A problema igual, solución igual

En matemáticas, la ciencia exacta, si para un problema se da una solución correcta, para un problema igual la solución tiene que ser la misma.

Empecemos por casos ya históricos que han ocurrido en el país. En el gobierno de Turbay se presentó el secuestro de 24 representantes diplomáticos en la Embajada de la República Dominicana. La solución fue negociada con los secuestradores, se enviaron a Cuba, se les dio un dinero y todo terminó así. No hubo condenas de ninguna índole por este caso de tanta gravedad internacional. Solución equivocada.

En el gobierno de Belisario Betancur ocurrió el asalto al Palacio de Justicia, mataron magistrados, quemaron los archivos donde estaban los expedientes de los narcotraficantes, el Ejército, por orden del presidente Belisario Betancur, procedió como tenía que hacerlo y nos salvó de los asaltantes. Cambió el gobierno, llegó César Gaviria a la presidencia, convocó la Asamblea Nacional Constituyente, admitió en ella a los del M-19, no pagaron cárcel por sus acciones terroristas y, en cambio, quienes nos defendieron, pagan largos años de cárcel. Solución equivocada.

Pedí en alguna oportunidad diálogo (no negociación) con todos los grupos insurgentes, me calumniaron en la prensa capitalina, me trataron como narcotraficante, como amigo de los enemigos de Colombia. César Gaviria no solo estableció un diálogo epistolar con ellos sino que les construyó una cárcel con todas las comodidades y, lo que es peor, con todas las formas de comunicación imposibles de interceptar. En esa cárcel había palomas mensajeras y un telescopio para recibir señales en clave morse. Nada pasó.

Ya entiendo que ahora el expresidente Gaviria pida aplicar la teoría de que el fin justifica los medios. Para él, con tal de conseguir la paz, se puede hacer a un lado la moral.

Ahora critican al presidente Uribe porque apenas les dio ocho años de cárcel a los paramilitares. Ellos entregaron las armas. Ahora persiguen al comisionado de paz del presidente Uribe porque fue engañado. Las Farc ofrecen dejación de armas, no entrega. El Gobierno plantea la posibilidad de una tregua bilateral, es decir, ejército y subversión es lo mismo. Peligroso e injusto.

Un ingeniero, (también soy ingeniero, me gusta la precisión de las matemáticas que a un problema igual la solución es la misma), me planteó esta reflexión: si a los de las Farc, que han cometido todos los delitos que están en el Código Penal los van a indultar, no pagarán cárcel, podrán aspirar al Congreso, podrán ocupar los altos cargos públicos y todo aquello que la democracia ofrece a los hombres de bien, entonces los asesinos que pagan condenas, los secuestradores que están en la cárcel, igual que los extorsionistas, los narcotraficantes, los violadores de niños, los terroristas, a todos los deberán sacar de las cárceles, como se pretende con la guerrilla y así, además, se solucionará también el problema de la congestión carcelaria.

A igual problema igual solución. A igual delito igual pena o, en este caso, no pena para todos. Espero que me entiendan, esta no es una propuesta mía, me aterra, es una muestra del absurdo que se propone ahora y que los recalcitrantes antiuribistas apoyan sin razonar.

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