Carlos Alberto Montaner: Venezuela tiene “un Gobierno de delincuentes” y se debe activar la Convención de Palermo

Carlos Alberto Montaner, periodista y escritor cubano, visitó la Universidad Francisco Marroquín (UFM) en Guatemala durante las actividades de la conmemoración de los 100 años de la Revolución Bolchevique, evento histórico que se analizó desde la perspectiva de los derechos humanos.

A los 17 años Montaner fue apresado por las fuerzas de Fidel Castro por “tratar de impedir que la dictadura comunista consiguiera consolidarse” y condenado a 20 años de cárcel. Logró escapar y refugiarse en una embajada, donde consiguió un salvoconducto para abandonar la isla. Desde ese momento ha sido uno de los mayores opositores del régimen castrista.

Durante su carrera como periodista ha escrito para más de 20 medios de Latinoamérica, quienes publican sus columnas semanalmente. Durante su visita a la UFM el PanAm Post aprovechó para platicar con él.

¿Qué piensa del nuevo giro de la relación Estados Unidos-Cuba?

Yo creo que era bueno rectificar algunos excesos de Obama. La administración anterior había entregado una serie de ventajas al Gobierno cubano sin esperar nada a cambio. Eso me parecía absurdo. Yo no tengo ninguna simpatía por Trump, pero creo que en el tema cubano está actuando con cierto sentido de responsabilidad.

¿Cuál es el mayor sentido de responsabilidad que está teniendo Trump?

Exigirle al Gobierno cubano respeto por los derechos humanos y ciertos cambios si quieren tener una buena relación con los Estados Unidos.

¿Cuál fue el mayor exceso de Obama?

Olvidar que el régimen cubano era profundamente antinorteamericano y que actuaba en consecuencia o como consecuencia de ese criterio rígido, además de considerar que la estructura de poder en Cuba se conducíade esa forma por la forma en que los Estados Unidos había tratado al Gobierno cubano.

Obama no sabía —era muy pequeño o no había nacido— que cuando comenzó la revolución cubana Estados Unidos hizo grandes esfuerzos por acercarse a la Revolución Cubana, en 1959 hasta marzo de 1960. Después de ello Estados Unidos decidió que era imposible porque había una decisión de parte del Gobierno cubano de convertirse en un satélite de Moscú.

¿Cuáles son los siguientes pasos que Trump debería dar?

Yo creo que el Gobierno de Donald Trump todavía tiene mucho margen de actuación. Un punto importante para la administración de Trump es ver las relaciones entre el Gobierno cubano y el Gobierno venezolano y actuar en consecuencia. El establecimiento de la democracia en Venezuela sería un golpe bastante duro y severo para el Gobierno cubano.

¿Usted quién cree que atacó a los diplomáticos estadounidenses en Cuba?

Hay dos hipótesis: que fue el mismo aparato de seguridad cubano probando equipo que ellos mismos han desarrollado y, la otra hipótesis, que fue el Gobierno ruso castigando a diplomáticos norteamericanos por alguna cosa que desconocemos. Donde Estados Unidos pudo penetrar a Rusia y Rusia está castigando a Estados Unidos por medio de sus diplomáticos. En el pasado esto ha ocurrido, así que podemos pensar que está sucediendo otra vez.

¿Cuáles tendrían que ser las acciones de Estados Unidos en contra de Venezuela?, ¿qué medidas debería tomar?

Yo creo que debe de tomar más represalias contra los narcotraficantes que operan en el Gobierno venezolano y activar la Convención de Palermo; que es una convención de las Naciones Unidas en contra del crimen organizado. Porque el Gobierno venezolano no es un Gobierno ideológicamente dirigido, es un Gobierno de delincuentes. Se tendría que utilizar ese instrumento para castigar a esos delincuentes y a quienes se relacionen con ellos.

Siguiendo con Venezuela, ¿qué opinión tiene de las pasadas elecciones?

Fue un robo descarado. Creo que se invirtieron los resultados. Yo recibí un correo electrónico de alguien, que supuestamente conoce las interioridades de lo que pasó, diciendo que la oposición había recibido 7.200.000 votos y el Gobierno 2.300.000 o algo así y que la oposición realmente había ganado 20 o 21 de las gobernaciones.

Entonces, ¿qué papel debería jugar la oposición venezolana?

Yo creo que se está poniendo a la oposición en un papel muy duro de tener que recurrir a la violencia para hacer respetar a los derechos humanos.

¿Cuál cree esel camino que se debe seguir para salir de la dictadura?, ¿elecciones, más violencia?

Creo que más resistencia. Ya se sabe que el Gobierno venezolano no tiene ninguna voluntad de entregar el poder por las buenas. Le corresponde a la oposición decidir qué es lo que va a hacer.

¿La MUD es una buena oposición?

Es una oposición política, quizá no es el momento para una oposición política. Quizá es el momento de mayores audacias.

Entonces, ¿Venezuela debe de combinar la oposición política con resistencia?

¿Qué piensa del papel que han jugado los países de Latinoamérica en contra de Maduro?

Yo creo que los países del Grupo de Lima (Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú) son muy importantes, porque son los países de mayor peso.

Esos países, si los medimos en número de habitantes, es una cantidad abrumadora de latinoamericanos en contra de esa dictadura. En cambio si lo medimos por Gobiernos, entran a jugar los islotes del caribe, que son en general, un islote con una bandera y un himno, y algún pozo petrolero. No significa nada desde el punto de vista numérico, pero tiene significado desde el punto de vista de los gobiernos.

¿Qué piensa del papel de la OEA en el tema de Venezuela?

Yo creo que ha sido ejemplar su actuar. Yo creo que Luis Almagro ha hecho un trabajo espléndido, apegado al derecho, apegado a la letra y espíritu de la declaración de 2001 de Lima. Donde se establecieron las condiciones para poder formar parte de la OEA y se determinó que debían de ser democracias activas, y como eso no ocurre en Venezuela, Luis Almagro ha tenido una posición muy firme en contra de ese Gobierno.

¿Por qué piensa que Luis Almagro sí lo ha hecho y sus antecesores no?

Sus antecesores fueron demasiados complacientes y Luis Almagro tiene la ventaja de haber sido un hombre de izquierda y de haber sido canciller de Mujica en Uruguay. Quiere decir que nadie lo va a acusar de ser un hombre de derecha ni mucho menos. El ejemplo de Almagro debe aprenderlo el anterior presidente, Inzulsa, porque él desgraciadamente no se comportó bien.

Saliendo un poco de Venezuela y hablando de los países vecinos, ¿qué piensa de la izquierda de El Salvador y Nicaragua?

Yo recuerdo una entrevista que leí cuando Sánchez Cerén era candidato a la vicepresidencia con Mauricio Funes; en ella dijo que “una vez que ellos llegaran al poder se acabaría la alternancia al poder, que el poder no era para entregárselo a los enemigos de la sociedad, sino para conservarlo”. Yo temo que algo de esto intentará hacer en el futuro en El Salvador. No sé si lo conseguirá o no, pero no hay duda de que Salvador Sánchez Cerén es un comunista consumado.

¿Y qué piensa sobre Daniel Ortega?

Ortega es un caso curiosísimo, ya que él ha inventado el somozismo con el lenguaje de izquierda. Es un estilo de dictadura protocapitalista con un lenguaje radical de izquierda fuera de las fronteras de Nicaragua. Dentro de las fronteras de Nicaragua es una persona que funciona a favor de la economía de mercado y a favor de los Estados Unidos. Sin embargo, su discurso es otro. Es como esas personas que conducen a la derecha, pero ponen la vía a la izquierda.

Pero, ¿considerando el Nica Act?

Eso yo creo que está bien el Nica Act, porque hay una gran ambigüedad de parte de Daniel Ortega. Yo creo que Daniel Ortega debe darse cuenta que llegó el fin de su Gobierno, de su mandato, de su época. Y debería buscarle una salida a su Gobierno y no empecinarse en mantenerse en el poder; él o su mujer.

¿Por qué cree que ha llegado el fin de su Gobierno?

Porque no tiene ningún sentido lo que está haciendo. Es decir, no puede hacer la revolución porque no puede ejecutarla y al mismo tiempo está haciendo un servicio muy malo a la economía de mercado y a la democracia con esa ambivalencia y esa dicotomía extraña entre lo que dice y lo que hace.

Si cae Venezuela y Cuba se acerca un poco más a los Estados Unidos, ¿qué futuro le ve a la izquierda en Latinoamérica?

La izquierda se refugiará en el ecologismo, en el indigenismo y se refugiará también en el anticapitalismo. No promocionará las categorías marxistas porque no tiene sentido, pero sí verá los males de la sociedad y estará enjuiciando los males de la sociedad sin proponer ninguna alternativa razonable. Es a lo que se dedicará esa izquierda.

¿Esa futuro lo ve en Cuba o todos los países en general?

Yo creo que Cuba se las ha arreglado para siempre estar en contra de la marcha de la historia. Cuando todos los países latinoamericanos se independizaron, Cuba continuó bajo el control de España. A partir del año 59 se convirtió en un satélite de Moscú y ahora, probablemente, el comunismo cubano entrará en una crisis terminal tan pronto se retire Raúl Castro. Yo creo que empezará una transformación, un cambio que al final acabará por liquidar esa dictadura.

¿Cuánto tiempo cree que le quede a la dictadura de Venezuela?

Sabes que es muy difícil calcularlo. Realmente no lo sé.

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