La Venezuela de Maduro es un Estado terrorista

El senador por la Florida, Marco Rubio, ha planteado, insistentemente, en Washington la apremiante necesidad de declarar como “régimen terrorista” a la Venezuela de Nicolás Maduro. A este pedido se han unido los senadores Cory Gardner, de Colorado, y John Cornyn, de Texas.

Esta designación comprende estados que maltratan a sus ciudadanos, violando sus derechos humanos, sometiéndolos a hambre, a escasez de productos básicos para su subsistencia como son las medicinas y la atención hospitalaria, y a la angustia permanente causada por los arbitrarios actos de un gobierno totalitario, donde las leyes orgánicas no se respetan y cualquiera puede terminar asesinado, en la cárcel, o desaparecido, a juicio del empoderado dictador.

Un Estado terrorista coloca a su gente y a los países vecinos en un alto estado de amenaza y peligro constante y, ya nadie duda, esto es exactamente lo que ocurre hoy en nuestra vecina Venezuela. Bien lo expresó el presidente de Colombia, Iván Duque, en su reciente discurso ante las Naciones Unidas: “Estamos viviendo la crisis migratoria y humanitaria más indignante de la historia reciente de la región, por cuenta de una dictadura que aniquiló las libertades. La libre determinación de los pueblos no puede ser manipulada para convertirse en la libre determinación de los opresores”.

Colombia y su gente son unos de los damnificados de la monstruosa crisis humanitaria que vive Venezuela, pues en los últimos años ha tenido que recibir cerca de un millón de venezolanos que huyen de su país, cargados de dolor, miedo, enfermedades y hambre. Esta migración afecta profundamente al pueblo colombiano, quien debe compartir los escasos empleos, servicios de salud, educación y vivienda, con los recién llegados. Lo mismo ocurre con otras naciones de la región, especialmente Brasil (quién ya cerró sus fronteras a los venezolanos), Ecuador, Perú, Paraguay y, aún, Chile y Argentina, donde también han llegado algunos de los más de 3 millones de venezolanos que han huido de la tiranía de Maduro.

Durante la Asamblea General de Naciones Unidas, Argentina, Colombia, Chile, Paraguay, Perú y Canadá solicitaron formalmente a la Corte Penal Internacional que se investigue al gobierno de Maduro por crímenes de lesa humanidad, y posteriormente se unió Francia al pedido. Sin embargo, con el cinismo que lo caracteriza, Maduro declaró, en su discurso ante la misma Asamblea, que las denuncias sobre el sufrimiento del pueblo venezolano son patrañas inventadas por los enemigos de su régimen. ¡Increíble, hasta dónde puede mentir este hombre! ¿Acaso cree que todos somos unos idiotas y no hemos visto las fotos y oído los testimonios de los que huyen?

Desde el comienzo del gobierno de Hugo Chávez y durante los aterradores años de Maduro, Venezuela ha sido, y continúa siendo, el refugio de terroristas del continente, especialmente de los terroristas colombianos, que consideran el territorio del hermano país un lugar seguro.

Allí se han refugiado por años los jefes y las tropas de los narcoterroristas de las FARC y el ELN, y algunos de los más peligrosos actores de las bandas criminales (Bacrim) colombianas. Como lo ha declarado el senador Rubio, en Venezuela también han encontrado ayuda terroristas de la ya desarticulada ETA y del grupo palestino Hezbolá.

Además, hoy el país es uno de los centros de tránsito y distribución de la cocaína producida en Latinoamérica. Hoy nadie duda, la Venezuela de Maduro es un Estado terrorista.

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