A Dios le pido

Dos mil catorce será recordado por los venezolanos como el año que el gobierno mostró la realidad de su ejercicio; administrar a los ciudadanos mediante la práctica tiránica del poder, omisión de la Constitución nacional, malversación de los insumos fiscales y violación sistemática de los derechos universales del hombre.

Para ello ser posible, Nicolás Maduro, quien no logra el favoritismo de la población, opta por radicalizar el contenido de sus decretos girando instrucciones de exterminio de ser necesario, sobre todo cuando ya percibe será también sancionado por la Unión Europea.

Es así como fuerzas paramilitares creadas durante la iniciativa gubernamental de Hugo Chávez bajo la denominación de colectivos muestran su lado más tortuoso: el sometimiento a como dé lugar de grupos civiles solo por el hecho de disentir del actual y pasado gobernante.

Tales protestas aumentan aún más al quedar descubierto por los medios de comunicación independientes el desvío de millones del presupuesto nacional para obras e inversión social, cuando observan ausente respaldos conforme exige la ley de contraloría para bienes de la patria.

A tales cuantías descaminadas de dinero hay que sumarle los créditos adicionales solicitados en bolívares fuertes, el Fondo Chino, como igual los réditos del excedente proveniente del barril en los pasados cuatrimestres de la cesta petrolera siempre en alza.

El Fondo Chino desde su creación en 2007 recibe 36 millardos de dólares, en tres procesos, directamente del Fondo Nacional Chino. Se calcula que de estos montos más de 10 los recibió el Fondo de Desarrollo Nacional.

A esto hay que sumarles los empréstitos otorgados a PDVSA y la evaluación minera. La explicación y prueba del destino final se desconoce y Maduro guarda silencio.

Dichas ganancias e ingresos por entregas en moneda fuerte fueron depositadas en el Fondo de Estabilización Macro Económico bajo la responsabilidad administrativa, planificación y cuenta del jefe del estado. Hugo Chávez manejó a su saber y entender desembolsos de los fondos institucionales creados.

El barinés no cejó en su afán de ponerle la mano a tales montos con velada intención ideológica expansionista. Para ello ser posible crea nueva ley del Banco Central de Venezuela eliminando su autonomía; tal iniciativa transforma el ente emisor en un apéndice del poder ejecutivo.

Desde 2003 desvirtúan el Fondo Macroeconómico creado en 1999 para evitar sobresaltos en la economía y realizar planes vitales para la nación a largo plazo.

Venezolanos enfrentan el 2015 con grandes temores; la inseguridad personal, la ausencia de bienes de consumo por falta de moneda extranjera, e incapacidad interna de producir alimentos por sucesivas expropiaciones comunistas. Estas y no el “Imperio” son la causa de la pobreza crítica que aumenta inexorablemente.

Atenta contra la estabilidad social el déficit del presupuesto aprobado por 552 mil millones de BsF para el 2014 y 741.708 millones BsF para la época fiscal por computar tales valores en base a sesenta billetes verdes por barril.

El Fondo Monetario Internacional estima un crecimiento de la economía mundial entre .03% a .07% como consecuencia de la baja continua del combustible que se avizora en el tiempo por venir.

Persiste el empobrecimiento de la clase media y el segmento medio alto se reduce considerablemente. Los estratos más perjudicados serán siempre los de menores ingresos, quienes se verán presos de la hambruna y el hampa donde residen.

Los rojo-rojitos, contrario a otros miembros de la OPEP, cifraron erróneamente sus entradas solo en el butano al destruir la diversificación de la economía existente. Con un descenso desde abril a la fecha del valor facial de la única compensación, el estado solo consigue el 50% en comparación al segundo trimestre.

La casa matriz monetaria carece de reservas externas para capear la crisis, mas el país posee una industria petrolera incapacitada de impedir la baja en la producción por lo deteriorado de sus instalaciones; sus ejecutivos jerarcas abandonaron el mantenimiento. Los suramericanos enfrentan una potencial quiebra financiera del terruño, producto de la corrupción.

El mandamás ante el fracaso de su gestión gubernamental y para evitar partir, Nicolás Maduro a su ya férrea dictadura que miles de víctimas causa fijará restricciones de tránsito en el territorio, toque de queda por regiones potencialmente adversas a su política, y limitará la disponibilidad de efectivo.

Para males USA, único cliente que sí paga la factura, anuncia de improvisto un aumento en reservas petroleras. Ello se reflejará a la baja en el nuevo importe del producto no renovable.

Sin dinero, alimentos ni servicios públicos que ofrecer, trata Maduro, mas no podrá, callar los gritos de justicia y libertad con balas y cárcel.

Los jóvenes no desistirán en su empeño por salir de la tiranía, como tampoco Leopoldo López dejará de exigir un cambio. En una entrevista que realizara hace pocas horas a un joven plantado en Plaza Altamira de Caracas, él nos expresó: “Es preferible morir por Venezuela que dejar de existir en manos del hampa”. A Dios le pido los proteja y bendiga a Venezuela.

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