Cuatro años de cárcel por protestar contra Rafael Correa

Fue condenada a cuatro años de prisión una estudiante de derecho que criticó al gobierno de Rafael Correa durante una entrevista televisiva, en la noche del 30 de septiembre de 2010.
El Segundo Tribunal de Garantías Legales de Pichincha confirmó y notificó, en el mes de marzo, la condena en primera instancia de cuatro años de prisión para María Alejandra Cevallos, estudiante de derecho y ciencias políticas de 27 años, y otros seis ciudadanos ecuatorianos.

El motivo de la condena fue la supuesta interrupción de la señal del canal estatal, ECTV, durante la trasmisión de la revuelta policial del 30 de septiembre del 2010, que el gobierno del Ecuador ha querido presentar como un intento de golpe de Estado. Este día, la señal de todos los canales privados fue enlazada por el gobierno a la señal del canal estatal, se interrumpió la trasmisión de todos los noticieros privados, y el informativo del ministerio de comunicaciones reiteró durante el día entero que la protesta salarial de la policía se trataba de una intentona golpista.

Algunos ciudadanos, indignados por la manipulación informativa, se dirigieron ese 30 de septiembre a la entrada de las instalaciones del canal para exigir que hubiera libertad de prensa para los demás canales ecuatorianos. Algunas personas rompieron la puerta de vidrio del canal. María Alejandra Cevallos no fue una de ellas, sino que entró después de este incidente.

María Alejandra Cevallos se hizo peligrosamente visible a los aparatos de persecución estatal del Ecuador cuando pidió que los presentadores del informativo la entrevistaran, pues deseaba presentar la posición de quienes estaban protestando contra el enlace televisivo. La solicitud fue concedida por el productor del noticiero, y sin que en ningún momento se interrumpiera la señal, María Alejandra Cevallos dijo que era falso que hubiera un golpe de Estado, que la policía estaba protestando porque el presidente Rafael Correa no sancionó una ley aprobada por el parlamento (que le concedía ventajas salariales a la policía), y le pidió al presidente que escuchara a la policía y dialogara con la oposición.

El conductor del noticiero le agradeció a María Alejandra Cevallos su intervención y al poco tiempo los manifestantes salieron pacíficamente del canal. No hubo heridos ni muertos. No se interrumpió la señal del canal. Tan sólo hubo una puerta de vidrio rota.

Pero los jueces dijeron que, como se había interrumpido la producción del noticiero (para los jueces la entrevista fue una interrupción a la producción), María Alejandra Cevallos y los otros seis ecuatorianos habían cometido un acto de terrorismo y sabotaje. Fueron condenados a cuatro años de cárcel. Apelaron. En pocas semanas conoceremos el veredicto definitivo.

Podría ser mayor la solidaridad de la comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos hacia este caso. La represión oficial contra la prensa ecuatoriana y los periodistas que dicen que no hubo un golpe de Estado el 30 de septiembre ha silenciado a los medios de ese país. No pueden hablar libremente sobre este caso. A los procesados se les prohibió conceder entrevistas durante el juicio.

La condena contra María Alejandra Cevallos, madre soltera de una niña de 10 años, es más alta que la impuesta por las cortes de Rusia a las integrantes del grupo de punk, Pussy Riot. El contundente rechazo internacional a esta condena fue determinante para lograr que el Estado ruso modificara la sentencia contra estas mujeres.

Se acaba el tiempo para que la presión internacional lleve al Estado ecuatoriano a reconocer la injusticia que comete. La presión pública será decisiva, y debe ser inmediata.

Twitter: @santiagovillach

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