El primer mandatario reiteró que no se sentará a dialogar una salida negociada al conflicto armado hasta tanto no cesen las actividades criminales de los grupos ilegales.

El presidente Iván Duque reiteró este martes que no entablará una mesa de negociaciones de paz hasta tanto los grupos armados ilegales no cesen sus actividades criminales. El primer mandatario reveló, de hecho, que cada ocho días recibe cartas de estas organizaciones al margen de la ley pero aseguró que no cederá hasta tanto no se comprometan con poner fin a las hostilidades.

“Algunos que me mandan cartas cada ocho días diciendo ‘¿Qué hubo?’, ‘¿cuándo nos vamos a sentar a la mesa?’. Yo les digo a todos los grupos armados organizados que en Colombia este Gobierno no acepta el secuestro como mecanismo de presión política. No lo acepto. Punto”, señaló el primer mandatario. Agregó, además, que el secuestro no es una manera de ejercer una actividad política o revolucionaria.

En esa perspectiva, se refirió al proyecto que avanza en el Congreso y que busca desligar el narcotráfico y el secuestro del delito político, cuya posibilidad quedó abierta en el acuerdo de paz desde la perspectiva de que ambas actividades fueron cometidas para financiar la rebelión. “El secuestro y el narcotráfico no pueden ser considerados delitos conexos a ningún delito político. Pero, además, lo digo en el contexto del secuestro: este país tiene que decir ya, de una vez por todas: no más secuestros”, expresó.

De momento, la mesa de conversaciones de paz con el Eln sigue congelada, a la espera de que esa guerrilla anuncie oficialmente su intención de frenar las actividades criminales como la extorsión, el secuestro o los ataques y voladuras a los oleoductos. El presidente Duque había dado plazo de un mes desde que se posesionó en el cargo para tomar una determinación frente al futuro de esas conversaciones pero, una vez vencido, mantuvo el congelamiento de dicha mesa.