Eclipse, Cuba y Farc

Mientras escribo esta columna no puedo sino adivinar lo que va a suceder más tarde. Este 23 de marzo en que se iba a firmar el acuerdo de La Habana, se hará algún anuncio irrisorio, con mucho bombo. Este Gobierno ama el show y no va a desaprovechar un escenario ni una cámara.

Presentarán, como siempre lo hacen, nuevas concesiones para las Farc disfrazadas con el velo de la paz. El cese bilateral significa que las Farc continuarán en su falsa tregua y el Estado renuncia a combatir el crimen. Las drogas, la extorsión y los ataques con el brazalete del ELN serán perpetrados por las Farc sin amenaza.

Por supuesto quedaremos, como ya es costumbre, llenos de preguntas: ¿Cómo hará el ejército o la policía para saber si el delincuente es de las Farc o de otra organización criminal? Como imposible saberlo, ¿Optarán por no atacar a nadie? ¿Las Bacrim y los delincuentes además de apagón tendrán un tacho remacho?

Se perderá la fecha del eclipse de luna, que algún astrologo debió sugerir al Gobierno como idónea para la firma del acuerdo final. Me alegraría que no se firme el acuerdo, pues nos da otra oportunidad. Tengo la ilusión de que este Gobierno reaccione y entienda que la impunidad, la representación política de los criminales de lesa humanidad y la atroz jurisdicción de paz; son hechos que van a generar nuevas violencia y herir aun más nuestra incipiente democracia. No se le puede decir a las nuevas generaciones que los crímenes se absuelven y luego pretender que los ciudadanos no delincan. Ser criminal no puede ser un camino a la política, y ser un gran criminal no puede ser un mecanismo para escapar de la cárcel y menos para refundar la justicia.

Las nuevas licencias para las Farc son el epílogo de esa triste visita de Obama a Cuba y de Kerry a los terroristas. Posan preocupados por la seguridad del mundo ante los dolorosos atentados en Bruselas, y anuncian unión en la lucha contra el terrorismo; y en Cuba se aprestan bendecir la impunidad de los peores criminales de América y los responsables de los hechos más violentos del continente después de las torres gemelas.

Obama va a Cuba y pretende, como ha pretendido el régimen, echarle la culpa al bloqueo económico del fracaso del sistema de los Castro. El bloqueo no es culpable de la pobreza del pueblo cubano, esa miseria viene del régimen de horrores y dominación que fue incapaz de lograr crecimiento económico y se limitó a distribuir equitativamente la pobreza. Claro, mientras el tirano gozaba de riqueza y figuraba entre los mandatarios mas ricos del mundo, que dilapidaba su fortuna siendo uno de los mayores compradores de caballos españoles.

El eclipse lunar nos permite ver nuestra sombra sobre la luna. Según los astrólogos revela lo que está oculto. La visita de Obama a Cuba no es un final, es el inicio del macabro camino de haberle dado al régimen cubano, encarnado en la ideología de las Farc, un nuevo destino. Como ya acabaron con Cuba y Venezuela, ahora emprenden la conquista de Colombia. #Abril2ALaCalle

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