¿Cree usted que los ‘Timochenkos’ son confiables? ¿Que se van a desmovilizar totalmente, a entregar sus armas, algo bien diferente de dejarlas a la mano para utilizarlas si los gobiernos futuros les incumplen, a retirar la mayoría de las minas antipersonal, a retornar a sus hogares los niños que tienen reclutados en sus filas, a acogerse a las instituciones colombianas y a reparar con dinero a sus víctimas?

¿Cree usted que los ‘Timochenkos’ van abandonar el narcotráfico? ¿No cree usted que la colaboración ya convenida entre el Gobierno y la guerrilla para erradicar los cultivos de coca en los Territorios de Paz la aprovecharán las Farc para acrecentar su negocio y financiar su partido político, contando con una altísima proporción de curules en congresos, asambleas y concejos? ¿No cree usted que sea la Jurisdicción Especial para la Paz la institución especial para absolver, indultar y amnistiar a los ‘Timochenkos’?

¿Visitaría usted con su familia los Territorios de Paz en actividades turísticas o para adquirir un predio en cercanías de estas zonas, otrora llamadas de reserva campesina? ¿Vecino de ‘Iván Márquez’? ¿No estima usted absurdo retirar el Ejército de las ‘supuestas’ zonas de concentración de las Farc, lo cual equivaldrá a entregarles cerca del 15% del país, sin bombardeos ni extradiciones, con cese bilateral del fuego, al tiempo que se tolerará que continúen las Farc extorsionando y traficando con coca, es decir, delinquiendo?

¿Considera usted que si no les sirvieron a las Farc para la refrendación de los Acuerdos de La Habana ni el Marco Jurídico para la Paz, ni el referendo, ni el plebiscito, acepta que la solución radica ahora en convocarles una Asamblea Constituyente Gremial, esto es, con participación de todos aquellos sectores que les garanticen una mayoría en esta? ¿No sospecha usted que entregarle tanto poder a una minoría comunista podría no ser el ‘fin del conflicto’ que promete el presidente Santos, sino el ‘principio de un conflicto mayor’.

¿No sospecha usted que tanto el Fiscal General, como no pocos magistrados de las Altas Cortes, como la gran mayoría de los parlamentarios del Partido de la U no actúan para legarles un país democrático a sus hijos y nietos, votan ellos los embelecos del presidente Santos y de su hermano Enrique para recibir unos dineros que han corrompido la política colombiana en las regiones?

¿Le perdonaría usted a quien asesinó a sus padres, violó a su hija, reclutó a su hijo o lo desplazó a usted? Unasur, los Castro, Maduro y no pocos políticos nuestros, ¿le han aportado algo a la paz de Colombia? ¿Se puede confiar en que el escenario descrito nos conducirá, necesariamente al ‘fin del conflicto o al comienzo de la paz’?