El beso fallido

Pensaba escribir sobre el beso que nunca se pudo dar porque Juanpa (como le gusta que le digamos) se encontró con una mujer digna y valiente. Esta mujer no tenía el compromiso de redimir al mundo como Jesucristo, que aceptó el beso del traidor para cumplir con el mandato del Padre. Él sabía que Judas lo traicionaba por unas monedas, pero su compromiso era aceptar todo, hasta el beso traicionero y morir en la cruz para así salvar al mundo.

Alexandra, hermana del subteniente de la policía Eliécer Alzate Patiño, sacrificado por cumplir con su deber de patria, retiró su cara para no recibir un beso de quien entrega el país a los enemigos de Colombia. Gesto de Alexandra digno de los héroes que ahora han sido igualados por el gobierno a los narcotraficantes y terroristas.

Repito, quería hablar en extenso de ese tema, pero he leído el artículo de Juan David Escobar Valencia que lo trata con valor, el lunes en este diario. Me descubro ante Juan David por ese artículo que dice lo que los colombianos de bien queremos decir a los cuatro vientos. Gracias Juan David por compartir sus pensamientos con nosotros, sus fieles lectores.

Comento, entonces, temas locales de importancia para los antioqueños.

Me gustó la entrevista del alcalde Federico dada a este diario sobre la situación de orden público en Medellín y los esfuerzos que hace para conseguir una verdadera paz para la ciudad. La presencia de la autoridad como él lo hace, es fundamental para enterarse de los problemas y así, con conocimiento directo, buscar las soluciones. Presencia también de la autoridad de policía para garantizar el orden público en la ciudad y, sobre todo, en las zonas más conflictivas en cuestiones de seguridad. Si la autoridad no se entera directamente, las razones muestran la realidad de una manera debilitada.

La solución que se está dando a los indigentes acampados en las cercanías de la plaza Minorista es de suma importancia, y urgente. Hay que seguir con la solución a los venteros ambulantes a quienes se debe tratar como a personas que quieren trabajar honestamente y no han tenido oportunidades. No es cuestión de perseguirlos, es cuestión de organizarlos para que no sigan siendo un estorbo para los vehículos y los peatones.

Me gusta que cumpla con los contratos de obras ya en ejecución como los parques del río. Terminar los que están contratados nos mostrará la verdad. Si sirven para disfrute de la comunidad y para agilizar y mejorar la circulación vehicular, hay que continuar el proyecto completo, de lo contrario, habrá que buscar otras soluciones para la necesidad de contar con más zonas verdes y la mejora de la circulación entre el sur y el norte de Medellín.

Cosa distinta es frenar las obras públicas necesarias para el país y para el departamento mientras se revisan unos contratos, ya firmados, con demoras injustificadas para el desarrollo de Antioquia.

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