Cuando se determinó la responsabilidad del ELN en el ataque a la Escuela de Cadetes, el presidente visitó Catatumbo y Arauca. Escogió esas regiones porque allí esa guerrilla concentra su mayor poderío. Así se mueven los elenos en esos enclaves.

Esta semana, luego de que se estableciera la responsabilidad del ELN en el ataque contra la Escuela de Cadetes General Santander, el presidente Iván Duque viajó al Catatumbo, en Norte de Santander, y luego a Arauca.

Aunque la guerrilla tiene presencia en Córdoba, Bolívar, Cesar, Antioquia, Cauca, entre otros departamentos y en varias capitales, el mandatario escogió precisamente esos dos destinos porque son las áreas en las que esa guerrilla tiene mayor influencia. ¿Qué es lo que pasa en cada una de ellas?

Catatumbo, la guerra con el EPL (o los Pelusos)

Con 28.000 hectáreas de coca sembradas en Norte de Santander, la mayoría de ellas en el Catatumbo, según las últimas mediciones de Naciones Unidas, ese es uno de los enclaves del narcotráfico más grandes del país, apenas superado en cantidad de matas por Nariño y Putumayo.

A esa región la atraviesa también el oleoducto Caño Limón – Coveñas, otro valor llamativo para el crimen. De hecho, hace alrededor de tres décadas, las primeras estructuras armadas llegaron allí atraídas, entre otros factores, por la infraestructura petrolera.

El ELN tiene presencia allí desde hace décadas a través del frente de guerra nororiental y lo convirtió en su mayor fortín, con no menos de 500 hombres en armas comandados por alias José Luis o Ricardo.

Un número que está en crecimiento, pues este punto también tenía fuerte presencia de las Farc y los elenos se propusieron captar a los combatientes que no le caminaran al desarme. Pero esa guerrilla no la tiene fácil en ese territorio. Precisamente el acuerdo de paz y la captación tanto de combatiente como de territorios de las Farc detonó una guerra con un antiguo aliado suyo, el EPL.

Esos dos grupos eran bastante cercanos y los unían hechos históricos como que, cuando las Farc entraron en confrontación con el EPL, los elenos intercedieron por estos. Pero con la muerte de Megateo, su máximo líder en 2015, y la captura de David, su jefe político en 2016, ese grupo al que las autoridades denominan los Pelusos, entró en un proceso de asentamiento de su criminalización, y quedó en manos de mandos menores que no tenían capacidad de interlocución con el ELN. Fue así como en marzo del año pasado se desató una guerra.

Esa confrontación derivó en la muerte de miembros de parte y parte, y en el desplazamiento de cientos de civiles de la región. Como respuesta, el gobierno de Iván Duque ordenó en octubre pasado el desembarco de 5.000 soldados más para la Fuerza de Tarea Vulcano y la Brigada 30 que combate a esos grupos. Con esa adición, ya hay alrededor de 17.000 militares en esa zona.

El mapa de la violencia del Catatumbo muestra a los elenos con una presencia consolidada en los municipios de Teorama, Tibú, El Tarra, La Playa y El Carmen. Por su parte, el EPL es más fuerte en San Calixto y Hacarí. Geográficamente, la región es clave para los elenos, pues los conecta con Venezuela, donde se supone que se esconden sus cabecillas y por donde se hace tránsito de drogas y armas.

Además, es también un puente con Arauca, donde opera su segunda estructura más fuerte, el frente de guerra oriental, y con el sur de Bolívar y Córdoba, donde está el frente Darío Ramírez. Estos departamentos costeños también están creciendo en cantidad de cultivos ilícitos que tienen una ruta de salida por el Catatumbo, hacia Venezuela.

Además de los cultivos ilícitos, el ELN concentra sus acciones en el Catatumbo en el secuestro, como lo hicieron con los tres pasajeros del helicóptero que fue interceptado el pasado 11 de enero. También atacan constantemente el oleoducto Caño Limón – Coveñas que, según los registros oficiales, ha sufrido 89 atentados de los elenos desde 2018.

Arauca, la puerta a Venezuela

En este departamento opera el frente de guerra oriental, considerada la estructura más violenta del ELN, que además se extiende a los departamentos de Boyacá, Casanare y Vichada. Son alrededor de 500 hombres comandados por alias Pablito, miembro del Comando Central eleno y el cabecilla más temido de esa guerrilla. De este hace parte la esctructura Domingo Laín, que a su vez es una de las que tiene más poderío militar.

Este frente es clave para la expansión del ELN en territorio venezolano. Según un reciente informe de Insight Crime, un observatorio del crimen, en 12 estados del vecino país ya hay presencia de elenos. Estos serían Táchira, Zulia, Apure, Trujillo, Anzoátegui, Lara, Falcón, Amazonas, Barinas, Portuguesa, Guárico y Bolívar. Allí se dedicarían, además del narcotráfico y la extorsión, al contrabando de ganado, gasolina, comida y al reclutamiento de menores de edad para sus filas.

En la zona de influencia del frente de guerra oriental también hay presencia de varias disidencias de las Farc, que al parecer mantienen pactos de no agresión con los elenos. La principal fuerza del Estado que combate a esta estructura guerrillera es la Fuerza de Tarea Quirón, asentada en Arauca.

Las pesquisas de las autoridades sobre el atentado a la Escuela de Cadetes General Santander, apuntan a que en Arauca habría comenzado a fraguarse el plan. Allí, José Aldemar Rojas, quien habría ejecutado el plan, habría comprado la camioneta que convirtió en bomba. Además, los investigadores dicen que se desempeñó como explosivista de varios grupos del frente de guerra oriental.