Gobernabilidad y proyecto nacional en educación, en vilo

Retiro de proyecto de ley de reforma del Sistema General de Participaciones (SGP) aumenta preocupación.

Esta semana cuatro ministros, minhacienda, mineducación, minvivienda y minsalud, firmaron la carta de retiro del proyecto de ley de reforma del SGP y Fecode se lo atribuyó como un triunfo. El hecho pasó prácticamente desapercibido en los medios, aunque tiene serias implicaciones.

Ya sabíamos que a un gobierno de centro derecha los cambios no le iban a resultar fáciles, pero el arranque está saliendo más difícil de lo esperado, especialmente en lo que podríamos llamar agenda estructural.

El retiro del proyecto 057 es una muestra. La Comisión del Gasto y la Inversión Pública recomendó enfáticamente una reforma de la Ley 715 de 2001, con énfasis en el componente de educación. Hacienda lideró un largo trabajo técnico y radicó el proyecto de ley el 30 de julio.

Estaban nombrados los ponentes en Cámara, bajo la coordinación de un líder del partido de gobierno, Christian Garcés, y llegó este martes una escueta carta legal de dos párrafos para retirarlo, cuando se esperaba un mensaje de urgencia de parte del Gobierno.

Fecode salió a decir que el 057 “afectaba seriamente la financiación de la educación pública y perjudicaba la carrera docente”. Lo primero no es cierto y lo segundo es su forma de describir la búsqueda de eficiencia en el manejo de la nómina docente.

“La movilización del magisterio liderada por Fecode logró el retiro”, celebraron; el senador Robledo los secundó, y la narrativa que va quedando no ayuda ni cinco a la agenda centrista de reformas “impostergables”.

Así que es necesario que ojalá este sábado, junto con los anuncios en educación superior, el presidente Duque aclare las razones en cuanto a la reforma del SGP para que los dirigentes de Fecode no crean que el estado de debilidad en que dejó Santos al Ministerio de Educación se acentuará en este periodo.

La ministra recibió un “chicharrón” grande relacionado con el paro del magisterio el martes 23: una doble decisión sobre la prueba para reubicación salarial y ascenso docente (Evaluación Docente de Carácter Diagnóstico Formativa [ECDF] tercera cohorte). Tal como viene no contribuye a la calidad debidamente y tiene un alto costo fiscal.

Básicamente, el “chicharrón” no tiene una solución óptima, pero es el tipo de cuestión que no se puede decidir bien si se cede a la presión de un paro, y Fecode tiene todo el incentivo de su base de docentes del 1278 para aprovechar esta situación de paros concurrentes.

Una situación en la que el Gobierno no ha transmitido todavía su proyecto nacional en educación, intérprete del interés general, y por lo tanto la opinión pública y el Congreso no sabrían si apoyarlo o no en caso de ponerse firme, agudo y persuasivo en la negociación con los intereses gremiales del sector.

Si dejamos que quede prohibido políticamente hablar de “darle una mayor flexibilidad a la gestión de la nómina, a los traslados entre colegios y municipios y a las evaluaciones de desempeño”, por ejemplo, nos pasaríamos estos cuatro años bajo los términos del pliego de peticiones actual y el que radicarán antes de febrero 28 del año entrante.

De modo que seguimos en vilo.

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