Captura de traficante expone red global que proveía armas al ELN.

La captura de un poderoso traficante de armas colombiano en Honduras, acusado de proveer al ELN, ha revelado detalles sobre una intrincada red de comercio internacional de armas que se extendió desde los Estados Unidos hasta Colombia, pasando por Centroamérica.

José Alexander Peláez Mejía, alias “Zeus” o “Mono” fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Bogotá el 8 de marzo, tras haber sido expulsado de Tegucigalpa, capital de Honduras, donde residía, según comunicó la policía de Colombia.

Zeus tenía una orden de captura internacional y notificación azul de INTERPOL para su localización en 194 países. Se lo buscaba por los delitos de “fabricación, tráfico o porte de armas de fuego, accesorios, partes o municiones y fabricación, tráfico o porte de armas, munición de uso restringido, de uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos.”

Se lo acusa de ser el principal suministrador de armas en el departamento de Antioquia a miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

#AEstaHora @PoliciaColombia @DIJINPolicia informa sobre la captura de la persona conocida como “Zeus” o “El Mono”, dedicado a suministrar armas de fuego de largo alcance y alto poder al grupo terrorista ELN. @FiscaliaCol pic.twitter.com/1XSE7M3Fuq

— Brigadier General Gonzalo Ricardo Londoño Portela (@DIJINPolicia) March 8, 2019

Según la policía colombiana, Zeus adquiría las armas en los Estados Unidos, las llevaba a Centroamérica y, a través de empresas de mensajería, las enviaba a Colombia. Desde allí, utilizaba camiones de carga y buses para llegar a las diversas estructuras del ELN en el departamento de Antioquia y a otros grupos criminales.

La captura tuvo lugar como parte de una operación internacional coordinada por Interpol que resultó en 560 detenciones en ocho países de Latinoamérica.
Análisis de InSight Crime

El arresto de Zeus ha revelado detalles sobre el modus operandi de una red que provee armas a algunos de los grupos criminales más poderosos de Colombia y ha logrado mantenerse fuera del radar de las autoridades.

Bajo la fachada de un hombre dedicado a la reparación de automóviles, Zeus logró la construcción de un perfil de empresario que le permitió lucrarse del comercio de armas ilícitas clandestinamente sin llamar la atención.

La guerrilla colombiana del ELN hacia parte de la lista de clientes con los que entabló transacciones de tipo ilícito. Un integrante de esta organización, conocido con el alias de “Mauricio”, era el contacto que se encargaba de recibir el armamento que iba repartido en piezas camufladas en cargamentos de buses del servicio público.

La posición de neutralidad de Zeus era clave para sostener los negocios con diversas organizaciones, entre las que también se supone había disidentes de la guerrilla en desmovilización Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según reportaron medios locales.

La diversificación de la mercancía ofrecida por Zeus era otra de las fortalezas de su emporio criminal. Su portafolio armamentístico incluía diferentes variedades de pistolas y fusiles, entre las que destacaba el fusil Barret .50, empleado para atravesar vehículos blindados y alcanzar objetivos a dos kilómetros de distancia.

No obstante, los “señores de la guerra” camuflados en la legalidad no son los únicos encargados de abastecer armas a las estructuras criminales de Colombia.

Cada vez con más frecuencia se han visto casos que involucran a miembros de la fuerza pública con la venta ilegal de armamento. En 2017, el mayor Héctor Murillo fue capturado por sus vínculos con el grupo criminal de los “Urabeños”. Murillo fue sentenciado por corrupción y suministro de armamento a esta organización.

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