«Anhelo de paz que tenían colombianos no se ve»

El Alto Comisionado para la Paz, la Legalidad y la Convivencia consideró muy importante preguntar a la dirigencia del partido Farc si ‘Iván Márquez’ y ‘El Paisa’, quienes han manifestado su descontento con el proceso, representan la posición oficial porque con sus expresiones le hacen mucho daño a la implementación.

EL NUEVO SIGLO: Para lograr la paz total hace falta negociar con el Eln. ¿Para dónde va ese proceso?

MIGUEL CEBALLOS: Este es un proceso en cual el gobierno del presidente Iván Duque ha cambiado totalmente la aproximación. Por primera vez en la historia de los procesos se establecen unas líneas rojas previas a la continuación de una mesa.

El interés de establecer estas mesas corresponde precisamente al antecedente de proceso que se llevó a cabo con las Farc. En el proceso con las Farc, esa exguerrilla tomó una decisión previa a la firma del acuerdo y fue dejar de secuestrar. Y eso fue la fase exploratoria. También tomó una decisión clara de cese unilateral al fuego. Y esos dos antecedentes hacen que en Colombia ningún gobierno posterior pueda sentarse en una mesa permitiendo que se secuestre, permitiendo que se realicen actos criminales, permitiendo que haya reclutamiento de menores y afectación a la infraestructura mineroenergética del país, afectación que también tiene un impacto grandísimo e incalculable en términos de daños al medio ambiente.

ENS: Pero el Eln sigue secuestrando…

MC: Así es, desafortunadamente. De acuerdo con los informes de Gaula, de la Policía y el Ejército, entre el año 2017 y el 2018 el Eln ha secuestrado 44 personas.

Y aprovecho su pregunta para hacer un llamado al Eln, para de nuevo pedirle que aclare la situación de 10 personas que aún de acuerdo a los informes de los organismos de seguridad permanecen secuestradas. Tres de ellas fueron secuestradas este año: la señora Diana María Toro, que fue secuestrada el 27 de septiembre; el señor Freddy Rangel, que fue secuestrado a mediados de este año; y el señor Andrés Riaño, que también fue secuestrado a inicios de este año. De acuerdo a las mismas pruebas de supervivencia que otorgó el Eln estarían en territorio venezolano. Colombia debe pasar para siempre de este atroz delito del secuestro y mientras el Eln no tome una decisión clara frente a él no serán nombrados voceros oficiales del Gobierno por parte del presidente Iván Duque.

ENS: ¿Usted insiste en que el Eln está reclutando menores de edad?

MC: Ese es un tema muy sensible. La Corte Penal Internacional la primera vez que condenó a una persona por crímenes de guerra lo hizo por reclutamiento der menores. Fue un exmilitar del Congo. En este sentido la sensibilidad de la comunidad internacional y de toda la comunidad colombiana frente al reclutamiento de menores es muy grande y tiene una razón de ser: los menores de edad no tienen por qué estar en la guerra. Así como no tienen por qué ser forzados a un trabajo inhumano, a un trabajo forzado por ejemplo en la minería, tampoco deben ser llevados a la guerra. Por eso condenamos y exigimos al Eln que cese el reclutamiento.

Cuando el presidente Duque se refiere a que no pueden seguir más actos criminales, precisamente se está refiriendo al reclutamiento de menores. Hace dos semanas la Policía Nacional liberó seis niños que estaban en manos del Eln en Chocó. Por ello debemos seguir luchando contra este terrible crimen en apoyo a lo que el fiscal anunció y es el hecho que haya 121 casos judicializados del Eln por secuestro de menores.

ENS: Usted entregó cifras preocupantes frente a los atentados a la infraestructura mineroenergética…

MC: Así es. Desde que se creó el oleoducto Caño Limón-Coveñas en el año 1986 hasta hoy, han sido derramados cerca de 4 millones de barriles de petróleo. Eso corresponde a siete u ocho veces la tragedia ambiental más grande de toda la historia que fue la del barco Exxon Valdez en Alaska. En esa ocasión fueron derramados 500.000 barriles de petróleo. Aquí estamos hablando de cerca de 4 millones de barriles. Eso no solamente es un ecocidio, es un daño irremediable, incalculable a las cuencas de agua y la naturaleza misma y a la fauna que rodea las voladuras de este oleoducto, sino que también es un daño a la economía del país y por supuesto un daño al proceso de paz. Cada vez que se afecte la infraestructura mineroenergética habrá menos regalías y de las regalías hacen parte los dineros de la implementación de los acuerdos con las Farc. Entonces a más voladuras del oleoducto, menos recursos para la paz.

Ley de Orden Público

ENS: Con la Ley de Orden Público, ¿se posibilita el proceso de paz con el Eln?

MC: La Ley de Orden Público es el instrumento más importante para poder adelantar los diálogos de paz. Esa ley ha venido siendo prorrogada cada cuatro años por todos los gobiernos de Colombia, después de que fue aprobada en 1997. Ese es el marco legal para la negociación con los grupos que tienen un carácter político, por tanto sin esa ley no se podría avanzar en ninguna mesa de negociación eventual con el Eln.

ENS: ¿Cuál es su mensaje al Eln después de que se conociera el nombramiento de ‘Gabino’ como su vocero?

MC: Esta es una determinación unilateral y autónoma que toma el Eln para nombrar a su jefe máximo como miembro representante, es decir, nombrarlo como negociador en una eventual mesa.

Lo que yo quisiera aclarar acá es que judicialmente la situación de Nicolás Rodríguez Bautista, alias “Gabino”, no cambia hasta que el señor Presidente tome la decisión de suspender las órdenes de captura y por tanto las circulares rojas de interpol que pesan contra él. Esto quiere decir, que en las condiciones que el Jefe del Estado ha establecido para la reanudación para cualquier espacio de diálogo con el Eln, que son el de cesar definitivamente el secuestro y cesar todas las acciones criminales que ya he mencionado, también serían condiciones para levantar las órdenes de captura y las circulares rojas contra Nicolás Rodríguez Bautista.

Disidentes de Farc

ENS: ¿Qué información reciente se tiene de ‘El Paisa’?

MC: Lo que la opinión pública ha venido siendo informada es de varias cartas que ha enviado alias ‘El Paisa’ junto con ‘Iván Márquez’ en las cuales manifiestan un descontento con el proceso de paz que ellos dos y varios otros combatientes de las Farc ayudaron a adelantar. En ese sentido es muy importante preguntar al Comité Ejecutivo de las Farc, hoy nuevo partido político, si estas dos personas representan la posición oficial, porque con sus manifestaciones le hacen mucho daño a la implementación del acuerdo que está siendo cumplido por algunos miembros de Farc que sí tienen esa voluntad política y que hoy incluso se encuentran en cargos de representación en el Congreso. Es muy importante que el partido Farc diga si estas personas representan la posición oficial de Farc como partido político o no.

ENS: ¿En verdad Colombia es hoy un país distinto sin las Farc en armas?

MC: Tristemente después de estos 100 primeros días del gobierno del presidente Iván Duque y después de haber visitado muchas regiones de este país, aunque uno podría decir que hay algunos cambios por el desarme de la guerrilla de las Farc, desafortunadamente también hay que decirle la verdad al pueblo colombiano: que las zonas donde operaban las Farc ahora están copadas por el narcotráfico, por disidentes de las propias Farc. Y en esto quiero ser muy claro con el pueblo colombiano. Esas disidencias se suponía no tendrían que existir, porque la unidad de mando de la guerrilla al menos en la negociación, y así lo expresaron sus jefes, era clara.

Hoy tenemos disidencias. Hoy tenemos Clan del Golfo. Es decir, grupos al margen de la ley de la criminalidad organizada. Tenemos en algunas zonas del país la presencia del Eln. Y aquel anhelo de paz que los colombianos tenían por la firma del acuerdo con las Farc desafortunadamente hoy no se ve como una realidad en las regiones.

ENS: En los 100 días del Gobierno del presidente Iván Duque, ¿qué destaca?

MC: Mi cargo no solamente se refiere a una eventual negociación con el Eln. También el Presidente de la República le ha pedido al Alto Comisionado de Paz que sea el Alto Comisionado para la Legalidad y la Convivencia.

Hemos con nuestra oficina desarrollado una exitosa labor de dialogo social en Tumaco, en Buenaventura, en Quibdó, en el Catatumbo, en el Macizo colombiano, adelantando una labor de fortalecimiento de la relación del Estado, con la sociedad civil donde hay grandes conflictos sociales.

La legalidad y la convivencia hacen parte de la función del Alto Comisionado y en ese sentido en muy pocos días de verdad que hemos hecho una gran labor de prevenir la conflictividad, de ayudar a solucionar crisis sociales, como fue la presencia de cerca de más de 400 indígenas de Ríosucio en Bogotá, con quienes pudimos interlocutar y pudimos acompañar de regreso hasta el Chocó para seguirlos acompañando en sus regiones.

Pero también hay un tema importante y es que es la primera vez en la historia reciente que el Eln libera 10 personas y solo en un período de dos semanas. Eso se debió a la clara y firme decisión del Presidente y de su Alto Comisionado para no negociar ni someter a ninguna condición la entrega de esas personas.

El país entero rechaza el secuestro y esa presión ha venido siendo parte del ejercicio reflexivo, prudente de nuestra oficina, estableciendo unas líneas rojas frente al secuestro y frente a los actos criminales. Nuestra oficina viene desarrollando una tarea que es necesaria para los colombianos y que todo el pueblo colombiano apoye el discurso de legalidad del Presidente, sin legalidad, de ninguna manera vamos a tener una paz plena y estable.

ENS: ¿Hasta cuándo cree que en Colombia deba existir la figura del Alto Comisionado de Paz?

MC: Lo he dicho en varias de mis intervenciones: un país no tendría que necesitar una oficina permanente del alto comisionado de paz. Ojalá esta oficina no tuviera que seguir existiendo, especialmente en el contexto del bicentenario de la independencia de nuestro país. Ojalá Colombia a sus 200 años de vida republicana le diera la noticia al país de que no es necesario tener una oficina encargada para buscar la paz de los colombianos.

La paz de los colombianos debe ser esa paz cotidiana, la paz de cada día que tienen que construir los colombianos fruto de una cultura de la ley, de una cultura del respeto por el otro sin que tenga que existir un comisionado que les diga que se tiene que vivir en paz. Ese es mi anhelo. Ojalá algún día Colombia viva en paz sin la necesidad de tener que hacer acuerdos con grupos armados, sin la necesidad de lastimar a sus vecinos y la necesidad de generar conflictividad sociales que afecte la vida y la estabilidad del ser humano que debe ser fruto de una decisión libre y voluntaria.

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