El circo enmermelado de la Universidad Militar

El actual rector de la Universidad Militar Nueva Granada, no tiene título profesional que lo amerite para ocupar ese cargo.

Ayer, día de la madre, estaba pasando canales en el televisor para ver si podía encontrar al Fiscal Montealegre seguir amenazando con cárcel a quienes nos oponemos al proceso de impunidad con las FARC, o si tenía la suerte de ver al camarada Santos cumpliéndoles la promesa a los habitantes de Gramalote de reconstruir el pueblo. Pero nada.

Sin embargo, mi tiempo desperdiciado en RCN TV, ya célebre por delatar y criminalizar informantes no afectos a este régimen castrocomunista (como lo hizo con Andrés Sepúlveda), se vio recompensado en algo. Pude ver al General Eduardo Herrera Berbel, rector de la Universidad Militar, balbuceando algunas cosas frente a las protestas de varios estudiantes y docentes de ese centro educativo respecto a irregularidades graves en el manejo de la universidad.

El espectáculo circense comenzó hace años. Aquí en Periodismo Sin Fronteras lo denunciamos, y esto me ocasionó una andanada feroz que culminó con una denuncia que Herrera Berbel me colocó por injuria y calumnia. Denuncia que él mismo tuvo que quitar antes de que ganarse otra por “falsa denuncia”.

Entre las cosas denunciadas acá, estuvo el nombramiento de antiguos guerrilleros como decanos, el otorgamiento de becas a terroristas infames, el abuso de autoridad, las cosas raras que suceden con el presupuesto en las obras de la sede de Cajicá, y otras bellezas por el estilo.

Pues bien, las cosas siguen de mal en peor para la universidad Militar. No por nada está comandada por alguien que hará (o hace) parte de las mesas de negociación con la nauseabunda banda terroristas del ELN.

La Universidad parece ser el juguete de los amanuenses del régimen que buscan la impunidad para los terroristas. Y para ello la usan como caja menor, para hacer favores y pagar otros a los amigos de la vagabundería que sucede en La Habana.

El General Herrera Berbel sigue haciendo de las suyas. Nombra y quita a dedo decanos y directivos, como si estuviera frente a una cajita de soldaditos de plomo. Junto a su compañero de curso, el General Bravo Silva (‘héroe’ de La Gabarra y actual vicerrector general) colocan las hojas de vida de la gente que no funciona para sus cosas oscuras y, en medio de risitas y chistes, deciden quién se va y quién se queda. Sin ninguna razón, sin ningún soporte, sin ninguna otra explicación, el señalado es declarado insubsistente o echado como un paria por el único hecho de no fletar las mugres que se inventa este dúo con la bendición de Sergio Jaramillo, a quien en la Habana llaman “el estalincito” y, por supuesto, del mismo camarada Santos. En tan solo unos pocos meses han rotado más de 50 directivos, eso sin mencionar los carruseles de puestos y nombramientos en todas las dependencias, porque la lista sería casi interminable.

Empecemos mencionando que la actual vicerrectora académica, Martha Bahamón, desempeña su cargo sin tener el perfil requerido para ello. Antes de llegar a la Universidad Militar se desempeñaba como una secretaria más en la facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás y, a pesar de que el General Herrera Berbel le ayudó a estudiar en la Militar, ella no se ha podido graduar de una maestría que empezó en esta universidad.

La Sra. Martha Bahamón es protegida del General Herrera Berbel y por ello no duda en injuriar verbalmente a reconocidos oficiales de larga trayectoria al servicio del país a quienes trata como si ella, por ser amiga del General Herrera Berbel, fuera por ósmosis una especie de Generala ad Honorem. Aseguran en la universidad que es ella quien dispone de la contratación y que esto se puede demostrar por la “rosca” de amigos que tiene trabajando y contratando allí.

Y una cosa aún mucho más grave. El actual rector de la Universidad Militar Nueva Granada, no tiene título profesional que lo amerite para ocupar ese cargo. Recibió, eso sí, un título ‘Honoris Causa’ procedente de la Escuela Superior de Guerra. Es un diploma que lo acredita como si hubiera cursado la maestría en Seguridad y Defensa.

Lo delicado del asunto es que este título fue, como ya dijimos, ‘Honoris Causa’, es decir, nunca el General Herrera Berbel cursó ni aprobó esta maestría, sino que fue un favor de su amigo el General Edgar Ceballos, quien posteriormente se desempeñaría –bajo la rectoría de Herrera Berbel- como vicerrector administrativo en el año 2011, a pesar de encontrarse impedido por el régimen legal de inhabilidades. Pero de eso hablaremos en otro artículo.

El certificado entregado por el General Ceballos a su amigo el General Herrera Berbel, es un diploma ‘Honoris Causa’, pero por ninguna parte de este diploma aparece este vital dato, razón por la cual el general Herrera Berbel lo presentó como certificado de estudios legal para poder acceder al puesto de Rector de la Universidad Militar.

Espinosísimo el asunto. Cualquier abogado puede encontrar en esto las bases jurídicas necesarias para calificar el hecho como un delito de falsedad ideológica, un delito contra la fe pública.

En contravía con los requisitos dispuestos en el acuerdo 010 de 2003, necesarios para aplicar a la rectoría, el General Herrera Berbel presenta un certificado inútil pretendiendo demostrar falsamente con éste que él cumplía con el requisito de la maestría establecido por la ley.

Ya existe suficiente jurisprudencia que establece que los títulos ‘Honoris Causa’ no son válidos para optar a cargos públicos.

Con razón nuestra educación está como está. Con razón la Universidad Militar ha descendido en picada después de ser una de las mejores del país; ha perdido acreditaciones de alta calidad, casi pierde la de Mecatrónica y su facultad de Derecho estuvo 9 meses sin acreditación. De esto último se salvó gracias a la movida de influencias de la ministra de educación María Fernanda Campo, de la camarilla de Santos –obviamente- y de Sergio Jaramillo.

Qué tristeza lo que sucede en la Universidad Militar. Si en este país existiera la justicia, el rector Herrera Berbel debería ser investigado penal y disciplinariamente. Pero estamos seguros de que eso no sucederá.

Siendo interlocutor de los bandidos del ELN, tenemos la certidumbre meridiana de que lo máximo que le sucederá al General Herrera Berbel es que será enviado a La Habana como otro cómplice más del circo infame que nos montó este gobierno junto con los narcoterroristas a quienes se indultarán.

Nada de extraño que Timochenko se haga a un título ‘Honoris Causa’ y su compañero Sergio Jaramillo lo haga nombrar rector de la Universidad Militar. Casos se han visto.

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