaron vuelo en una hilera juiciosa, dieron una vuelta por el atrio, como si estuvieran en un desfile, y después volvieron la espalda. Desaparecieron por encima de la muralla, hacia el mar.” (‘Por el bien de Colombia, yo perdono a los asesinos de mi esposa’, El Tiempo, septiembre 13 de 2017)

Ahora bien, la llegada de una bandada de palomas en forma ordenada quizá no sea el resultado ‘racional’ de la homilía del Papa; quizá tampoco la conversión de una multitud se produzca por el volar de las aves según NUESTRO PARADIGMA HUMANO DE LA RELACIÓN CAUSA – EFECTO. Como es imposible dar una hipótesis de esa especial relación causa-efecto entre los dos fenómenos, uno intenta identificar un tipo diferente de relación. Encuentra entonces una especie de vínculo, escondido a la atención normal de la mayoría de la gente, y lo llama, como Jung, coincidencia significativa o sincronismo; otros lo llaman milagro que sería una coincidencia en el tiempo de dos o más acontecimientos, que no estarían producidos por la misma causa, pero que tendrían el mismo o similar significado. Sin embargo, este significado sólo es comprendido por la persona que lo experimenta, y quien lo percibe y le presta atención suele sentir una extraña relación entre su universo interior y el exterior. Otros ejemplos de estas ‘coincidencias’ se produjeron con la visita del Papa: el cambio de clima de un día lluvioso para que saliera el sol, al igual que ocurrió en Fátima. Yo interpreto el mensaje de las palomas de esta manera:
Hasta las palomas intuyen cuando la verdad se presenta en sonidos de palabras aunque no entiendan. Y la verdad gusta. ¿Cuál es la ceguera del hombre que no ve esa verdad? ¿Su ‘razón’, el prejuicio, qué? ¿Quién o qué causa esa ceguera?

EJEMPLOS BÍBLICOS CONOCIDOS UNIVERSALMENTE Y ALOS QUE NO LES PARAMOS BOLAS.

Lucas 19: 39-40 “39Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. 40Respondiendo Él, dijo: Os digo que si éstos callan, las piedras clamarán. Habacuc: Habacuc 2:11. Ciertamente la piedra clamará desde el muro, y la viga le contestará desde el armazón.

Mateo 27: 50 – 54. "50. Pero Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu. 51. En esto, el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hendieron. 52. Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron. 53. Y, saliendo de los sepulcros después de la resurrección de él, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos. 54. Por su parte, el centurión y los que con él estaban guardando a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: «Verdaderamente éste era Hijo de Dios.»"

Lo mío ocurrió cuando, después del golpe que el Papa se dio en el pómulo izquierdo, entró a la casa de una humilde mujer, Lorenza Pérez, en un barrio pobre en donde ella alimenta a los más pobres. Allí el Papa, en la habitación de la humilde mujer, pudo ser atendido por sus médicos; al salir bromeó como de costumbre. Para él había sido un incidente sin importancia, según interpretan los narradores de noticias; no para mí. Pero faltaba la otra parte de la lección: el testimonio de Lorenza Pérez. Recuerdo que dijo algo así como: “Me agradeció, me abrazó, me dio un beso en la mejilla, nos bendijo a todos en la casa, y me dijo: “Usted vale mucho en el mundo entero.” Y ahí fue el flechazo: Lloré. (Eso no estaba en el posible libreto que muchos dicen organizaron los expertos para la gira papal)Me di cuenta que lo de Lorenza era auténtico, importante para el Reino de los Cielos en este mundo y en el otro, era rica en el amor de Dios; aunque no era importante ni para el socialismo, ni el capitalismo; solo para los pobres desheredados de Cartagena.

Y recordé entonces a Lucas 19: 1-10 que es la situación de muchos ricos que querían ver al Papa y no pudieron; que hubieran querido alojarlo en sus mansiones, y no fue así; en cambio tuvo el privilegio de hacerlo un despreciable pecador, según los parámetros de esa época. Y empecé a ver que el Evangelio podía ser un signo muerto, intelectual, de debate religioso, etc., o uno vivo, si miras y sientes la vida con cuidado y respeto. Y empecé a ver otros signos con la visita del Papa. He aquí algunos.

1. ¿Por qué la gente se emociona de manera inexplicable; por qué impacta? Obama es mejor comunicador que el Papa, sin embargo algo le falta. ¿Qué es? El Papa tiene autoridad divina que es algo vivo; una fuerza. Los japoneses la llaman HARA y sale desde lo más íntimo de la persona. Fue lo que impactó a los doctores de la ley cuando de joven Jesús predicó en la sinagoga. Todos los que lo oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas. Porque enseñaba con autoridad. MARCOS 1, 21-22. Yo puedo comunicar un millón de veces “Seamos caritativos”; pero eso es información, a lo sumo comunicación. Pero si lo dice el Papa, es algo vivo que te penetra. Y eso es una gracia que Dios le ha dado como Sumo Pontífice, no como Jorge Mario Bergoglio. Pero tuvo que prepararse.
2. Todos sonreímos. Si nuestra dentadura es perfecta y somos apuestos, un regalo de Dios, porque quería que fuéramos presentadores de televisión; podremos servir para un comercial de dentífrico. Pero la sonrisa del Papa que también se la dio Dios, es otra cosa, evangeliza sin decir nada. Porque tiene autoridad. Otros lo llaman carisma, cuya definición cristiana dice: Gracia o don concedido por Dios a algunos hombres en beneficio de la comunidad.
3. El Papa es acusado de reunirse con quien no debía. Lucas 19. 7: «Ha ido a hospedarse con un pecador». Y el evangelista explica por qué: “Porque vino a salvar a los perdidos.” En aquella época consideraban pecador a quien cobraba los impuestos, Zaqueo. ¿Podrían considerarse ‘pecadores’ a los agentes de la DIAN? El derecho y la moral parece que eran la misma cosa.
4. Y Lorenza Pérez fue el Gran Samaritano al ser el Papa curado en su casa.
5. A Jesús lo seguían las multitudes; pero esas multitudes lo abandonaron y condenaron. ¿Por qué? Sus discípulos lo dejaron solo frente al suplicio; Pedro lo negó. ¿No niegan muchos católicos al Papa?
6. Nos revela el P. Francisco de Roux, S.J. en su columna “Francisco, el Papa jesuita”: “El día que entró de jesuita, Jorge Mario Bergoglio aceptó unirse para siempre a un grupo de “hombres despojados de sus propios afectos, muertos a sí mismos para vivir para la justicia…”. Y respondió afirmativamente cuando le preguntaron si tenía “el deseo de aborrecer en todo y no en parte cuanto el mundo ama y abraza, y de admitir y desear con todas sus fuerzas posibles cuanto Cristo nuestro Señor ha amado y abrazado”. Y aceptó que “en contra de honores, fama y estimación de mucho nombre en la Tierra deseaba intensamente vestirse de la misma librea de su Señor… hasta pasar injurias, falsos testimonios, afrentas y ser tenido y estimado por loco (no dando ocasión alguna de ello) por desear parecer e imitar en alguna manera a Jesucristo”. Imitar a Jesucristo; ese es su carisma.
7. El ‘accidente’ que le dejó el pómulo izquierdo herido, es una pequeña muestra de Isaías 53: El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él. ¿Quién lo castigó? No fue Dios. Sino algo llamado ‘azar’ que no es tal.
8. Muchos dicen que el Papa es político. Quizá por eso Timochenko le escribió rogando el perdón y Santos se ufana de la paz. Putin también le solicitó que consagrara Rusia al Inmaculado Corazón de María y el Papa, como pastor, se negó porque estableció la diferencia entre los verdaderos y falsos abanderados de la paz, sin decirlo. En el Evangelio se les llama falsos profetas. En Mateo 7: 21-29 se expresa claramente en la Biblia de Jerusalén:
9. 20 “Así que por sus frutos los reconoceréis. 21. «No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. 22. Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?"23. Y entonces les declararé: "¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!"24.«Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: 25.Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca.26.Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: 27.Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.»28. Y sucedió que cuando acabó Jesús estos discursos, la gente quedaba asombrada de su doctrina; 29.Porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.

Ahora bien, a todos nos puede ocurrir cualquiera de los incidentes o episodios que le pasaron al Papa. ¿Pero por qué lo de él es diferente? Porque esos ‘incidentes’ están construidos de tal manera que sobrepasan el calificativo de coincidencias. Muchos los llaman ‘diosidencias’; Jung lo llamaba coincidencias significativas lo que quiere decir que cada parte del universo nos habla, señala, cuestiona.

¿Quiénes produjeron el monumento de las víctimas en Villavicencio que seguramente el gobierno construyó a la carrera para la venida del Papa? Fue la política, el crimen organizado, las guerrillas, los paramilitares, no el Evangelio Verdadero y vivo que nos vino a predicar Su Santidad el Papa Francisco. Por sus frutos los conoceremos. El darme cuenta de lo anterior fue mi hora solemne y el flechazo de Dios. Es decir, la verdadera paz se edifica sobre el Evangelio, no sobre los intereses humanos. Por eso el Papa le dijo a los obispos: “Ustedes no son políticos, son pastores.” Y para probarlo les mostró lo que el carisma de Dios puede hacer: Sacar del fango del odio y la indiferencia el corazón de la verdadera Colombia que quiere oír la voz de la misericordia de Dios, sin olvidarse de la ley y la justicia, los tres pilares fundamentales de la sociedad.

Sin embargo, todo lo anterior, aunque suene esperanzador; aunque el Papa nos infunda fe, nos diga que no tengamos miedo, nos llame a la reconciliación, la alegría, la esperanza; aunque las cortes, el congreso, los abogados debatan, o prueben que una cosa está bien y la otra mal; aunque unos digan que el Papa es político y otros no; solo sirve para una cosa: que 47 millones de Colombianos nos sintamos evangelizados, acusados de intolerancia, envueltos en una cosa oscura que se llama polarización. Mientras que otro grupito de compatriotas permanece en silencio. Ese grupito no se atreve a decir: “Hermanos, no tengan miedo de nosotros; no tienen razón para sentirlo.” (Nótese que digo ‘hermanos’, no camaradas.) Y no lo dicen porque ellos también tienen miedo de renunciar a su ideología. ¿Con qué la remplazarían?

Y a nosotros nos parece normal que no renuncien porque nosotros tampoco renunciaríamos a nuestro catolicismo. Pero como nos daría pereza buscar y probar la verdad, dejamos las cosas así. Como el Papa no mencionó nombres, cada quien podrá decir que el Papa le habló a fulano y mengano, y se siente bien consigo mismo porque él no fue el único aludido. No sé si el Papa les habló a las Farc, paracos bacrim, clanes. Y si se dieron por aludidos ¿por qué no se pronuncian? Por lo que en Colombia nadie cree en la conversión democrática de las Farc y menos en el cambio DE LA MENTE criminal de los otros grupos que, de alguna manera son tontos útiles para la mafia internacional, o la criptopolítica que quiere tomarse el estado.

Mientras ese miedo se pierde, mientras esa reingeniería de la conciencia no tenga lugar, los 47 millones tendremos que regirnos por la diferencia entre moral, lo que nos predicó el Papa y que las Farc niegan con su marxismo, al considerar lo del Papa como ‘opio del pueblo’; y el derecho, lo que dice la ley, en la que existe el argumento y contraargumento para que la coerción de la ley sea justa. Eso no necesariamente va a generar más violencia, si lo comprendemos. Espero que esa hora solemne de la comprensión llegue para los incondicionales de la paz; predicadores incansables del apocalipsis porque en el 2018 hay elecciones presidenciales.

Los escenarios de Assa, Sachs y el Papa Francisco me enseñaron que educación y humanismo, autoridad, trascendencia y el mundo de lo milagroso, no son excluyentes si se viven o utilizan en el momento justo, con las personas adecuadas, por las razones correctas, sin comprometernos por hacer prevalecer el uno o el otro, ya que pueden coexistir en el mismo cerebro. Cualquier preeminencia del uno o el otro nos puede llevar a un respetable fanatismo. ¿Será que pasaremos o perderemos el año? Tuvimos un excelente Maestro, el Papa, nos recordó viejas lecciones y las hizo nuevas con su presencia y carisma; y nos hizo las demostraciones del caso. Probemos que sí podemos. Pero que no nos traten de vender un certificado chimbo de estudios, porque Dios no se deja corromper ni estafar en lo relativo a la Verdadera Paz o Su Justicia porque Él las inventó.

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