Tras leer y releer el ‘borrador conjunto’ firmado el 23 de junio de 2016, entre las Farc y Santos, con el cual afirma nuestro presidente haberle puesto un punto final al conflicto armado con las Farc, destaco cinco puntos, a saber:

1. Ceses del fuego y de hostilidades bilateral y definitivo. “Tiene como objetivo la terminación definitiva de las acciones ofensivas entre la Fuerza Pública y las Farc-EP y en general de las hostilidades…incluyendo la afectación a la población… para de esa manera crear las condiciones para el inicio del Acuerdo Final y la Dejación de las armas…”

Harto difícil esperar una paz verdadera, sabiendo que un kilo de cocaína, el combustible de nuestro narcoterrorirso, cuesta unos mil quinientos dólares en un cristalizadero en Colombia. Que existen Acuerdos ya firmados para reconocer a las Farc como socias del Gobierno para combatir el narcotráfico, las bandas criminales y los residuos del paramilitarismo. ¡Gran absurdo! 

2. Monitoreo y Verificación. Es un mecanismo estrafalario para evitar los distintos factores que puedan poner en riesgo el numeral anterior. Es un mecanismo tripartito integrado: Por la Fuerza Pública de Colombia y las Farc-EP, inadmisibles socios; por espectadores de la ONU para observar a los verdaderos actores de este punto, militares de países latinoamericanos, no armados, bajo órdenes de las Celac, engendro nefasto de Fidel Castro. ¿El Ejército al servicio de la Farc?

3. Zonas Veredales Transitorias de Normalización -ZVTN. Constan de 23 zonas veredales y ocho campamentos para la concentración de los guerrilleros de las Farc. Allí, cada guerrillero portará su arma individual. Son precisamente los lugares donde se efectuará el monitoreo y la verificación.

La salida de estas zonas de los combatientes de las Farc se hará sin armas y de civil. Las autoridades civiles que tienen presencia en la zona, permanecen en ellas y continúan ejerciendo sus funciones; pero sin armas. Los civiles no pueden ingresar a estos ´Caguanes´. Pero, eso sí, 290 exguerrilleros tendrán derecho a salir desarmados a hacer proselitismo político por doquier.  

4. Seguridad para las personas, los desplazamientos, los explosivos… 
”Alrededor de cada ZVTN se establece una zona de seguridad de un kilómetro donde NO puede haber unidades de la Fuerza Pública ni efectivos de las Farc-EP con excepción de los equipos de monitoreo y verificación acompañados de la seguridad policial cuando las circunstancias así lo requieran”.

El señor Fernando Londoño Hoyos advierte sobre la creación por medio este “borrador” de 13 nuevas instituciones de doble filo, las cuales serán manejadas entre las Farc y el santismo, bien para alcanzar la paz o bien para hostigar a la oposición.

5. Dejación de las armas. La ONU recibe el armamento nuevo o viejo que le quieran entregar las Farc y lo destinarán a la construcción de tres monumentos. Asumiendo que sí le entregasen todo a la ONU, poseerán ellos dinero suficiente proveniente de su narcotráfico, tolerado por el Gobierno de Santos, para comprar armas nuevas y utilizarlas con el brazalete del EPL. La dejación total de las armas se realizará 180 días después de firmados los acuerdos.

Mi conclusión. Como bien reza en cada una de las 18 páginas del Acuerdo se trata de un demoledor ´borrador´. Lo estimo complejo, incompleto, escabroso y con mal español. Porque elude combatir el narcotráfico y la minería ilegal.  Porque en el interior de las zonas de normalización vivirán miles de guerrilleros todos armados. En tanto que, en el exterior de tales zonas, tendremos unos cuantos vigilantes desarmados, ¿castro-chavistas de la Celac acaso? Imposible no ser un escéptico ante tal empoderamiento de las Farc.