Con el terrorismo no se negocia

¿No habrá algún asesor de palacio que le susurre al oído al presidente Santos “Colombia está siendo atacada”?

Recuerdo la expresión de máxima alerta e inminencia de acción del Presidente Bush cuando su asesor, Andrew Card, le susurró al oído, poco después de que el segundo avión impactara la torre dos del World Trade Center, las siguientes palabras: “América está siendo atacada”.

Recuerdo la expresión de máxima alerta e inminencia de acción del Presidente Bush cuando su asesor, Andrew Card, le susurró al oído, poco después de que el segundo avión impactara la torre dos del World Trade Center, las siguientes palabras: “América está siendo atacada”. Meses antes, Osama Bin Laden había dado sendas declaraciones según las cuales Estados Unidos era una nación débil pues carecía de voluntad para pelear. Sustentaba su hipótesis en el retiro de las tropas de Líbano y Somalia luego de haber sufrido bajas, y en la tímida respuesta militar con ocasión del ataque del USS Cole en Yemen. Decía además Bin Laden que si América era castigada lo suficientemente fuerte, retiraría su presencia de las naciones musulmanas.

Bush apresuró su presentación en una escuela primaria de la Florida y su avión se encumbró en los cielos con rumbo desconocido. Sin embargo, sus designios si tenían un rumbo claro: guerra total contra el terrorismo. Con la premisa de que “cuando se trata de la guerra contra el terrorismo, o se está con nosotros o en contra nuestra” galvanizó la más poderosa coalición de países en la historia para librar la batalla contra el terror.

Bin Laden había cometido un error de cálculo: si América era castigada lo suficientemente fuerte, no se entregaría, si no que más bien se levantaría sobre la memoria de sus héroes y pelearía hasta el final. Y así fue, los terroristas fueron desalojados de sus santuarios, y a pesar de la llegada del presidente Obama, con Nobel de Paz y todo, la política antiterrorista siguió. Hoy, más de diez años después, es evidente que la política que inició Bush fue todo un éxito; ni un solo atentado terrorista en suelo americano ha ocurrido, y Osama Bin Laden está muerto.

¿Qué hubiera ocurrido si el hermano del presidente Bush en vez de llamarse Jeb se hubiera llamado Kike y le hubiera recomendado negociar con Al Qaeda? La respuesta es fácil: Estados Unidos hubiera aceptado el retiro de algunos de sus activos militares en la región, y Al Qaeda se hubiera fortalecido militarmente gracias a la legitimidad política obtenida. Pero la Al Qaeda fortalecida hubiera perpetrado nuevos y mayores ataques para lograr nuevas y mayores concesiones. ¿Suena familiar? Claro, eso es lo que están haciendo las FARC.

El caso nuestro es aun más grave, pues las pretensiones de los terroristas de acá, no están allende nuestras fronteras, ellos quieren nada menos que tomarse el poder. Y ahí están los socialbacanes de este país, en cabeza del presidente y su hermano, dispuestos a entregarles doscientos años de vida republicana, a cambio de la reelección y de la lisonja de las organizaciones del socialbacanismo internacional, incluyendo aquella que en ocasiones otorga el premio Nobel a quienes gustan de la paz que se respira en las dictaduras de izquierda.

La única paz posible frente al terrorismo es derrotándolo desde la legitimidad institucional. Así lo demostró el presidente Italiano Giulio Andreotti quien dijo “no se puede pactar con los que tienen las manos llenas de sangre” y luego derrotó a al terrorismo marxista de las Brigadas Rojas, igual ocurrió en Sri Lanka con la victoria militar sobre los tigres tamiles, y en Perú con Sendero Luminoso, para citar unos ejemplos. También estaba ocurriendo acá en Colombia con la seguridad democrática, pero el amparo que el mejor amigo de Santos le brindó a los terroristas no permitió culminar la tarea. Sin embargo, el país entero disfrutó de la paz derivada del fortalecimiento institucional en los años del gobierno del presidente Uribe. Pero hoy, en contraste, estamos viviendo la violencia terrorista que siempre viene precedida de la debilidad y el apaciguamiento.

¿No habrá algún asesor de palacio que le susurre al oído al presidente Santos “Colombia está siendo atacada”?

Ibagué, abril 4 de 2013.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar