“Caguancitos”

Mucho se ha hablado del Acuerdo de La Habana. Estoy con las posturas de Rafael Nieto, Cristina de Toro, Juan David Escobar, Fernando Londoño, el Procurador Ordóñez, el expresidente Uribe y muchos de los senadores y representantes del Centro Democrático. No voy a repetir lo ya dicho. Pero, faltando el documento de soporte, son muchas las dudas que quedan, en especial sobre lo que no se ha dicho. Me preocupa lo referente a los sitios donde se concentrarán, tanto por su ubicación como por su modus operandi. ¿Seguirán las Farc con la petición de las Zonas de Reserva Campesina, ZRC, que estarían estratégicamente ubicadas por toda la geografía nacional? Recordemos que el entonces ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo Salazar, las llamó “republiquetas”, un montón de “caguancitos” al Norte, al Occidente, al Sur y al Oriente del país.

Las Farc no pretenden ir a una cárcel a pagar unos pocos años entre rejas, 6 u 8, como las autodefensas. Ellos estarán en distintos sitios colaborando con el desminado, trabajando la tierra, cuidando ganado, haciendo trabajo con las comunidades y quizás adoctrinándolas en su ideología marxista leninista concordante con el Socialismo del Siglo XXI, la Marcha Patriótica, el Partido Comunista Clandestino, PC3, el Movimiento Bolivariano y el Foro de Sao Paulo.

Ellos están y seguramente querrán afianzarse en seis zonas de Colombia donde hay cultivos ilícitos y facilidad para sacar la coca por el Pacífico, el Caribe y Venezuela. Me refiero al Putumayo, a la zona de Tumaco, al Nudo de Paramillo, a Norte de Santander, Arauca y la región que va desde el Caguán hasta Cartagena del Chairá y abarca La Macarena.

Esta última zona es la más importante desde su punto de vista. La llaman Caquetania y allí está la retaguardia estratégica que puede movilizarse por trochas y ríos y pasar la frontera porosa con Venezuela. Tienen el ánimo de expandirse al piedemonte llanero, a las estribaciones de la Cordillera Oriental y la Orinoquia. No olvidemos que por allí salen fácilmente al Pacífico por Huila y Cauca y al Páramo de Sumapaz, camino directo a Bogotá.

Caquetania es la región clave con un plan completo político, económico y de armas. Tienen por objetivo penetrar las asociaciones campesinas, las JAL, fortalecer los frentes 3 y 14 y llegar a cargos políticos. Además llevar indígenas para que se asienten en territorios y los reclamen como ancestrales. Indígenas que son y seguirán siendo ideologizados, cultivarán la tierra y criarán ganado para reforzar las finanzas de las Farc.

Tendrán escuelas de adoctrinamiento sobre el programa agrario, sus estatutos y la plataforma bolivariana. Y algo muy importante: fortalecer el esquema de milicias y núcleos bolivarianos. Reclutar personas y evitar que entren la Cruz Roja Internacional, CICR, y Médicos sin Fronteras.

Es una zona amplia y con ánimo expansionista que abarca Meta, (La Uribe, Vistahermosa, etc.). Parte de Caquetá y Guaviare, (La Macarena, Yaguara, Larandia, Cartagena del Chairá, Peñas Coloradas). El piedemonte oriental de Huila.

Analizando todas estas zonas en donde tienen asiento las Farc, planes concretos, adoctrinamiento, dominio sobre las poblaciones, cultivos rentables, sean lícitos o ilícitos, queda la preocupación de cómo se ha tratado el tema en La Habana y cuál será el futuro de estas zonas que cubren estratégicamente puntos clave de Colombia. No vaya a ser que estos mismos territorios sean las ZRC en donde pagarán sus años de encierro, que no cárcel, y harán trabajo social pero para promover su ideología, de modo que cuando se cumpla el tiempo de encierro, Colombia esté adoctrinada en el marxismo leninismo y no haya espacio para quien piense distinto. Ni haya libertad de prensa ni libertad de movimiento. En ese momento se habrá entronizado plenamente el Socialismo del Siglo XXI, con su dictador, y se habrá acabado el Estado Social de Derecho. Ojalá lo escrito no vaya a ser una triste realidad.

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