Sentimos que en este momento difícil para Colombia, el Parlamento juega un papel fundamental para poder enfrentar las graves dificultades que se presenten sobre la Nación y que se están experimentando en todo el continente, por la presencia amenazante del Castrochavismo, que ha conseguido en el gobierno de Santos, voces de respaldo y simpatía que pueden desembocar en un mar de frustraciones para un pueblo que busca una mejor oportunidad de vida.
Con la presencia del Dr. Álvaro Uribe Vélez y todo el maravilloso equipo de Senadores y Representantes que le acompañan, en el próximo Parlamento Nacional tendremos todos quienes creemos en la Democracia y la Libertad, una palabra oportuna y patriótica que ayudará a resolver conflictos; El ex-presidente con la autoridad moral lograda durante su actividad en la primera magistratura nacional, y quienes le acompañan por el Centro Democrático, que han cumplido funciones de alto interés nacional o regional y se han hecho merecedores de ocupar una curul en la más alta tribuna de la democracia.
El pueblo colombiano siente una necesidad profunda de cambio en su Parlamento, espera que sus instituciones resulten fortalecidas, que cambien los malos hábitos políticos y los vergonzosos negociados con el gobierno, que cambien las conductas inapropiadas en la vida parlamentaria, y para que esta institución se ponga a tono con el momento en que vivimos, que se identifiquen con las necesidades del pueblo y con los altos valores morales que le dieron vida y razón al Congreso de la República de Colombia.
Estamos viviendo un momento excepcionalmente preocupante por los acuerdos que se discuten en La Habana, están en peligro grandes conquistas, que ponen en riesgo nuestra democracia, las luchas libradas por el aseguramiento de los derechos humanos cobra nueva inquietud, se desconocen hasta qué punto la organización narco-terrorista FARC, gozará de privilegios nunca antes concedidos por ningún gobierno anterior, continúan las situaciones conflictivas y los crímenes a policías, soldados y civiles, y los esfuerzos de mediación no llegan hasta el término que los negociadores dicen haber logrado y que los colombianos esperan.
En medio de esta difícil situación, el pueblo espera del nuevo Parlamento propuestas para su beneficio, que se reconozcan sus derechos para que se le retribuya como es procedente, el producto de su esfuerzo y el derecho que como colombianos tienen a vivir mejor en democracia y libertad, gracias a Dios tendremos en el Centro Democrático, una voz firme y digna en el Parlamento, para proponer legislación conducente a los objetivos señalados, pero sobre todo, para como lo obliga su rol de oposición, ejercer el control político, que todo gobierno amerita y aún más éste que intenta la introducción del castrochavismo en Colombia.
