Los profetas electorales

En época electoral, y más para los comicios del Congreso, surgen en el espectro una serie de profetas o gurús o pitonisas que pretenden hacer cálculos acelerados sobre la forma de cómo el pueblo va a decidir la conformación del nuevo Legislativo y, en muchos casos, lo hacen sin sustento técnico o, por lo menos, con la consulta de fuentes fidedignas que refuercen las tesis.

En su aventura adivinadora, los 'sabios' en materia electoral pretenden quitar y poner senadores y representantes a la Cámara de acuerdo a su propio criterio y haciendo gala de unos conocimientos miopes de una visión errada que no supera la punta de la nariz.

La experiencia ha demostrado que en anteriores procesos electorales los cálculos podrían tener aproximaciones muy cercanas a la realidad. De hecho, se encontraban publicaciones muy sustentadas, que al final de la jornada electoral le atinaban, por así decirlo, a un 60 o 70 por ciento de lo que habían escrito.

No obstante, las elecciones de este año son bastante atípicas y la coyuntura del país descarta cualquier posibilidad de cálculo, dado que en el escenario existen tantos inconformismos populares que, ni siquiera, las mismas encuestas profesionales y con fórmulas de estadística comprobada han podido coincidir con lo que sería el nuevo Congreso que se posesiona el 20 de julio próximo.

Recientemente el portal La Silla Vacía Paisa publicó en la web una nota que argumentaba que el senador José Obdulio Gaviria estaba en la cuerda floja de su elección y el análisis de quien redactó esa nota no deja más remedio que soltar una sonora carcajada.

Ese 13 de febrero, el mencionado portal publicó la nota en mención y se refiere a que el esquema adoptado por el Centro Democrático de abrir su lista al Senado puso en la cuerda floja a José Obdulio y otros abanderados del uribismo.

En la nota se trae a colación las palabras, textuales, de una fuente que prefiere mantenerse en tinieblas, quien según el redactor dijo que "a José Obdulio, como a los uribistas de siempre, les queda muy difícil pedir votos para ellos, porque siempre le han pedido votos a Uribe" y señala que dicha persona "no quiso ser nombrada para ahorrarse problemas con sus copartidarios".

En periodismo es dado que el redactor utilice esta artimaña de poner sus propias palabras en boca de una fuente que "prefiere en anonimato", pero en realidad se trata de una visión subjetiva de quien redacta la nota.

Recordó además que José Obdulio ha dicho que la lista abierta es "la madre de todos los males". En eso tiene razón, porque el 'escudero' de Uribe, como se le ha llamado, ha sido consecuente con esa posición que siempre dice en medios, reuniones y la plaza pública. Lo que no tiene en cuenta el redactor es que Gaviria también reconoce que estas fueron las reglas de juego que se adoptaron en el Centro Democrático y que él, en su disciplina partidaria, acató.

En su análisis, también hizo referencia a las elecciones de hace cuatro años, en la que el Centro Democrático se fue con lista cerrada. La miopía electoral aflora en este punto, ya que es absolutamente erróneo comparar dos elecciones que utilizaron mecanismos diferentes para acceder al Congreso.

Hay que explicar que en la lista cerrada los candidatos, de acuerdo a su posición en la misma, van entrando de acuerdo a la votación por la lista y al haber superado el umbral electoral (mínimo de votos que se requiere para acceder al Congreso, hoy del 3%) se aplica el sistema de cifra repartidora y eso determina el número de curules que obtiene la colectividad.

En la lista abierta, el partido simplemente funciona para identificar la filiación política de los candidatos y el reconocimiento de la colectividad a través de un aval. De ahí en adelante son campañas independientes bajo el manto de un partido, lo que se traduce que, por lo menos este año, en el Centro Democrático hay 60 campañas independientes para Senado y eso se traduce en que cada uno de ellos debe captar votos para el partido y para ellos.

Por eso la comparación es inútil en este caso específico, porque son dos esquemas de elección muy diferentes y que cualquier intento por tratar de hacer profecías solo podría terminar en una especulación nada argumental ni técnica que invitaría a mirar una 'bola de cristal' para predecir cualquier cosa.

Finalmente, la nota puso en duda la existencia de la Fundación Centro de Pensamiento Primero Colombia al argumentar que José Obdulio "no tiene claro cuántos votos le daría ese centro no solo porque nunca se ha medido sino porque no es una estructura electoral".

El mismo senador Gaviria dijo: "La estructura del Centro de Pensamiento es el uribismo, tiene 19 capítulos en igual número de departamentos" y recordó que este Centro de Pensamiento defendió el referendo de 2003, la reelección en 2005 y dio la partida para la fundación del Centro Democrático en 2012.

Para redondear y culminar, la visión que tiene la Silla Vacía Paisa del Centro de Pensamiento es la de la política mañosa que existe en el país y pretendieron igualarlo con las empresas electorales que tienen los gamonales, caciques, ñoños, musas y todos los etcéteras que sí saben con cuantos votos cuentan sobre la base de las tulas de dinero que manejan en estas épocas.

Por esto, solo resta decir que los profetas electorales o pitonisas o lo que sean deben tener un mínimo de rigor para hacer sus 'proyecciones' y dejar la calentura que producen estos procesos electorales para decir tanta mentira junta en tan pocas líneas.

 

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