Caprichos indígenas

La semana pasada me referí en este espacio a la zozobra que padecíamos los caucanos por el posible bloqueo de la vía panamericana, ruta principal del departamento del Cauca. Pues bien, luego de una semana de interrupciones parciales pero constantes, el paro de campesinos y cocaleros se levantó. Pero por estos mismos días inició otro paro, este mucho más grave: el paro de los indígenas.

Y afirmo que es mucho más grave porque los hechos así lo han demostrado. Varias de estas comunidades indígenas han preferido optar por el actuar criminal que por el respeto hacia la ley y los demás. Hemos visto en diversas ocasiones cómo estos señores, so pretexto de que toda la tierra les pertenece porque así la Madre Tierra lo determinó, han invadido predios, amedrentado personas e incluso amenazado a muchos de sus propios hermanos indígenas, ahí tenemos el caso de Diana Perafán, por poner solo un ejemplo.

El pasado martes 31 de octubre cientos de indígenas ya se encontraban ocupando parte de la vía, incluso en horas de la tarde de aquel día taponaron la panamericana y lanzaron piedras a los automóviles que decidían transitar por esa senda. Ya han amenazado a todos los caucanos con que si el gobierno nacional no cumple con sus caprichitos, bloquearan la vía, sin más ni menos. Esto mismo ocurrió el año pasado, dejando a Popayán sitiada totalmente.

Desgraciadamente en el Cauca contamos con un gobierno departamental totalmente laxo, que desconoce la palabra autoridad. ¿Qué podemos esperar? Muy seguramente nada. Por eso debemos hacer un llamado a la caucanidad, un llamado a ese amor por el Cauca que se impregna en el corazón de propios y extraños. Si no estamos unidos, sino demostramos una sola fuerza, seguramente las comunidades indígenas nos secuestrarán nuevamente. No podemos continuar permitiendo que sus egos ancestrales primen sobre los derechos de nosotros, las mayorías.

No olvidemos que existe el artículo 24 constitucional, el cual consagra el derecho de circulación. Como así también existe la Sentencia C – 742 de 2012, en la cual la Corte Constitucional declaró exequibles los artículos 44 y 45 de la Ley 1453 de 2011, los cuales dictaron los ordenamientos de, uno, crear el delito de obstrucción a vías públicas que afecten el orden público. Y dos, modificar el delito de perturbación en servicio de transporte público, colectivo u oficial; entre otras herramientas que brinda nuestro ordenamiento jurídico y esperamos hagan valer las autoridades. Aunque para ellos es fácil disparar y escudarse en su fuero indígena, tristemente, quedando en la impunidad todo su actuar, a eso están acostumbrados.

No más bloqueos, ni parciales ni totales. Estamos hastiados de ese proceder ilegal. El pueblo caucano tiene dignidad, el pueblo caucano merece respeto, no más zozobra, no más caprichos indígenas. Es momento de unirnos y hacerle frente, sin titubeo ni cálculo alguno, esto no es de colores o partidos políticos, no. Esta lucha es por el honor y tranquilidad del Cauca.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar