Los Caparrapos

Los Caparrapos, también conocidos como el Frente Virgilio Peralta Arenas, es un grupo criminal vinculado al narcotráfico con presencia en los departamentos de Antioquia y Córdoba, en Colombia. Antiguos aliados como franquisia de Los Urabeños, este grupo criminal inicia una disputa contra sus antiguos socios por el control de las rentas criminales provenientes del narcotráfico y la minería de oro que se produce en estos territorios.

Luego de la desmovilización de los Frente 18 y 36 de las FARC, los Caparrapos se han convertido en un poderoso grupo criminal con presencia en el bajo cauca antioqueño y el sur de Córdoba, quienes han desarrollado alianzas, aunque débiles, estratégicas con grupos criminales como los paisas, las ex-FARC mafia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Historia

Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias “Macaco”, en 1996 contrató un grupo de personas vinculadas al paramilitarismo de Caparrapí – Cundinamarca, para crear a los Caparrapos. El grupo tenía injerencia en el corregimiento de Piamonte – Cáceres y algunos puntos de Caucasia en Antioquía. En estos mismo puntos del Bajo Cauca antioqueño, también hacía presencia Ramiro Vanoy Murillo y si estructura paramilitar el Bloque Mineros, situación que generó enfrentamientos entre ambos.

Para bajar la tensión y garantizar el flujo de cocaína, vicente Castaño convocó a los Caparrapos para que se vincularan a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), lo que generó una expansión de la presencia de los primeros a lugares como Segovia, Zaragoza y El Bagre en el nordeste y bajo cauca antioqueño; Tarazá y San José de Uré en Córdoba y; Simití en el sur de Bolívar.

Los Caparrapos hicieron parte de las AUC hasta su desmovilización en 2006 y la extradición de sus principales comandantes. Con la disolución de la alianza criminal de la AUC, en la región se reactivó la disputa entre herederos de estos dos grupos paramilitares.  La gente de Caparrapí retomó su nombre original y se enfrentaron con las FARC, Los Urabeños, Los Paisas y Los Rastrojos por el control del Bajo Cauca -especialmente Caucacia como capital comercial y punto de conexión con Urabá- el nordeste antioqueño, el sur de Córdoba y el sur de Bolívar.

Pero esto no duraría mucho debido a que para 2009, los Caparrapos se unieron a los recientemente creados Urabeños, quienes también habian logrado una alianza con Los Paisas. Así mismo, se habría logrado un acuerdo tácito con las FARC fundamentado en la delimitación geográfica que le permitiría a todos los actores criminales acceso al corredor de tráfico de armas, insumos químicos, base de coca, cocaína y metales preciosos.

Con presencia en Tarazá y Cáceres, los Caparrapos se convirtieron en el Frente Virgilio Peralta Arena de los Urabeños, aunque mantuvieron autonomía territorial y criminal. Como lo documentó la Defensoría del Pueblo, en sus informes de riesgo, en estos territorios el nuevo “frente” de Los Urabeños, mantuvo el control de las extorsiones, la minería ilegal y la producción de cocaína.

Sin embargo, con el comienzo de la desmovilización de la guerrilla de las FARC en 2017 y los constantes golpes proporcionados a los Urabeños, en el contexto de las operaciones Agamenón I y II, el escenario criminal del bajo cauca y sur de córdoba volvieron a transformarse, lo que le dio la posibilidad a Los Caparrapos de expandirse a las zonas dejadas por los Frente 18 y 36 de las extintas FARC.

Los Caparrapos se alejaron paulatinamente de los Urabeños y empezaron una disputa por el control territorial desde principios de 2017. Los Urabeños, desde finales de 2016 habían intentado expandirse desde el occidente hacia el oriente de Antioquia, especialmente en Ituango y luego en Valdivia y Yarumal, para eso reclutaron jóvenes de Medellín, impusieron restricciones de movilidad y distribuyeron panflectos en la región.

A la par se generaron enfrentamientos en el Cáceres – Antioquia y Tarazá – Córdoba, cuando el Frente Julio Cesar Vargas de Los Urabeños buscó tener pleno control del procesamiento del clorhidrato de cocaína y las rutas de comercialización en los lugares antes asignados a Los Caparrapos y Los Paisas, y así imponer nuevas condicionesa las franquisia. Por su parte, Los Caparrapos buscaron venderle la franquicia del procesamiento a un integrante de la Oficina de Envigado, lo que hizo evidente la disolución de las anteriores alianzas.

Para lograr la guerra contra las otras facciones de Los Urabeños, Los Caparrapos han establecido alianzas con grupos como Los Paisas, con la cual buscaron hacerle contrapeso a las acciones de los primeros en las zonas rurales de Cáceres y Caucasia en Antioquia y; el norte de Tarazá y San José de Uré en Córdoba. Dicha alianza se ha expresado fundamentalmente en acciones conjuntas.

A esta alianza se suma que para principios 2018, ya era evidente la alianza establecida con elementos de la ex-FARC Mafia del Frente 18, en municipios como Puerto Libertador- Córdoba. Situación similar ocurrió con la disidencia liderada por Ricardo Abel Ayala, alias “Cabuyo”, lider de la disidencia del Frente 36, con quien establecieron la regulación del precio y la compra de la base de coca en Briceño y Valdivia.

Para avanzar en su fortalecimiento subregional en el Bajo Cauca, desde finales de 2018, los Caparrapos también lograron establecer una alianza temporal con la guerrilla del ELN, por lo cual las comunidades los vieron en actuaciones militares conjuntas.

Así, los Caparrapos se convirtieron nuevamente en uno de los principales grupos criminales en la región, fortaleciéndose a través de alianzas y sobre el narcotráfico y la extorsión, junto con el reclutamiento forzado de menores, los que hoy les permite contar con un mínimo de 450 integrantes.

Actividades Criminales

Los Caparrapos están involucrados en todas las etapas del narcotráfico de los departamentos de Córdoba y Antioquía, en la subregión del Urabá: controlan la siembra de hoja de coca, su transformación en cocaína y el posterior envío de la droga a mercados internacionales.

El grupo también estaría involucrado en la minería ilegal, una de las razones por las que se disputan municipios como Caucasia y El Bagre, con una larga tradición minera. Tan sólo en un punto en zona rural de El Bagre, este grupo criminal estaría obteniendo un mínimo de ganancias mensuales de US$725.000.

Liderazgo y Estructura

José Horacio Abello, alias “Seis-Siete”, era el máximo responsable de los Caparrapos hasta su captura en marzo de 2017, por lo que fue sustituido por Emiliano Alcides Osorio Maceas, alias Pilatos o Caín. En la línea de mando también se encuentra Nicolás Gabriel Pantoja López alias Care Malo, quien ascendió luego de la captura en Tarazá del segundo al mando, Jairo Olivares González alias “Ratón” en enero de 2019.

Otros integrantes de los Caparrapos serían: alias “Antonio”, encargado del ala militar, alias “La Paisa”, encargada de la logística y el microtráfico, alias “Flechas”, jefe de sicarios y alias “Chatarra”, encargado de las extorsiones.

Geografía

Desde sus inicios Los Caparrapos han ejercido influencia en la zona del bajo Cauca antioqueño, actualmente tienen presencia en los municipios de Cáceres, Tarazá y Caucasia en el departamento de Antioquía, y con la salida de las FARC y las alianzas criminales, abrian extendido su influencia en luegares como Yarumales, Valdivia, Briceño, El Bagre, Nechí en el Norte de Antioquia y Puerto Libertador y San José de Uré, el sur de Córdoba.

Aliados y Enemigos

En la actualidad, los Caparrapos estarían asociados con Los Paisas. Esta alianza tendría como principal objetivo el control del corredor de movilidad que une el centro del país con las costas de Córdoba, Sucre y el golfo de Urabá. También tendrían alianzas con las ex – FARC mafia de los frente 18 y 36, así como con estrcturas del ELN.

Por otro lado, los enemigos principales de los Caparrapos son Los Urabeños: el Frente Julio César Vargas, contra el que combaten en la zona rural del municipio de Cáceres; El Frente Francisco Morelos Peñate, con quien disputan el control del territorio del municipio de Caucasia;  y en el norte del municipio de Tarazá, en límites con los municipios de San José de Uré en Córdoba e Ituango en Antioquía, los Caparrapos luchan contra los Urabeños y su Frente Rubén Darío Ávila de Los Urabeños.

Perspectivas

Los Caparrapos han demostrado ser una banda que se adapta con facilidad, dispuesta a aliarse con nuevos grupos y mimetizarse dentro de estructuras más grandes. Gracias a esto, logró sobrevivir luego de la desmovilización de las AUC, y parece estar repitiendo la misma estrategia con el debilitamiento de Los Urabeños.

El conocimiento del terreno y las rutas narcotraficantes, le ha permitido a los Caparrapos fortalecerse y hacerse con el control de zonas estratégicas en Antioquía. Sin embargo, esto no será a un bajo costo: los enfrentamientos contra los Urabeños durarán hasta que este grupo acepte el poderío de sus antiguos aliados.

Finalmente, si la historia le ha enseñado algo a los Caparrapos, es que los aliados de hoy pueden ser los enemigos de mañana, por lo cual una victoria sobre los Urabeños necesariamente no significa que los Caparrapos no se vean inmersos en nuevas luchas.

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