Destapan conexión narcoterrorista de El Aissami en El Salvador

El actual vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami aparece vinculado al poderoso político y ex-guerrillero salvadoreño José Luis Merino en una poderosa estructura que le ha permitido lavar millones de dólares provenientes del narcotráfico, contrabando de oro, combustibles y otros fondos de origen ilegal,dice un informe de inteligencia elaborado por agentes federales estadounidenses.

La investigación revela que Merino está ligado a varias empresas financieras que por años han facilitado el lavado de dinero proveniente de las Fuerzas Armadas Revolucionariasde Colombia (Farc). Las instituciones bancarias asociadas a Merino también también han ayudado a blanquear capitales provenientes las corporaciones asociadas al funcionario venezolano, El Aissami, acusado de narcotraficante y terrorista por la administración del presidente Donald Trump.

José Luis Merino fue un jefe guerrillero del FMLN durante la guerra civil salvadoreña y era conocido como el Comandante Ramiro. Se asegura que Merino es asesor de las FARC y está encargado de manejar una parte de las finanzas de ese grupo terrorista. Desde el 2006, Merino está ligado a Alba Petróleo lo que le ha permitido obtener incontables beneficios económicos y una amplia influencia en la región.

El informe dice que se usan varios bancos centroamericanos para blanquear los capitales, incluyendo uno de gran renombre cuyos nombres no son revelados por ahora. Sólo aparece cifrado con las siglas PR-AMPAM.

El informe investiga -específicamente- las supuestas actividades de lavado de dinero realizadas por Merino y varios de sus asociados en bancos centroamericanos. Reseñan que el crecimiento de muchas instituciones bancarias ligadas a Merino han visto un crecimiento de su capital que sólo puede justificarse por la abundancia de fondos de origen ilegítimo.

La investigación se realizó desde el 2009 hasta el 2015 y tenía como objetivo indagar los movimientos del dinero de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el sistema financiero internacional. Durante las averiguaciones, los investigaciones hallaron elementos que confirman la supuesta asociación de Merino, El Aissami y otros socios.

En una parte del informe se señala que el vicepresidente “El Aissami, a través de asociados, maneja en Panamá una empresa de nombre Yakima Trading Corporation, que es un holding que controla otra empresa del mismo nombre en Inglaterra”. Explica que “a través de esas empresas se manejan inversiones petroleras que se hacen en el mercado internacional, y a su vez, realizan lavado de dinero proveniente de la empresa criminal”.

Asimismo, se señala que las empresas ligadas al poderoso político venezolano mantienen su dinero en bancos panameños, utilizando los servicios referidos por Merino y sus socios.

El informe asegura que una de las instituciones financieras usadas por el grupo en Panamá el banco St. Georges Bank. Reportan que esa institución financiera es usada por las empresas ligadas a El Aissami para manejar sus recursos, pero no se asegura que la institución bancaria participe en el esquema directamente ni tenga conocimiento del sistema. Sólo se detalla el uso de los servicios para hacer las transacciones fraudulentas. Intentamos comunicarnos con el banco para conocer su opinión sobre este informe a través del número telefónico 507 270-5000, pero hasta el cierre de esta nota no obtuvimos ninguna respuesta.

Dice la investigación que Merino hizo varios viajes a Panamá durante el tiempo de la averiguación, usando en varias oportunidades un pasaporte diplomático. En la parte del reporte en nuestro poder, no se revela el número de dicho documento de identificación.

Mossack-Fonseca

El informe fechado en septiembre de 2016 asegura que tanto Merino como El Aissami y otros socios usaron los servicios legales del abogado Ramón Fonseca Mora, fundador del bufete jurídico Mossack Fonseca, firma implicada en el escándalo de los Papeles de Panamá.

Fonseca Mora fue arrestado provisionalmente el 10 de febrero de 2017 junto con Jurgen Mossack, por estar supuestamente vinculado su despacho de abogados con la Operación Lava Jato en Brasil. Se les investiga por blanqueo de capitales. El 21 de abril de 2017 fue excarcelado al pagar una fianza de medio millón de balboas y cambio de medida a impedimento de salida del país sin autorización judicial, hasta concluir las investigaciones.

Fonseca habría colaborado con los investigados (Merino y El Aissami) en el manejo legal para las inversiones millonarias en bienes inmuebles y otros negocios en Panamá. De acuerdo a los investigadores, “las inversiones sugieren la utilización del sistema financiero panameño y centroamericano para lavar activos provenientes de las FARC”. Dice -además- que “la estructura organizada por Merino y sus asociados, ayuda a lavar dinero de otras organizaciones criminales como Las Maras de Centroamérica, y cárteles de la droga sudamericanos, incluyendo el cártel de los Soles, además de recursos ilícitos de funcionarios civiles y militares del gobierno de Venezuela, muchos de los cuales ya han sido investigados por las autoridades federales de los Estados Unidos”.

En un anexo de la investigación, que parece ser un agregado de un capítulo faltante, hay una descripción del Grupo Proamerica, (dueño de St George Bank) con una leyenda subrayada que dice que “en los últimos 5 años el grupo ha aumentado sus activos de US$6 mil millones de dólares a US$12.5 mil millones“. Sin embargo no aparece vinculación ni relación con Merino.

En nuestra investigación en fuentes abiertas, tampoco logramos conseguir ningún elemento que revele que Merino tenga legalmente acciones o esté relacionado directamente con el mencionado conglomerado Proamerica que funciona en: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Ecuador, Islas Caimán, Panamá, República Dominicana. En varias llamadas hechas al Grupo, sólo pudimos verificar con una secretaria llamada María, que el presidente de ese holding es el nicaragüense, Ramiro Ortiz Mayorga. Al preguntarle sobre Merino, dijo que nunca había oído hablar de él y no tenía idea de quién era.

En La Habana

La investigación también hace referencia a unas supuestas conversaciones que tuvieron lugar en La Habana durante las negociaciones con las Farc, previas al acuerdo con el gobierno colombiano celebradas entre 2012-2014. Según el reporte, “Merino habría ofrecido facilitar el movimiento de dinero del grupo terrorista hacia los bancos asociados y el supuesto traslado de lingotes de oro que las Farc obtienen de la minería ilegal en Colombia”.

Igualmente, destaca que Merino asesora a la guerrilla colombiana en asuntos políticos desde el inicio de las conversaciones de paz, y que apoyó la idea de crear un partido para legalizar la lucha por el poder. Se advierte la necesidad de invertir los recursos para sostener financieramente la lucha política en Colombia.

Señala que las Farc estaban conscientes de que tenían que abandonar los negocios de las drogas para lograr entrar a la lucha política legal por lo cual se debían tomar precauciones. El informe dice que entre 2010 y 2014, “los jefes de las Farc enviaban el oro que extraían del territorio colombiano a Suriname donde una refinadora de nombre Kaloti hacía el trabajo de conversión para que los asociados de Merino se encargaran de depositarlos en bancos y darle legalidad”.

La refinadora Kaloti está localizada cerca del Aeropuerto Internacional Johan Adolf Pengel, anteriormente llamado Aeropuerto Internacional de Zanderij-Paramaribo en Suriname. “Allí llega el oro a través de Venezuela para ser refinado y posteriormente depositado en los bancos asociados a Merino”, dice el reporte.

En el informe se hace referencia a un supuesto asociado a Tareck El Aissami en Panamá y Centroamérica, de nombre “Pedro Luis Martín Olivares, exjefe de inteligencia financiera de la policía secreta de Venezuela en el gobierno del fallecido Hugo Chávez”. La policía de Estados Unidos considera a Martín Olivares como un actor importante en la floreciente industria del narcotráfico en Venezuela.

Sospechan que Martín es un enlace clave entre los narcotraficantes y altos funcionarios militares de Venezuela, de los servicios de seguridad y del gobierno que protegen el comercio ilegal de drogas y que es el principal gestor financiero en el lavado los ingresos por narcotráfico de los altos funcionarios venezolanos.

Martín fue acusado en abril de 2016. Ver aquí. 

¿Quién es José Luis Merino?

Es uno de los máximos dirigentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), partido político salvadoreño que tiene sus orígenes en el grupo guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.

Merino es miembro de la Comisión Política de dicho partido y el secretario de Organización. También es miembro del Parlamento Centroamericano, además de desempeñarse como asesor de la empresa de capital mixto ALBA Petróleos de El Salvador.

A Merino se le señala como agente de la guerrilla Colombia FARC en El Salvador, a decir de José R. Cárdenas en un artículo titulado “Para lograr la paz verdadera en Colombia”, publicado en la revista Foreign Policy. El articulista que hace el señalamiento, fue asistente interino para Latinoamérica de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional durante la administración del presidente George W. Bush.

Merino fue nombrado el 20 octubre de 2016 titular del Viceministerio para la Inversión y Financiamiento para el Desarrollo, adscrito al Ministerio de Relaciones Exteriores, según informó Casa Presidencial de El Salvador en un comunicado. El ministerio fue creado especialmente para Merino.

Lavador de dinero del narcotráfico

El senador estadounidense, Marco Rubio, dijo el 29 de junio de 2016, ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos que Merino es el encargado de lavar dinero de las FARC y lo acusó de ser traficante de armas. “Este tipo (José Luis Merino) es de primera categoría, un lavador de dinero de clase mundial, traficante de armas de las FARC… ¿Por qué este tipo no es sancionado?”.

Estas declaraciones de Marco Rubio tuvieron reacción en el seno del FMLN, que entonces desató una campaña en Estados Unidos en contra de la embajadora de esa nación en El Salvador, Jean Elizabeth Manes y en defensa de José Luis Merino.

El FMLN designó al diputado Roger Blandino Nerio, integrante de la comisión política y a Leonel Búcaro, diputado del Parlamento Centroamericano para “interceder, ante oficinas del Congreso, por José Luis Merino, el dirigente efemelenista vinculado a un empresario procesado por corrupción; y para cuestionar a la embajadora estadounidense en El Salvador.

Para los abogados efemelenistas, el senador Rubio ha hecho es un “argumento difamatorio” y se ha dedicado a andar “hablando cualquier tontera a nivel de medios”. Durante su visita, los diputados, también aprovecharon para mostrar su malestar en contra de la gestión que está realizando la embajadora en El Salvador, Jean Manes. La negativa del partido en el gobierno de El Salvador a embajadores radicados en ese país se ha hecho evidente en los últimos meses. Ejemplo de ello son las constantes críticas que hubo hacia el diplomático alemán Heinrich Haupt.

El 4 de julio de 2016, el fiscal general de El Salvador, Douglas Meléndez, dio a conocer que su despachó retomaría las acusaciones hechas por el referido senador estadounidense, Marco Rubio, contra el diputado del Parlacen y líder del partido FMLN, José Luis Merino, con el objeto de incluirlas en una investigación abierta por drogas y armas que data desde enero de 2014 en contra del citado funcionario.

El fiscal Meléndez refirió que decidió tomar en cuenta las acusaciones de Rubio pues “Viniendo estas aseveraciones de un funcionario público de otro país, y siendo el destinatario un político y funcionario de nuestro país, no se puede evitar investigar… Vamos a revisar toda esa información y la vamos a retomar si es necesario”.

Meléndez recordó que en enero de 2014 a raíz de una denuncia interpuesta por el exdiputado de Arena, Roberto d'Aubuisson, la fiscalía abrió una investigación por drogas y armas contra Merino, el principal protagonista del FMLN en el entramado de las empresas Alba, que desde su nacimiento han enviado cerca de 300 millones de dólares a empresas offshore en Panamá.

Meléndez hizo referencia a los posibles nexos de Merino con las FARC y criticó la inacción de su predecesor, Félix Garrid Safie.

Además de las acusaciones de Rubio, hay que destacar que el nombre de Merino figuró en la computadora de Raúl Reyes rescatada durante un ataque del gobierno colombiano a un campamento de la guerrillera donde murió el segundo al mando del grupo terrorista colombiano. Como todos los movimientos de izquierda latinoamericana, mostró las simpatías del FMLN con Hugo Chávez, quien entre otras cosas, financió buena parte de sus actividades políticas.

Durante los actos que se celebraron al primer aniversario de la muerte del presidente venezolano, José Luis Merino, diputado al Parlamento Centroamericano (Parlacen), manifestó en presencia de Nora Uribe Trujillo, embajadora de Venezuela en El Salvador, que “Chávez siempre nos hizo sentir en familia y que nuestra lucha era su lucha. Encendió una luz de esperanza en América Latina, demostrando que los monstruos podían ser derrotados. Y hemos quedado impregnados de su valentía, de su capacidad de exigir respeto al mundo, marcando nuestras vidas y un camino nuevo para América Latina. Nuestra victoria, el domingo, será para el Comandante Eterno Hugo Chávez”. Igualmente dio el “total y absoluto apoyo” del FMLN al gobierno de Nicolás Maduro.

El periódico español ABC, a pocas semanas de las elecciones salvadoreñas en 2013, señaló a José Luis Merino de estar vinculado a actividades criminales y relacionó al FMLN con la guerrilla colombiana FARC y con actividades de narcotráfico.

“Según queda ahora al descubierto, cuando ocupaba el puesto de canciller venezolano, Nicolás Maduro medió para que el FMLN mejorara su acceso al tráfico de drogas. Un correo electrónico interceptado por personal de inteligencia extranjera muestra los trámites seguidos entre el despacho de Maduro y el de José Luis Merino, hombre fuerte del FMLN, para el viaje de un capo de la droga a la frontera de Venezuela con Colombia”.

Y agrega ABC:

Merino, conocido en el tiempo de la guerrilla como comandante Ramiro, ya ha sido vinculado en el pasado al narcotráfico por sus contactos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). «Hay suficiente información que claramente presenta a Merino como alguien con fuertes conexiones con las FARC, de hecho su nombre apareció en el ordenador de un importante líder de las FARC, Raúl Reyes, cuando este fue matado en 2008», afirma Michael Braun, un experto en la lucha contra el narcotráfico por su previa experiencia en la DEA, la agencia estadounidense contra la droga. Braun recuerda que las FARC, además de grupo terrorista, son «el mayor productor y distribuidor de droga del mundo».

Según el periodista salvadoreño, Sergio Arauz, Merino “es el espía y el guardián de la seguridad de los dirigentes del Frente, una especie de policía que protege al partido. Y es el principal cerebro de las decisiones relacionadas con Seguridad Pública. Es el hombre que maneja a los hombres armados y quien decide cómo usa sus armas -políticas y de fuego- el Ejecutivo. Un hombre importante que tiene el poder de influir decididamente en la elección del próximo Fiscal General de la República. El hombre que parece decidido a reelegir a Luis Martínez” .

Una opinión que comparte James Bargent a escribir en PanamPost que “Ramiro” es el nombre de guerra de José Luis Merino, un comandante de la guerrilla marxista convertido en mandarín político y jefe del submundo del presidente.

Merino administra cientos de millones de petrodólares venezolanos por los cuales no debe rendir cuentas. Una combinación que lo convierte en un ‘creador de reyes’ en San Salvador, y eso tiene a mucha gente preocupada. Merino cuenta con una extensa red de contactos sospechosos en toda la región, lo cual lo convierte en el vínculo entre los funcionarios corruptos del gobierno y el mundo del hampa latinoamericano, con el potencial de socavar el proceso democrático en un país de América Central cuyo pasado es turbulento.

‘Es un elemento más que es capaz de llevar a cabo actividades criminales bajo el patrocinio o el control del Estado, y me parece muy preocupante’, dijo por su parte, Douglas Farah, escritor y analista de seguridad, quien testificó en febrero de este año sobre las actividades de Merino ante el Subcomité de Asuntos Exteriores sobre Terrorismo de la Cámara de Representantes del Congreso Estados Unidos”.

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