5 millones

Si algo han dejado claro los secuestros de norteamericanos por parte de las Farc es que las recompensas no son de mucha utilidad ni para dar con el paradero de los cautivos ni para echarles el guante a los terroristas y narcotraficantes. Sin embargo, la cúpula de negociadores en Cuba está sumamente preocupada con el anuncio de que los EE.UU. están ofreciendo 5 millones de dólares por su captura.

Pero no solo la cúpula de las Farc, sino el Gobierno central, por cuanto no logra explicarse cómo es posible que si el Gobierno Obama conocía desde el principio la negociación con las Farc, la plague ahora con semejantes obstáculos.

Por supuesto, es muy difícil que alguien en Maracaibo, Barquisimeto o Barinas consiga identificar en la calle a un miembro del Secretariado para obtener la recompensa, pero, en cualquier caso, este tipo de iniciativas transparentan, condicionan y sirven para advertirles tanto al Gobierno Santos como a las Farc que las trampas o la impunidad no serán toleradas.

A finales del 2012 y comienzos del 2013, por ejemplo, las Farc hicieron hasta lo imposible por buscar acercamientos con el Departamento de Estado y la Embajada en Bogotá, pero la respuesta fue siempre la misma que en diciembre pasado: Washington apoya la negociación pero seguirá persiguiendo a los miembros de la organización terrorista que tengan cuentas pendientes con la justicia. Y si a la jugosa recompensa de los 5 millones se le suma la extradición, queda claro que las promesas mutuas y los desafueros que están negociándose en la Isla tendrán serios problemas para implementarse en el futuro.

Es por eso que las respuestas también han sido absolutamente negativas cada vez que surge el tema de excarcelar a Simón Trinidad, o que no haya ningún interés por los cantos de sirena de Pablo Catatumbo cuando reclama la presencia de la Casa Blanca en las tratativas de La Habana.

Para decirlo en pocas palabras, ni el Comando Sur, ni el equipo de John Kerry, ni el Congreso van a flexibilizar la postura que se consolidó plenamente hace pocos días al solicitar en extradición a los llamados "Olmedo Ruiz" y "Conejo", o al dejarle claro a Santos durante el trámite del presupuesto de este año que si les concede amnistía a los criminales, la ayuda norteamericana será automáticamente recortada.

En definitiva, contundencia, firmeza y cero tolerancia.  Por eso Márquez está tan angustiado. Tan angustiado como Timochenko, Catatumbo y el candidato Presidente.

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