Cómo el ELN y otros grupos criminales colombianos se expanden reclutando desesperados migrantes venezolanos

Los extorsionan para sumarlos a sus redes de narcotráfico, sicariato, contrabando y explotación sexual. Además, varias de estas organizaciones colombianas ganan presencia del otro lado de la frontera.

Que el territorio venezolano ha sido el refugio de las guerrillas colombianas, con la venia del gobierno bolivariano, es un secreto a voces. Pero con la crisis humanitaria del régimen de Nicolás Maduro, las organizaciones ilegales han sobrepasado los límites de las zonas de frontera y han ensanchado sus filas con fines de expansión a costa de la necesidad del pueblo. Amenazas, falsas ofertas de trabajo, pedagogía en colegios, propaganda radial y hasta el control de entrega de alimentos subsidiados son algunas de las estrategias para el reclutamiento de nuevos milicianos.

Un informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP) afirma que alrededor de los 2.200 kilómetros de frontera, desde La Guajira hasta Guainía, hay al menos cinco grupos ilegales, algunos de ellos en disputa por los territorios y por el control de las rentas ilícitas. Y ahora están aprovechando el éxodo por la crisis económica de Venezuela para fortalecer sus estructuras, instrumentalizando a los migrantes para el narcotráfico, sicariato, contrabando e, incluso, para la explotación sexual.

El Ejército ya ha informado que el ELN cuenta con por lo menos 300 hombres de origen venezolano en sus filas. Razón por la que Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario de Colombia, afirmó que la organización armada ya no es exclusivamente colombiana, lo que les da un peligroso dominio del territorio de ambos países. Además, como la FIP, advirtió que ante un Estado permisivo como el de Maduro, las dinámicas ilegales en la frontera han cambiado y van más allá del narcotráfico y el contrabando.

«Han aparecido nuevos negocios, uno de los delitos de los últimos meses es el tráfico de personas, una lógica que no existía en el área. Entre Colombia y Venezuela no había coyotes como entre México y Estados Unidos. Ahora los hay, y es una fuente de financiación muy gruesa, recordemos que el tráfico humano es uno de los negocios ilegales más rentables del mundo. En un Estado que no existe en Venezuela, que no tiene dominio del territorio, este potencial crecimiento compromete los procesos de posconflicto», explicó Rodríguez a Infobae.

Además de eso, la Fundación venezolana Redes (Fundaredes) ha realizado investigaciones que dan cuenta de que guerrillas como el ELN y las disidencias de las FARC, y bandas criminales como los residuos del EPL, conocidos como Los Pelusos, están teniendo cada vez más presencia en territorio venezolano, específicamente en los estados de Apure, Táchira, Zulia, Bolívar y Amazonas. Esto, con la complicidad de algunos sectores oficiales del gobierno de Nicolás Maduro.

«Han levantado nuevos campamentos en el país, controlan prácticamente la totalidad de la frontera con Colombia, además de que en este momento tienen poder sobre las minas en el estado Bolívar y Amazonas», aseguró Javier Tarazona, director de la ONG. De hecho, a mediados del mes hubo una masacre de 16 mineros asesinados en la zona de Tumeremo (sur de Bolívar) adjudicado a guerrilleros del ELN.

1/5 Comisión de las FANB salen rumbo a las minas de “Los Candados” en Bochinche/ Tumeremo/ Sifontes/ Edo Bolívar. Hoy martes #16Oct al sitio de la masacre. pic.twitter.com/qXI2ZDuEiA
— Americo De Grazia (@AmericoDeGrazia) October 16, 2018

Este Arco Minero venezolano lleno de yacimientos de oro y otras riquezas minerales, comprendido por un área de 111 mil kilómetros cuadrados, más grande que varios estados europeos, está siendo ocupado por organizaciones armadas colombianas como el ELN, desplazando a los mineros artesanales que durante décadas se han dedicado a la actividad. Y, según el investigador Rodríguez, la situación ha sido permitida, hasta alentada, por el gobierno.

«Lo que parece es que el gobierno venezolano ha permitido el ingreso del ELN para mover a las bandas delincuenciales que han llegado a la zona, y que para el Estado sería muy difícil combatir de forma legal y legítima. Lo que llama la atención es que no solo hablamos de la frontera con Colombia, sino de la Venezuela profunda e incluso de la frontera con Guyana; es decir, que la acción de este grupo atraviesa el país hasta el otro lado», expresó Rodríguez.

Lo grave de todo este panorama es que, incluso, se han consolidado nuevos grupos con milicianos del vecino país. Fundaredes denunció la creación este año de un nuevo movimiento guerrillero en Venezuela conocido como Colectivo de Seguridad Fronteriza o Colectivo del Pueblo que opera en los estados de Táchira y Zulia, y se dedica a la extorsión, al cobro de vacunas y a la desaparición forzada. «Este grupo irregular comandado por cabecillas disidentes de las FARC actúa públicamente exhibiendo armas largas», confirmó Tarazona.

Así las cosas, para adquirir nuevas fuentes de financiamiento, agrandar sus filas y acaparar más territorio -tanto colombiano como venezolano-, los grupos guerrilleros han mantenido estrategias para aprovechar la crisis humanitaria, como el reclutamiento bajo amenazas o falsas promesas, el adiestramiento infantil, la propaganda política a través de emisoras ilegales y hasta la entrega de alimentos subsidiados por el gobierno de Maduro.

Amenazas y falsas ofertas laborales

Es un hecho para las autoridades que grupos armados organizados que delinquen en departamentos limítrofes con Venezuela, como el ELN, las disidencias de las FARC, el Clan del Golfo y Los Pelusos han estado reclutando ciudadanos venezolanos que han decidido abandonar su país a causa del hambre, el poco acceso a la salud y la falta de oportunidades.

De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), más de 1.032.000 ciudadanos del vecino país se han radicado en Colombia, y de esos más de 270.000 son indocumentados. Sin pasaportes y sin Permiso de Permanencia son casi nulas las posibilidades de conseguir un empleo estable. Estos son los perfiles más vulnerables para acceder a las ofertas de las bandas criminales.

En algunos casos el reclutamiento es bajo amenazas o presión, pero el éxodo forzado ha sido un anzuelo fácil, destaca el Ejército Nacional. En Colombia reciben unos USD 62,6 mensuales para la comisión de delitos como extorsión, tráfico de estupefacientes y armas, y para combates con rivales o con los mismos militares.

Dentro de Venezuela, sobre todo los jóvenes, se dejan tentar por hasta 50.000 bolívares mensuales (USD 300 dólares), lo que equivale a 27 salarios mínimos; así lo confirmó una fuente a InSight Crime. En el estado de Táchira, por ejemplo, provienen de regiones remotas donde no tienen ni qué comer. Así que los grupos guerrilleros se convierten en una fuente efectiva de ingreso.

«En este contexto muchos venezolanos deben elegir entre el hambre o sumarse a las filas de ejércitos de delincuentes al servicio de los grupos criminales, contribuyendo de esta manera al fortalecimiento y la reorganización de estas estructuras. Además de facilitar también su actividad en territorio venezolano», explicó la Organización.

Pero ahora, además, los grupos al margen de la ley han aprovechado los pasos ilegales para reclutar de forma forzosa a los caminantes venezolanos que están abandonando su país. Así lo denunció la Fundación Redes, que tiene testimonios de familiares de las víctimas que han acudido a sus instalaciones en busca de ayuda y protección.

«El Estado venezolano no les facilita a sus ciudadanos el traslado internacional, sino que por el contrario lo limita al no darles pasaporte, lo que prácticamente los obliga a pasar la frontera de forma indocumentada. Eso los vuelve materia prima de los grupos al margen de la ley. Y terminan convirtiéndose en víctimas, pues al ser asesinados no son identificables en Colombia. Ya han aparecido fosas comunes con cadáveres NN», afirmó el investigador de la Universidad del Rosario.

Como la ONG, otras instancias han advertido sobre el mismo hecho. El coronel Miguel Ángel Fajardo, comandante de la Brigada XVIII, ha confirmado venezolanos dentro del ELN; Alfonso López, el excomandante del frente décimo de las FARC en Arauca, afirmó que los jóvenes están siendo contratados por las disidencias.

El consejero presidencial de los Derechos Humanos y asuntos internacionales de Colombia, Francisco Barbosa, aseguró que «estamos viendo centenares de personas que están entrando a la frontera con Colombia, pero están siendo captados por estructuras criminales. Y todo eso está repercutiendo en el marco de una tremenda expansión del narcotráfico en varios territorios».

Adiestramiento infantil

Guerrilleros del ELN han estado repartiendo material didáctico y folletos en colegios de ocho estados de Venezuela, «para que los niños los usen y coloreen, lo que se convierte en una carrera importante de adoctrinamiento y de ideologización inaceptables por donde se le mire», afirmó Javier Tarazona, director de Fundaredes.

Según él, el grupo actúa libremente, ante la mirada cómplice de la las Fuerzas Armadas venezolanas, en Táchira, Apure, Zulia, Amazonas, Bolívar, Barinas, Portuguesa y Mérida. Así lo confirman testimonios de maestros que han sido intimidados para recibir las revistas y repartirlas entre los niños, y un video que hicieron para comprobar el hecho.

Se han metido en los espacios deportivos y de recreación de los niños «para dirigir sus actividades de forma grosera y arbitraria», comentó un docente a la Fundación venezolana, y aclara que de oponerse corren riesgo de ser desaparecidos, como ha ocurrido con algunos colegas. Esto ha hecho que muchos menores decidan abandonar definitivamente la escuela para apoyar a sus familias con dinero de las filas de la guerrilla y otras organizaciones ilegales.

Fundaredes alertó sobre el incremento de la deserción escolar en Venezuela que está en 58%, pero que en zona de frontera la cifra aumenta a 80%. «Le señalamos al Ministerio Público que el 87 por ciento de los planteles en el país no tienen acceso al sistema de alimentación escolar, lo que propicia el abandono y la inasistencia por parte de quienes representan el futuro de nuestro país», expresó Tarazona.

El funcionario aseguró que aproximadamente 15 mil niños y jóvenes han sido reclutados de manera directa por organizaciones criminales colombianas. «Denunciamos ante las autoridades en Caracas esta lamentable situación, que se está volviendo común en la región. Los grupos armados colombianos están tomando el control de la frontera y reclutando menores todos los días», dijo el director de la ONG.

Propaganda radial

En Colombia es una estrategia antigua de las guerrillas la creación de frecuencias radiales o el apropiamiento de emisoras comunitarias para la transmisión de mensajes y la propaganda ideológica. En Venezuela hace varios años que iniciaron y se ha intensificado este año, donde han salido al aire dos nuevos diales: 94.7 FM y la 105.5 FM, que se suman a tres ya existentes: Antorcha Estéreo 96.7 FM, La voz de la libertad 95.5 FM y Antorcha Elena 90.1 FM.

La invasión del espacio radioeléctrico venezolano es otra forma de penetración y control de las poblaciones cercanas a la frontera, pues llegan a 36 municipios de seis estados donde residen al menos tres millones de personas, «quienes reciben estos mensajes abiertamente adoctrinantes e ideologizantes, con los cuales buscan desarrollar contenido guerrerista militar insurgente en la población», advirtió Fundaredes.

Este hecho no solo confirma la presencia e instalación guerrillera en territorio venezolano, sino la venia de las autoridades del gobierno de Maduro quienes dejan que actúen libremente, pues la ONG ha interpuesto más de 10 denuncias sin que el regulador de telecomunicaciones haya hecho nada al respecto.

«Aunque no está claro el punto exacto desde dónde están emitiendo su señal estas emisoras, se especula que podrían estar transmitiendo desde el páramo de El Tamá, que cuenta con una protección especial de las autoridades de Venezuela», expuso Tarazona sobre las dos nuevas señales radiales que han recibido.

Entrega de alimentos

La última denuncia sobre las estrategias de las guerrillas, específicamente del ELN, con la población venezolana tiene que ver con las cajas del Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap), que es una dotación alimentaria básica que subsidia el Estado a las poblaciones pobres, quienes las pueden comprar a muy bajos precios. De acuerdo con las investigaciones de Fundaredes, este grupo las está repartiendo de forma gratuita en al menos 40 municipios.

Alimentos subsidiados por el gobierno de Maduro están siendo entregados por el ELN en estados fronterizos.

En la actual situación que atraviesa el vecino país, se estima que el 70% de los venezolanos dependen para su alimentación del Clap, que supuestamente debería ser distribuida por las autoridades nacionales. Pero en estados de frontera son los miembros del ELN los que llegan a las comunidades en vehículos del mismo Ejército bolivariano para entregarlas, incluso con más periodicidad que lo estipulado.

«Las cajas no solo se les dieron a las Fuerzas Armadas, sino que también son distribuidas por los colectivos en las zonas urbanas. Pero en las zonas de frontera, donde no hay este tipo de organizaciones, sino que están las bandas armadas organizadas, y particularmente el ELN, parece que se les ha cedido a ellos esa distribución», explicó Rodríguez. Y agregó que en Colombia este grupo actúa como guerrilla. Pero en Venezuela como paramilitares.

Las cajas vienen marcadas con propaganda del grupo guerrillero. «El bloque del ELN Carlos Germán Velasco Villamizar siempre junto al pueblo, sembrando sueños y esperanzas de una vida mejor, comparte el amor por el legado del comandante Chávez», dice el texto al que le añaden una publicidad de la emisora Antorcha Estéreo.

Para Fundaredes, esta sería la evidencia de una especie de alianza entre algunos sectores oficiales y el ELN, en su estrategia de «coercionar a las comunidades» y de «fortalecer sus nexos con la administración de Nicolás Maduro». Las entregas las hacen dos veces al mes o cada 22 días, por lo que las comunidades se ven apoyadas por esta organización, contó en anonimato a la ONG una madre soltera.

«Llegan en carros del gobierno de Venezuela. A uno no le parece que sea lo correcto porque debería ser el gobierno el que repartiera esos alimentos. Pero como mujer soltera me toca aceptar y buscar ese apoyo de alimentación para darle de comer a mis hijos por la crisis que estamos viviendo. Y casi que obligan a escuchar la emisora de radio de ellos», afirmó.

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