Dos temas

Pocas veces he estado de acuerdo con Juanpa (como le gusta que le digamos). La no asistencia al estadio de Medellín para honrar la memoria y ofrecerle un homenaje de solidaridad y duelo al equipo de fútbol Chapecoense, la comparto. Me he puesto a pensar, frente a lo que fue ese multitudinario homenaje, ¿qué habría pasado si el mandatario colombiano hace presencia ante un público antioqueño adolorido y tan golpeado por ese gobernante inepto, incapaz, centralista, despilfarrador de los recursos nacionales y antioqueños? La silbatina merecida hubiera sido la noticia. Vi en los noticieros internacionales, pues estaba fuera de la ciudad, el gran despliegue que le dieron al comportamiento de los colombianos en ese homenaje, los elogios a este pueblo solidario, los comentarios positivos para una ciudad antes golpeada por los narcotraficantes y abandonada a su suerte por los distintos gobiernos centrales. Medellín se lució y con esta ciudad se lució Colombia entera.

La asistencia del Ministro de Relaciones Exteriores del Brasil y sus sentidas palabras enaltecieron aún más el acto. La ministra colombiana siguió el camino de su patrón y no acompañó a su colega brasileño ni a un pueblo adolorido. Así son con nosotros, así nos tratan, así nos miran con desprecio. Por eso nos ignoran para las obras, por eso no figuramos en el mapa de las inversiones nacionales, así dan muestras del desprecio hacia este pueblo.

Pero Juanpa (como le gusta que le digamos) se prepara para recibir el premio Nobel de Paz. Ya alista su avión presidencial para mostrarse en Noruega como lo que no es, como un mandatario digno de tal premio. Ya alista su numerosa comitiva, o comité de aplausos. Los gastos suntuarios no importan, eso se cubre con una reforma tributaria para golpear al pueblo y así tapar el derroche, importa más su imagen internacional, ya que su imagen nacional está por el suelo junto con la de su querida guerrilla. Ya alista el boato que acostumbra, en eso se tiene confianza, suficientes muestras ha dado. Gobierno derrochón: que le vaya bien en su viaje y, por favor, no mienta mucho que de pronto descubren lo que en verdad es.

El otro tema es el asesinato de la niña Yuliana por parte de un profesional que, según dicen, estaba bajo el poder de la terrible droga producida por los nuevos amigos de este gobierno entreguista. Rafael Uribe Noguera, el supuesto asesino, fue merecidamente abucheado por el pueblo adolorido, con la petición a gritos que sea condenado a muchos años de prisión.

Por el otro lado el Gobierno acepta que los secuestradores de niñas, violadores de ellas y luego obligadas a abortar no paguen ni un día de cárcel, que más bien se les premie llevándolos al Congreso, que se les considere como víctimas del sistema. Los mismos que producen la droga que hizo perder la conciencia al asesino de Yuliana y que debe pagar años de cárcel, serán premiados por este Gobierno y aprobado ese premio por el también desprestigiado Congreso de la República.

Con este artículo y con otros anteriores, seguramente me haré acreedor al juicio y a la cárcel que propone uno de los jefes guerrilleros para los militares, para los expresidentes, para los periodistas y para otros colombianos de bien.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar