Conversaciones hipotéticas

Luego de estar secuestrados por dos semanas, las Farc les concedieron la libertad al general Rubén Darío Alzate, la abogada Gloria Urrego y al cabo Jorge Rodríguez.

Los guerrilleros argumentaron un “gesto de buena voluntad” para demostrar sus ganas de paz, como un acto fehaciente –dicen (¿cierto, Iván Cepeda?) de que en realidad quieren seguir negociando. Eso es lo que han hecho creer, pero a muchos les parece que la cosa es distinta. Detrás de la voluntad de mansa paloma, hay algo, hay algo… un tufillo que no huele bien.

Ahora, vámonos al plano hipotético y elocubremos una conversación selvática entre los tres secuestrados y los guerrilleros.

-Ole, ¿por qué nos secuestraron?, – dirían el General, la abogada y el cabo.

-A ver, cómo les explico… esto no es un secuestro. Es una retención humanitaria. Vamos a llevárnoslos unos días para la selva a que conozcan la dura realidad en la que vivimos los guerrilleros. Es que no nos dejan tranquilos, no nos dejan ejercer la rebelión-, joven guerrillero en plena caminata.

-¿Rebelión? ¿Ustedes sí saben qué es eso?

-Pues claro. Rebelión es lo que han hecho los camaradas-, responde.

-A mí me cuentan que ellos, por ejemplo, en Bojayá mataron a un montón de gente. En El Nogal pusieron una bombota, en Tapascoy no dejaron vivo ni a un soldadito y en Puerres prefirieron quemar a todos los que se les atravesaron. Ah, y que a unos diputados del Valle les dieron candela de cerquita. ¿No les parece suficiente para sentirse orgullosos de lo que han hecho?

-¿Y a eso le llaman luchar por el pueblo? Eso es terrorismo.

-¡Cuál terrorismo, respeten! No ven que todos esos que han matado son representantes de la burguesía que carcome a la sociedad con consumismo y alienación.

-Oíste, vos sabés qué es burguesía? El guerrillerito hace silencio por un momento. Literalmente, lo corcharon.

-Como que ustedes no se han dado cuenta de que en esta guerra han caído cerca de 300.000 personas en los últimos 50 años, y de ellas, el 80 % han sido civiles, gente del común.

-Ah, ¿cómo así? Yo no había caído en la cuenta de eso.

-¿Y que desde que se narcotizaron, que se aliaron con los narcotraficantes desvirtuaron cualquier tipo de legitimidad?

-No confundan, una cosa es un mafioso y otra un guerrillero. Nosotros traficamos con causa.

-Ah, claro, eso se llama narcoguerrilla… Y eso demuestra voluntad de paz, ¿cierto?

-No lo dude. Nosotros estamos más comprometidos que un verraco con eso. Que de vez en cuando volemos un oleoducto o secuestremos gente como ustedes, eso no es problema. Es que si no lo hacemos nos aburrimos… pero la paz, ¡de una, papá!

-¿Cuándo?-

-Ehh… mejor sigan caminando.

Con este secuestro -el súmmum de los secuestros para las Farc- le dijeron en la cara al Gobierno que cuando ellos quieren, hacen. Pues claro, saben revolver el río para pescar y con seguridad buscan algo a cambio. Entonces, las Farc aprovechan para dilatar las posiciones en la mesa. “Habrá que renovar la confianza entre las partes”, insinuó “Timochenko”, jefe de las Farc. ¿Y quién renueva la confianza de la gente del común, la que nunca han tenido, a ver si les creen por lo menos un ápice? Esa es la pregunta que deberían hacerse .

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