Ahora es delito

Un amigo me pidió que no volviera a decirle al presidente como le gusta que le digamos. De ahora en adelante deberé hablar del Excelentísimo Señor Presidente doctor Juan Manuel Santos Calderón.

Doctor, presidente, excelentísimo o no, el Eln está buscando argumentos para conseguir beneficios mayores de los que les dieron a las Farc. Es que lo conocen, saben que volando oleoductos, envenenando las aguas y las tierras, tumbando torres de energía, quemando buses y camiones, asaltando en las carreteras, matando policías, sembrando coca, aumentando la producción de cocaína consiguen mucho más de lo que consiguieron sus homólogos de las Farc. Es que la debilidad del señor presidente Santos es conocida y es la llave segura para apoderarse del país.

Algo va de Pedro a Juan. El presidente Uribe le dejó al señor presidente Santos los tres huevitos para que continuara sacando adelante al país que este último no supo manejar y los dejó quebrar. O, mejor, los pisoteó porque se creyó superior. Ahora trató de hacer lo mismo con los candidatos a la presidencia, les escribió con el fin de entregarles una herencia para que la cuiden y la mejoren. La gente se preguntará ¿cuál herencia? Ni él mismo lo sabe y no lo pudo decir. Es que un país en ruina económica, un país corrupto, una Colombia sin futuro, en manos de los grupos guerrilleros no es para dejarlo como herencia y ejemplo. El que llegue a la presidencia tiene que cambiar de rumbo, tiene que hacer grandes sacrificios para volver al camino correcto y sacarlo del abismo al que nos condujo el señor presidente Santos.

Ahora vuelven a armar un escándalo contra el presidente Uribe. Es que, otra vez, estamos en vísperas electorales. Con lo del falso hacker se robaron las elecciones anteriores, ahora ensayan un nuevo sistema para lograr ganarle a Uribe, es que en este gobierno las mentiras son la base de los aparentes triunfos y de los aparentes éxitos. Todo es una mentira, ahora le creen más a Cepeda que al resto de los colombianos. Los falsos testigos han sido la base para condenar inocentes, las interceptaciones eran delito, ahora el interceptado es el que comete el delito y quien compra falsos testigos es el héroe.

En mentiras el presidente y el senador son iguales. No sé cuál de los dos se sentirá ofendido por hacer este paralelo.

El momento que vivimos es el más preocupante que he tenido en estos largos años que me ha dado el Creador. No estamos para juegos, hay que elegir bien si no queremos caer en manos del socialismo siglo XXI. No es una suposición, es una realidad.

Comparemos los programas de los candidatos. Basados en ellos y en las realidades escojamos al mejor para la presidencia y a los mejores para el Congreso que necesitará ese presidente.

Venezuela está en la ruina, era el país más rico de Latinoamérica, ahora los venezolanos buscan refugio en Colombia que intenta seguir por ese camino hacia el abismo.

Nuestro futuro está en las manos de los votantes.

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