Comparsa diabólica

El presidente Santos escogió el peor camino para lograr la paz en Colombia, ofreciéndole a los terroristas su incorporación a la vida pública, y permitiéndoles su ascenso al poder sin restricciones, lo que conduciría al país neogranadino a sufrir como lo hace hoy Venezuela, del peor mal que pueda padecer una Nación, como es el de ser gobernados por los Castro-comunistas, ahora llamados socialistas del siglo XXI.

Santos los presenta como inocentes y son unos malignos desalmados, herederos de asesinos y forajidos, mercenarios que han cometido todo tipo de monstruosidades criminales, y son artífices del odio y el dolor que padecen miles de Colombianos victimas de cilindros, secuestros y bombas, familias enteras a las que arrebataron a sus niños y niñas para convertirlos en rehenes de su perversión, pero que ahora con una justicia complaciente serán indultados y todo quien se atreva a enfrentarlos será castigado con todo el peso de la ley.

o existe una verdadera justicia, ni dicen la verdad, se burlan descaradamente de las víctimas, los diálogos no son más que el sometimiento del estado a los terroristas de las Farc, que solo esperan el plebiscito para ser indultados y lograr la impunidad por todos sus actos criminales, para luego adquirir representación e incorporación en la estructura del estado, y hacer como sucedió en Venezuela, cambian su accionar y su estrategia participando de la acción política, para lograr su objetivo que es la toma del poder.

Juan Manuel Santos engaña a su pueblo, montando una comparsa diabólica con terroristas que han cometido todo tipo de delitos y agresiones, por fortuna perdió el respaldo mayoritario de los electores, pero en su afán de notoriedad, está poniendo en juego el destino de 48 millones de Colombianos, que por supuesto quieren la paz, pero con justicia y sin concesiones que pongan en peligro el futuro de su democracia.

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