Colombiano indigno

La Constitución colombiana de 1991 en su artículo 196, parágrafo tercero, dice textualmente: “El Presidente de la República, o quien haya ocupado la Presidencia a título de encargado, no podrá salir del país dentro del año siguiente a la fecha en que cesó en el ejercicio de sus funciones, sin permiso previo del Senado”.

El presidente Santos, Juanpa -como le gusta que le digamos- o sus asesores, tenían que conocer la prohibición para salir del país dentro del año siguiente a la terminación del mandato. Aunque en el artículo citado no aparece la sanción en caso de su violación, la tiene que haber. No había necesidad de establecer sanción alguna, suponíamos los constituyentes de 1991, porque la dignidad del presidente saliente le impedía violar ese punto de la Constitución. Pero cuando la dignidad se pierde, habría sido mejor establecer sanciones administrativas o penales. No contábamos con la calidad de mandatarios que vendrían en el futuro.

Con fotos nos demostró el mandatario indigno que quería violar otra vez nuestra Carta Magna. Ya se había acostumbrado a hacerlo impunemente y una vez más no le importaba. No pidió permiso al Senado de la República, simplemente informó.

Muchos me han criticado mis artículos por mostrar quién era el mandatario que por error elegimos en 2010 y por fraude se reeligió en 2014. Ahora se darán cuenta, se tienen que dar, de que fue un mandatario indigno que no merecía, que no merece, haber sido presidente de Colombia. Un presidente que nos traicionó, que les entregó el país a los criminales, que dejó un país en ruinas, que gobernó rodeado por la corrupción con su beneplácito.

El Congreso de la República se tiene que sentir engañado. El Congreso tiene que aplicar sanciones a quien violó la Constitución que juró ante Dios y ante la Patria que la cumpliría y la haría cumplir. Además, no es la primera vez que la incumple: el desconocimiento del resultado del plebiscito, las reformas constitucionales sin los ocho debates exigidos, el desconocimiento de aplicar sanciones a los criminales de lesa humanidad, llevar a esos criminales al Congreso de la República sin la votación necesaria y tantas cosas más que nos tuvimos que tragar.

Repito que es un presidente indigno para la Patria que gobernó. Pienso que esa es la sanción que se merece, de indignidad, ya que los constituyentes fuimos tan inocentes que no conocíamos que en Colombia podía haber líderes de esa bajeza. Creo que se debe presentar un proyecto de sanción para la aprobación del Senado, por la burla que le hizo a esa corporación y por violar conscientemente la Constitución. Sanción consistente en declararlo colombiano indigno de llevar el nombre de la patria.

¿Será que vuelve? Si tiene dignidad o si le queda algo de lo que no ha mostrado, debe volver. A no ser que tenga miedo de las investigaciones y sanciones que se le aplicarán como a varios de sus colegas latinoamericanos.

Las viviendas en Londres como que son muy atractivas.

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