¿Un Congreso decente?

La noticia política de la apertura legislativa para el período 2018 – 2022 fue, sin lugar a dudas, la presencia de los señores de las Farc en el Congreso de la República, por cuenta de su derecho adquirido en los acuerdos de La Habana, donde sin ningún tipo de consideración frente a las víctimas del conflicto, las verdaderas víctimas, se les otorgó 10 curules, cinco en la Cámara de Representantes, cinco en el Senado de la República.

Al verlos en tarima, a los señores de las Farc, me acordé de una imagen de una señora a quien los colombianos no conocían, quien vociferó a rabiar por la presencia del señor Mancuso en el Congreso en la tribuna. Esa, señora fue nada más, ni nada menos, la hoy flamante senadora Angélica Lozano, de los Verdes.

Contrasta el relativismo moral de la sociedad colombiana para con los señores de las Farc quienes ahora gozan de la plenitud de sus beneficios vs la ferocidad con que se ataca a todo aquello que representan los paras en cabeza del señor Mancuso.

Pero no solamente fue la presencia de los señores de las Farc en el Congreso quienes marcaron la pauta el pasado 20 de julio.

También lo fue el profesor Antanas Mockus, locus, quien en un acto de descortesía para con sus colegas y el pueblo colombiano decidió bajarse los pantalones para mostrar su nalga pelada mientras el saliente presidente del Senado, senador Efraín Cepeda, comentaba con las manos temblorosas sobre el resultado de su gestión.

Da grima ver a una persona como Antanas, a sus 62 años, con su nalga pelada, blanca, haciendo el supuesto acto académico, de protesta.

Yo, me pregunto: ¿porqué los actos delictivos de la izquierda son permisivos, permitidos, admirados, porqué los de la derecha reprimidos, judicializados?

¿Ese es el Congreso decente que quieren promover los verdes, progresistas y demás?

Ni hablar del discurso del presidente JMS, quien pareciera que viviera en el país de las mil maravillas, desconociendo las realidades que padecemos los colombianos, los ciudadanos de a pie.

Tal vez su discurso de salida fue la madre de todas las mentiras, como bien lo comenta Alfonso Monsalve en el Mundo.com. Comenta Monsalve: que yo tenía claro que Santos es un mentiroso compulsivo, un mitómano. Pero, su discurso de despedida supera cualquier consideración al respecto.

El país que deja JMS es un país fraccionado y dividido.

Lleno de problemas de corrupción que pervirtieron al Congreso de la República saliente con la famosa mermelada del entonces ministro Echeverry.

El cartel de la toga.

Las ministras impolutas y las grabaciones de Prieto.

Un sistema de salud casi que quebrado.

Una economía muy débil con la deuda pública más alta de la historia.

Ni hablar de su empeño permanente por la manipulación a los medios de comunicación, la gran prensa, quien pasó de agache durante sus ocho años guardando un silencio cómplice con todos sus escándalos de corrupción; siendo permisiva y pasiva como lo fue el caso de Néstor Morales, en Blu Radio, con su famosa entrevista a Prieto sobre el caso de Odebrecht dizque para defender al Presidente.

Puntilla: Y, hablando del cartel de la toga, no van a descansar hasta ver a AUV en la cárcel…

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