Nadie antes.

Nadie después.

Colombia nunca tuvo un hombre que la manejara como él lo hizo. Como él lo hace.

De formas tan profundas y tan ceñidas que, hoy, como simple Expresidente y elemental Senador de la Republica, sin abrir la boca, ordena y dispone.

Nunca tuvo Colombia un auriga de mano tan firme.

Que hiciera exclamar a unos de sus compañeros de viaje, que sentía miedo.

Álvaro Uribe Vélez no causa miedo.

Álvaro Uribe Vélez, inspira respeto.

Y los obstáculos y las rocas que el camino cierran, son verdes senderos, con pájaros y con espinas.

Y ahí va Álvaro Uribe Vélez.

Los Cepeda, los Serpa, los Samper, el comando de Varga Lleras, de Gaviria, de Galán, y todos, de Santos Calderón, vomitan odio y envidia.

Uribe, con la tranquilidad que dan la conciencia limpia y la hombría, sigue.

A Cuba, le tocó el papel de matrera; de barragana de De La Calle, del músico, del ciego, de la holandesa, de lleva y trae de Timochenco.  La Cuba de Martí, la del Son, es indigna, silenciosa y triste.

Ojalá el doctor Uribe Vélez y su bancada, soporten los aullidos de la jauría pútrida que los acosa.

Faltan pocos días para que Juanpaja empiece a cosechar lo sembrado: nada.

Los vacíos, las mentiras, se encargarán de demostrarle que, además de fraudes y de asalto abierto al erario, de su maldito paso por la Presidencia no quedará recuerdo positivo alguno.

Cómo será de insignificante juanpaja, que, con el cinismo que lo adorna y acompaña, toma para él, se apropia de los logros inmensos si, que han obtenido el señor Pékerman y los que lo rodean.

¿Dónde y haciendo qué están las Fuerzas Militares de Colombia?.

Álvaro Uribe Vélez: doctor, lo necesitamos con urgencia…