¡A ahorrar energía!

La situación del sector eléctrico se ha complicado y el riesgo de un racionamiento es alto. Hay nuevas medidas para estimular el ahorro. Se necesita una persona idónea para el cargo de Ministro de Minas y Energía.

La falta de previsión y de ejecución de acciones oportunas y eficaces, frente a la frágil situación que presenta el sistema eléctrico nacional, terminó cobrando la cabeza del Ministro de Minas y Energía, Tomás González, y ha obligado al Presidente de la República, Juan Manuel Santos, a adoptar medidas de urgencia para estimular el ahorro de energía.

A pesar de los llamados de diversos especialistas, de las entidades de control y de algunos gremios del sector, el Gobierno se confió en que la situación de la oferta de energía eléctrica daba para asegurarle al país el pleno abastecimiento y, de paso, evitar el racionamiento.

Le faltó a la máxima autoridad del sector hacer una apreciación más ajustada a la realidad de los grandes riesgos que se estaban corriendo frente a un sistema que viene operando al límite.

Como lo informó este diario, la gerente de la empresa XM, filial de ISA y operadora del mercado energético, María Nohemí Arboleda, señaló que “nuestros análisis muestran que habría algunos días en los que podríamos tener problemas, en horas puntuales, donde la demanda sobrepasaría la capacidad de generación del sistema”.

El riesgo de que se presenten cortes en el suministro eléctrico, que según la funcionaria, se darían a finales de marzo y principios de abril, se hace inminente cada vez más por la falta de ahorro por parte de los consumidores domiciliarios.

Según los datos preliminares de XM, la demanda de energía creció en enero 5,0 por ciento y, en febrero, 4,5 por ciento. Paradójicamente, en momentos en que el ahorro es vital para asegurar el suministro adecuado, los colombianos gastamos más energía.

En esto le faltó al Gobierno poner en práctica, semanas atrás, acciones más estrictas y oportunas para evitar el derroche de los hogares y de los sectores oficial, productivo y comercial. Se confió demasiado en el ahorro voluntario.

Frente a la eventualidad, cada vez más probable, de un racionamiento de energía, el pasado lunes el Gobierno adoptó un paquete de medidas tendientes a frenar el consumo e incentivar el ahorro entre los distintos usuarios.

Para los hogares, se implementará un mecanismo de premio al ahorro y de castigo al despilfarro. Para los grandes consumidores, se aplicará un incentivo a la generación propia. En el sector oficial se determinó apagar las luces a partir de las 6:00 pm. También, se hará un seguimiento permanente y detallado del consumo y el ahorro en materia de energía eléctrica.

Infortunadamente, durante los últimos años el Gobierno y el regulador no han actuado con la celeridad y la eficacia necesarias para asegurarle al sector que la política energética está en capacidad de darle al sistema la confiabilidad del suministro de energía eléctrica.

En momentos en que no solo debe enfrentarse la severa problemática del sector eléctrico sino la del petrolero y el minero, para el cargo de ministro de Minas y Energía se necesita una persona con alta formación técnica, que conozca el sector, que tenga capacidad probada de gestión pública con resultados palpables y que sea capaz de moverse en los círculos del poder.

En este sentido, la escogencia que haga el Presidente de la República de la persona que tome las riendas de la cartera de Minas y Energía debe estar por fuera de cualquier cálculo político o ser producto de la presión que ejerzan determinadas colectividades.

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