Ajedrez geopolítico

Rusia, además de posibilidad futbolera, es una incertidumbre geopolítica que nos involucra. En tanto seguimos “ladrando” a la intriga habanera, simplifiquemos el ajedrez mundial:

El Kremlin, jugando a revivir su preponderancia mundial, apoya al dictador Sirio Assad, protegido de Irán (chiíta), y ensaya nuevas tecnologías de guerra bombardeando desde el aire y el mar al Estado Islámico, de paso a los rebeldes equipados por US y “accidentalmente” violando el espacio aéreo de Turquía (como en Colombia en 2013), lo que ha crispado toda la región, especialmente a Arabia Saudita (sunní), enemiga de Irán y aliada de US y Turquía.

Putin podría entrar a Irak mientras hace repetidos alardes de sus capacidades nucleares; la Otan esta lista a respaldar a Turquía y Obama ya desplazó aprestos de guerra a Europa del Este.

El Papa lo anunció en Italia y lo advirtió en Cuba: hay una tercera guerra mundial en progreso.

En el Caribe, precisamente, los rusos tienen dos viejos amigos, Cuba y Nicaragua y uno nuevo, Venezuela y con el aval del gobierno sandinista, la apatía de US y la excusa del narcotráfico, conducen operaciones en la aguas que La Haya le cercenó a Colombia.

El general Kelly, Comandante del Comando Sur, manifestó: “Ha habido un repunte en la proyección del poder y de la fuerza de seguridad de los militares rusos en América Latina”. El ministro de Defensa ruso anunció que sus aviones patrullarían el golfo de México, y hace pocos días se concretó la construcción de una central nuclear en Bolivia, a cargo de los rusos. Como diría el profesor Olmer Muñoz de la PUJ, cuando las potencias tosen, las periferias tiemblan.

Las farc, engendro soviético sesentero y principal cartel mundial de narcotráfico, en llave con sus padrinos del eje Caracas-La Habana-Managua, participarán en cualquier intento putiniano de acosar a US en su órbita cercana: mantienen contactos con Al Qaeda de El Magreb africano para el paso de sus cargamentos de cocaína y vínculos con Hezbola (Irán) a través de Venezuela, todos ellos enemigos de Estados Unidos. Ya tienen territorios bajo control en las fronteras con Venezuela y Ecuador y el arsenal ruso en suelo chavista está a su disposición. Mientras tanto, intentan desde La Habana refundar Colombia.

Si se escala en conflicto ruso-europeo-norteamericano, Latinoamérica jugará su papel, como lo jugó en el pasado, y el diferendo caribeño entre Colombia y Nicaragua podría ser el disparador de una situación muy complicada, más aún si se tiene en cuenta que nuestras fuerzas armadas planean adscribirse a la Otan, principal contendor del expansionismo militar ruso en Europa y Oriente Medio.

Los malolientes acuerdos con las farc, ¿Son parte de alguna geoestrategia global en desarrollo? ¿Un reposicionamiento para una turbulencia mayor?.

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