El Senador Alfredo Rangel presentó este martes en la Plenaria del Senado, una constancia en la que denuncia y rechaza que el Gobierno Nacional oculte las verdaderas cifras de seguridad del país:

“El Centro Democrático rechaza el intento gubernamental de ocultar el deterioro de la seguridad que vive el país desde el comienzo de la presente administración. En los campos y en las ciudades los hechos del día a día, todas las encuestas y los sondeos de opinión, y las cifras de entidades independientes, muchas de ellas basadas en los mismos datos oficiales, están demostrando a las claras que en el país está creciendo la inseguridad, a pesar del negacionismo del gobierno que se empeña en mostrar lo contrario.

En efecto, tanto la seguridad nacional como la seguridad ciudadana han sufrido en los últimos años los embates de grupos terroristas, de bandas criminales, y de delincuencia común y organizada, sin que las autoridades hayan sido capaces de neutralizarlos. Después de que el gobierno de la Seguridad Democrática redujo las guerrillas a menos de la mitad de su tamaño y las obligó a replegarse, en los últimos años han crecido y se están desplegando nuevamente, regresando a decenas de municipios de donde habían sido expulsadas por la acción de la Fuerza Pública. Así, las Farc fueron reducidas de alrededor de 18 mil hombres en armas a cerca de siete mil, pero ahora han crecido a cerca de 9 mil. Las Bacrim siguen creciendo, de igual manera que otras formas de delincuencia.

La consecuencia es el crecimiento de la masa criminal en el país. Veamos lo que ha sucedido entre los años 2010, el inicio de este gobierno, y 2013, su último año completo de gestión.

La extorsión ha crecido en un 258%, y a lo largo y ancho del país es una plaga que igual afecta a micro, pequeños y grandes empresarios, tanto en el campo como en ciudades pequeñas y grandes. Es un delito que está incontrolado, y que demuestra la expansión de guerrillas y bandas criminales de todo tipo.

Los retenes ilegales de las guerrillas crecieron un 69%, lo que demuestra tanto su retorno a muchos sitios de donde había sido expulsada en tiempos de la Seguridad Democrática, como sus designios de volver a recuperar control territorial.

El secuestro simple junto al extorsivo han crecido un 7%, mientras las Farc no han liberado a las personas secuestradas ni han cumplido su falsa promesa de dejar de secuestrar; por el contrario, comparados los primeros semestres de 2012 y 2014, sus secuestros se han incrementado en 42%.

Los atentados contra las infraestructuras económicas del país crecieron un 105%, afectando la vida de las comunidades, causando estragos en el medio ambiente y menoscabando la confianza inversionista.

Durante estos años la seguridad urbana también se ha deteriorado gravemente. Las lesiones personales aumentaron en 46%, pues ante la falta de autoridad crece el uso de la violencia como forma de resolver conflictos entre los ciudadanos.

El hurto de personas, que es uno de los delitos que más impactan la tranquilidad ciudadana, creció un 47%, debido a que el robo callejero de teléfonos celulares sigue disparado y sin control a pesar de los pomposos anuncios oficiales.

El hurto al comercio aumentó en la ciudades un 69%, y ante la impotencia de las autoridades los criminales se muestran cada vez más atrevidos y osados, pues han pasado del asalto a los pequeños comercios y tiendas de barrio, al asalto de grandes supermercados.

El hurto a entidades financieras creció un 26%, y frente a las nuevas modalidades del crimen, las autoridades están desbordadas.

Ante esta situación, el Centro Democrático denuncia ante el país que el deterioro de la seguridad en los últimos años tiene como causas el desmonte de la política de Seguridad Democrática que ha realizado el gobierno del Presidente Santos, la realización de diálogos en medio del terrorismo, y la inseguridad jurídica que desestimula a la Fuerza Pública”.