Diseccionando el discurso de “De la Calle”

De las “emotivas” palabras pronunciadas por el otrora jefe negociador del acuerdo de La Habana en la tarde del domingo, llama la atención algunas de las afirmaciones que expuso el candidato presidencial. De la Calle inició su rueda de prensa con contundencia, “Se están tirando la paz”, y después de eso, su prédica fue un memorial de agravios en el que se fue lanza en ristre contra la Corte Constitucional, el candidato Iván Duque, el ex presidente Álvaro Uribe, y el Gobierno Nacional (Lo del Gobierno Nacional, es un hecho notorio, la incapacidad de “implementar” lo pactado en La Habana por parte de Juan Manuel Santos es evidente, el secretario de la JEP cuestionado por los malos manejos de los recursos, la plata del Fondo Colombia en Paz embolatada, El comisionado de paz Rodrigo Rivera no aparece por ningún lado e Iván Márquez se mueve como Pedro por su casa y ahora está Miravalle con su amigo el Paisa).

Para Humberto De la Calle, la primera señalada en esta crisis de la paz es la Corte Constitucional, porque según él, la posibilidad que el alto tribunal dio al Congreso de la República de deliberar en democracia el contenido de lo pactado en La Habana, para que el órgano legislativo dejara de ser un notario que se limitara a avalar lo que él mal negoció en Cuba, fue la primera traición que torpedeó el mejor acuerdo posible.

El siguiente señalado, y en eso coincido con el doctor De la Calle, es el Gobierno Nacional a quien acusó de quedarle grande la implementación del acuerdo, y yo añadiría, que también le quedó grande gobernar el país; pero a pesar de estos señalamientos tan fuertes en contra el gobierno del que él hizo parte por más de cuatro años, o la Corte Constitucional, quien salvaguarda nuestra carta política y garantiza los derechos fundamentales de todos los colombianos, sorprende que las palabras más dulces y gentiles de su discurso fueron para los miembros de las Farc, a quienes sólo señaló de faltos de empatía con el pueblo colombiano

Pareciera ser, que el mejor acuerdo posible, nos llevó a un punto en el que debemos autocensurarnos (por miedo o por ser políticamente correctos), y perdimos la libertad de decir, que si bien la paz está en crisis, no es porque la Corte Constitucional haya garantizado el derecho fundamental a la participación y deliberación política del Congreso de la República, o que la misma se deba a la palpable incapacidad de este gobierno de implementar lo que mal negoció, y que la crisis tampoco deriva de la falta de empatía del grupo guerrillero con el pueblo colombiano como lo señala el candidato De la calle.

La paz está crisis porque las Farc no están dispuestas a dejar el narcotráfico que es el combustible de guerra, la paz está crisis porque ellos no quieren cumplir con lo pactado, y ahora que ven que la justicia (no la que ellos crearon) se les viene encima, responsabilizan a los colombianos de su incumplimiento a lo pactado.

De la Calle es el constructor de un puente que se está cayendo y le echa la culpa al interventor por advertirlo.

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