Los ex-presidentes: Pastrana y Uribe, coinciden en la necesidad de unir sus fuerzas con la finalidad de lograr una base sólida, que les permita con una fuerza superior defender los intereses de la Nación, abriendo caminos de unidad, creando un amplio consenso que supere los intereses grupales y reafirme los valores esenciales, con este esfuerzo por el bien de Colombia, proclaman la preeminencia de la ética sobre la conveniencia y que la acción política, este subordinada a la moral de quienes luchan por el bien de la Nación Neogranadina.
Para los colombianos residentes en Venezuela, este proceder de los ex-presidentes es muy acertado, como lo es la solidaridad que han demostrado con el pueblo de Venezuela, actitud de fraternidad y justicia para con un pueblo víctima de una desgracia llamada Nicolás Maduro. La unión opositora con miras al proceso electoral en Colombia consolida el triunfo de la Democracia, como elemento de gran importancia para evitarle a los colombianos la vergüenza de las tiranías, como la que vivimos hoy en Venezuela.
Los expresidentes entendieron que hoy tienen una responsabilidad mayor con su país, que atraviesa momentos de acuerdos y conspiraciones del terrorismo internacional, que pretende desacreditar la democracia, para arrancarle a los jóvenes su fe en el porvenir como ha sucedido en Venezuela, y la actitud política asumida por los ex-mandatarios, confirma el apego al deber, y el cumplimiento del rol histórico de rescatar en el corazón de las nuevas generaciones, el orgullo de vivir en democracia y libertad.
El Centro Democrático y el Partido Conservador, tienen una responsabilidad muy grande, no se trata de buscar el poder, para ejercer el poder. Se trata de que son una fuerza fundamental en la vida de Colombia, que tienen que hacer de su parte todo lo posible para devolverle al pueblo y especialmente a las nuevas generaciones, la seguridad de que el destino futuro no se va a conquistar sino fortaleciendo la libertad, fortaleciendo la democracia, respetando los derechos humanos y garantizando el pluralismo, así como llevando a cada corazón la ilusión bien fundada de una vida mejor, no como consigna política, sino como una realidad que se expresa, se logra y se plasma a través de las acciones.
En estos momentos de confusión y desconcierto entre los Colombianos, por los privilegios concedidos a las narco-terroristas FARC, el encuentro entre Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, a los Colombo-Venezolanos nos obliga a transmitirles nuestra solidaridad, tenemos una gran esperanza en el futuro, y como sentimos a fondo los problemas de las dos Naciones, sentimos también la obligación de acompañarlos en tan noble tarea, que la providencia les ha señalado y que nos permitirá con la ayuda de Dios, lograr una sólida y coherente fuerza, para llegar a las presidenciales de 2018 con la mejor oferta para los Colombianos.
