Advierten que el chavismo podría consolidar su control sobre la OEA

Durante su gestión como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza fue frecuentemente criticado de hacer poco para defender las democracias de la región de las violaciones de los derechos y las libertades civiles derivadas del chavismo.

Pero la situación podría empeorar dentro de poco, dijeron expertos y diplomáticos consultados.

La OEA elige este miércoles a su nuevo secretario general y hasta el momento el único que opta al cargo es el ex canciller de Uruguay, Luis Almagro, un diplomático con estrechos vínculos con el chavismo que, además, mantiene preocupantes relaciones con Irán.

Según las reglas de esa organización, los candidatos pueden presentarse hasta el mismo día de la elección.

Su candidatura ha activado la alarma entre quienes consideran que su cercanía con el chavismo, su relación con Irán y la influencia que Ecuador aparentemente ejerce sobre él, en su intento por implementar una reforma al sistema interamericano de derechos humanos, socavaría a la organización.

Para los consultados, una elección de Almagro pudiera ser “la bala que termine ultimando a la víctima”: la OEA.

“Almagro será un peor secretario general que Insulza, quien es una persona moderada, pero que a la larga tuvo que sucumbir al consenso y el consenso en América Latina es hoy en día proteger al gobierno venezolano”, dijo a El Nuevo Herald Luis Fleischman, asesor del Menges Hemispheric Security Project en Washington.

El ex diplomático uruguayo, cuya candidatura a la OEA la propuso el ex presidente José Mujica, es “abiertamente un chavista” y perteneció a un gobierno que estaba identificado con el chavismo, advirtió Fleischman.

“Yo no veo a Almagro enfrentándose al chavismo”, y en lo que es aún más preocupante para el experto, “tiene relación con la República de Irán”.

“Almagro, lo preveo, como que va a ser 10 veces peor [que Insulza]. Va a ser un secretario a la medida de la izquierda en la región, incluyendo a todas estas nuevas dictaduras de izquierda: Bolivia, Venezuela”, dijo Fleischman quien es autor del libro “Latin America in the post Chavez era, the threat to us security”.

Pronosticó que el candidato uruguayo de ser electo terminará defendiendo “todas estas medidas dictatoriales” contra la sociedad democrática de América Latina. “Es una gran derrota para los derechos humanos, es la bala que terminó ultimando a la víctima, es la última gota”.

El ex embajador de Panamá ante la OEA, Guillermo Cochez, no ve en Almagro cualidades para imprimirle un nuevo liderazgo a la OEA, aunque espera equivocarse, y destacó que tampoco se le conocen posiciones claras frente a estas “democracias entre comillas que han emergido en países como Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua”.

La OEA requiere de un liderazgo que esté por encima de las posiciones políticas de cada país, ya que existen naciones como Venezuela — indicó — que ignoran los mandatos de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), o Ecuador que constantemente cuestiona las gestiones de la Relatoría de la Libertad de Expresión o Argentina que “menoscaba el ejercicio del periodismo”, y les “molesta” lo que dictamine la CIDH.

“Y en la medida en que Luis Almagro no sea independiente de ningún factor de poder de la OEA, ni de Venezuela, ni de Estados Unidos, ni de ninguno de los países de la ALBA, es difícil pensar que vaya a haber una nueva gestión en la OEA”, aseveró Cochez quien fue destituido en el 2013, un día después de que criticara la situación política venezolana.

Hasta el momento, los pronunciamientos que Almagro ha pronunciado sobre su posible gestión en la OEA lucen bastante inofensivos.

En su presentación como candidato a la OEA en el Consejo Permanente de esa organización el pasado febrero, el diplomático dijo que “la OEA debe dotarse de herramientas que le permitan tener un conocimiento anticipado de eventuales crisis para actuar en forma coordinada con los Estados, en base en el diálogo, para evitar desenlaces antidemocráticos”.

Asimismo, propuso la creación de un sistema interamericano de prevención de conflictos sociales en material de derechos humanos y una iniciativa para fortalecer la seguridad ciudadana en el continente con participación de organismos multilaterales y globales, el sector privado y la sociedad civil, entre otras iniciativas.

No obstante, Almagro se pronunció a favor de abrirle la puerta de la organización al régimen de los hermanos Castro, al expresar su “convicción que los Estados Miembros de la Organización deben encontrar la forma viable y consensual para el ‘reingreso efectivo’ de Cuba a la OEA, indicando que la próxima Cumbre de las Américas en Panamá en abril, ‘será histórica al convertirse en un hito por la presencia cubana’”.

Para el director del Centro de Investigación Periodística en las Américas, Ezequiel Vázquez-Ger, el diplomático uruguayo será un candidato a la medida de aquellos países a los que se les acusa de violar la Carta Democrática Interamericana.

Ese será “definitivamente” el caso, dijo Vázquez-Ger, al preguntarse si el silencio de Almagro sobre lo que sucede en Venezuela se debe a que el ex canciller uruguayo no puede hablar sobre este país porque necesita los votos para ser electo o porque realmente cree en el chavismo.

Y el visto bueno de Venezuela es clave para la elección, ya que controla hasta 20 votos, incluyendo cinco de los países miembros del ALBA y 15 de los países del Caribe que se benefician directamente de los subsidios petroleros que Caracas otorga a través de Petrocaribe, dijo Cochez a el Nuevo Herald.

“Con la influencia que ha ejercido Venezuela sobre el Caribe ya es muy fácil dominar una elección en la OEA”, aseveró el ex embajador panameño.

Entre tanto, Vázquez-Ger está convencido de que Almagro está en línea con gobiernos del talante venezolano y sostuvo que como canciller ni una sola vez levantó la voz o emitió comunicados pidiendo que se investiguen las violaciones a los derechos humanos en Venezuela.

Y si se observa lo que publica en Twitter, añadió, la posición de Almagro frente a lo que está pasando en Venezuela “es a la OEA no le toca hacer nada, de esto se está ocupando Unasur y hay que seguir el camino de las negociaciones” de ese bloque regional.

Almagro, un abogado y diplomático de 51 años, ha publicado varios tuits del secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, sobre la gestión que se realiza sobre el caso venezolano, y un comunicado de esa organización en torno al mismo tema.

Y el 5 de marzo recordó en su cuenta @Almagro_OEA2015 el fallecimiento del ex presidente venezolano: “Nuestro saludo y respetos al pueblo de Venezuela en el segundo aniversario de la desaparición de Hugo Chávez Frías”.

Unasur, en opinión de Vázquez-Ger, no ha defendido los “derechos humanos de los venezolanos, ni pide investigación sobre las atroces violaciones a los derechos humanos, lo que hace es defender al gobierno de Venezuela”.

Si bien Almagro dice que va a promover los derechos humanos y la democracia, en la práctica no lo está demostrando –señaló- y “probablemente” no lo haga al frente de la OEA.

“Almagro cree en una línea de pensamiento liderada principalmente por Ecuador, país que cree que la CIDH no tiene que estar en Washington ni ocuparse de estos temas…Tiene una relaciones muy cercanas al canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, es muy influenciado por él y por el gobierno de Ecuador”.

Advirtió que los gobiernos de los países de la ALBA necesitan impunidad para mantenerse en el poder, lo que han logrado internamente, pero aún requieren control de la CIDH y la Corte Interamericana de Justicia (CorteIDH), porque esta última instancia los podría poner en aprieto.

“Ese es el plan de estos países, socavar la CIDH y lo están haciendo a través de una candidatura de Almagro que a va trabajar alineado con estos países y eventualmente a través de un control de la CorteIDH promoviendo jueces que no cumplen con ninguna de las características”, alertó.

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