El amigo de mi amigo es mi amigo

Y si es amigo del nuevo mejor amigo, será también su nuevo mejor amigo. Eso nos está pasando. Recordemos que para llevar a los jefes guerrilleros a Cuba, para las conversaciones de paz, se despejaron unas zonas del territorio colombiano para que los jefes de esa guerrilla pudieran ser transportados a un aeropuerto y luego a La Habana.

Con "Timochenko" fue más fácil. Este se encontraba refugiado en Venezuela y simplemente era cuestión de llevarlo al aeropuerto de Maiquetía y de allí a La Habana. O, si estaba en Colombia, simplemente era cuestión de violar la obligación de detener a un delincuente buscado por la justicia. Para nuestro presidente eso es lo bueno de tener nuevas amistades personales. A pesar de que su nuevo mejor amigo negó que su territorio fuera refugio de la guerrilla colombiana. Recordemos que el antecesor de Maduro, Hugo Chávez, nunca dejó verificar a una comisión de la OEA lo afirmado por nuestro embajador en esa organización, a pesar de las pruebas presentadas.

Nuestro presidente Juanpa, como le gusta que lo llamemos, violó todas las normas para que el jefe guerrillero pudiera viajar a La Habana. Un delincuente buscado por la justicia, condenado por muchos de los delitos que ha cometido, recibe el apoyo del presidente para realizar varios viajes a estas tierras donde se entrega la soberanía colombiana a los peores enemigos de la comunidad mundial. A los mayores terroristas, a los mayores productores y exportadores de drogas se les facilita todo para que puedan acceder al manejo de nuestro país, sin pagar ninguna pena por los delitos de todas las categorías y condenados por la comunidad internacional.

Tampoco es un secreto que Venezuela se convirtió en la ruta preferida para el envío de la droga producida en Colombia por los narcoterroristas amigos de nuestro nuevo mejor amigo.

Ahora sabemos que en La Habana se han aprobado, dentro de los puntos de acuerdo, una serie de comités, comisiones, juntas y muchas cosas más, para dirigir los asuntos nacionales, territoriales y locales y, desde allí, desde esas agrupaciones que seguramente tendrán el manejo paritario, las Farc controlarán el manejo de todos los temas acordados para el futuro postconflicto.

¡Apiádese Dios de nosotros!

Otro tema doloroso. Murió Helena Herrán de Montoya. La conocí, cuando yo era alcalde de Medellín, como la primera y única gobernadora de Antioquia en propiedad. Fueron épocas difíciles para la ciudad y de ella recibí siempre el apoyo y, aun, críticas siempre amables. Coincidimos en la Asamblea Nacional Constituyente donde hizo grandes aportes para el futuro de nuestro país, en compañía de esos 72 colombianos que trabajamos intensamente en esa dirección. Últimamente, nos encontramos en un grupo maravilloso para escuchar, del Maestro Alberto Gonzál ez, las charlas sobre historia del arte y las enseñanzas sobre las técnicas en la pintura. Lamento su muerte, acompaño a su familia en estos momentos difíciles y manifiesto mi dolor por su ausencia. Que Dios la tenga en su reino.

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